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El Rodadero, el balneario más visitado
Los turistas disfrutan de las aguas cristalinas del balneario de El Rodadero mientras otros recargan energías con el sol sentados en la playa. /MONTINER ALVIS
La masiva afluencia de bañistas en sus playas confirma el éxito esperado en esta mini temporada teniendo en cuenta que se trata de una semana completa.
POR
EDGAR
TATIS GUERRA
Un lleno total se registra en las playas del balneario turístico de El Rodadero a donde han acudido miles de visitantes en esta Semana Santa. Tanto la zona activa de playa como el mar y las áreas del Camellón permanecen repletas de turistas en un goce placentero y tranquilo.
En la zona sur aumenta el flujo de personas que llegan allí y algunos logran aprovechar los kioscos para no exponerse a la canícula solar mientras ingieren bebidas refrescantes. Otros se animan a realizar el traslado en lanchas hacia otros balnearios con vocación turística como Playa Blanca o Inca Inca.
La masiva afluencia de bañistas en el mar confirma el éxito esperado en esta mini temporada religiosa teniendo en cuenta que se trata de una semana completa lo que además representa una catapulta económica que favorece la dinámica comercial del destino con su oferta de alojamientos, transportes, recreación, gastronomía, entretenimiento y muchas otras opciones.
En la playa los distintos prestadores de servicios reciben con amabilidad a los visitantes quienes han llegado desde las distintas ciudades del país aprovechando las nuevas rutas aéreas. Los carperos y silleteros alquilan sus espacios bien organizados, mientras las masajistas ayudan a varias personas a soltar esos nudos en el cuerpo que les deja el estrés cotidiano.
Vale mencionar que existen personas con sus propios parasoles o carpas de camping, aunque esta práctica solo está permitida en cierta área de la playa. Varias mujeres exhiben sus esbeltos cuerpos mientras se broncean en las playas de El Rodadero bajo la custodia de sus seres queridos y otras disfrutan del agua salada que refresca al mitigar la gran sofocación atmosférica.
El Rodadero se ha convertido en un verdadero ‘río humano’ donde se observan personas de todas las edades quienes confluyen allí para gozar con tranquilidad del paisaje natural, del espléndido mar y de las múltiples amenidades a cielo abierto que Santa Marta brinda a sus visitantes.
Los vendedores de refrescos, agua, paletas, coco loco, piña colada, raspaos o copos de hielo, micheladas de mango, ‘mandarinazos’ y otras bebidas frías coinciden al afirmar que apenas están llegando los turistas a El Rodadero y que el pico más alto será a partir del jueves santo.
Propietarios de restaurantes solicitaron a las autoridades y en especial a la Secretaría de Gobierno Distrital y en articulación con la Policía Metropolitana redoblar los controles en el espacio público pero además ayudar a contrarrestar la competencia desleal que realizan algunas personas quienes comercializan comidas tipo almuerzo en cajas de icopor propiciando una nueva modalidad de mercadeo que deteriora la buena imagen de un destino turístico de calidad.
