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Rescataron a parapentista y guía de montaña en la Sierra
Después de seis días y cinco noches, en la mañana de ayer el parapentista y médico de profesión, nacido en la ciudad de Bogotá, Julio Bermúdez, y el guía de montaña profesional, Santiago Aparicio, le regresaron la calma y la paz a sus familiares tras haber sido rescatados en la Sierra Nevada de Santa Marta.
La operación de rescate, liderada por la Fuerza Aérea colombiana y socorristas de la Cruz Roja con un grupo de alpinistas de Suesca, inició a las 6:00 de la mañana cuando los voluntarios en tierra dieron aviso de que habían descendido desde lo más alto del pico Colón y se encontraban en una zona que permitía el acceso del helicóptero.
De esta forma, con el helicóptero UH-60 que fue traído desde el municipio de Rionegro, Antioquia, y experimentados pilotos, llegaron hasta el punto que entregaron los socorristas, en la parte alta de la Sierra Nevada, para rescatar al médico bogotano Julio Bermúdez y al guía de montaña Santiago Aparicio.
De inmediato, los afectados fueron trasladados hasta la base aérea ubicada en el municipio de Malambo, Atlántico, en donde los esperaba una ambulancia y posteriormente fueron conducidos hasta la sala de urgencias de la clínica Portoazul, en el municipio de Puerto Colombia.
ESTADO DE SALUD
En cuanto al estado de salud del parapentista y médico bogotano, Julio Bermúdez, la clínica Portoazul informó que es estable, no obstante señalaron que presenta fractura de radio y clavícula derecha, así como un trauma de tórax cerrado.
En el comunicado que emitió este centro asistencial señalaron que Santiago Aparicio, guía de montaña profesional, indicaron que su condición actual no presenta un riesgo para su salud. Sin embargo, está recibiendo atención especializada.
SEIS DÍAS Y CINCO NOCHES
En diálogo con funcionarios de la Fuerza Aérea Colombiana, el guía de montaña reveló lo vivido durante los seis días y las cinco noches a más de 5.000 metros sobre el nivel del mar, en la Sierra Nevada de Santa Marta.
“Esa reacción de los organismos de socorro fue la esperanza más grandiosa porque no teníamos cómo sobrevivir a esa altura; utilizamos unas mantas térmicas y quirúrgicas para mantenernos debido a los cambios climáticos. Una carpa que no regresó en el mismo estado, nos sirvió como refugió durante las noches”, aseguró Santiago.
El guía de montaña indicó que siempre mantuvo mucha intriga. “Siempre quise que aterrizara el helicóptero pero yo sabía que no iba hacer posible y tocaba descender, por eso debemos dar gracias al grupo de rescate y de indígenas, sin ellos, tampoco hubiese sido la extracción hoy (martes) porque la verdad estábamos muy lejos”, agregó.
SANTIAGO DECIDIÓ QUEDARSE CON JULIO
Santiago actuó de manera poco común en su situación: utilizó su reloj digital para informar a su familia sobre lo sucedido mediante mensajes. Sin titubear, les comunicó que se quedaría en la montaña esperando a que una brigada de rescate encontrara y ayudara a Julio Bermúdez.
Su padre, Yerson Aparicio, comprendió completamente la determinación de su único hijo varón. A pesar de reconocer el riesgo para su vida, lo respaldó y solo le pidió que se cuidara para que ambos pudieran regresar ilesos.
«Mi hijo, a pesar de tener sólo 27 años, muestra gran valentía y fortaleza. Aunque estábamos preocupados por la situación, estábamos orgullosos de que había optado por hacer lo moralmente correcto», expresó.
EL ACCIDENTE
El accidente de Julio Bermúdez se produjo en la mañana del pasado miércoles 13 de marzo cuando decidió descender de lo más alto del pico Colón en un parapente y una ráfaga de viento lo hizo perder el control del mismo, llevándolo a caer en una de las montañas más altas de la Sierra Nevada.
Conocido el incidente, Santiago decidió llegar hasta donde este se encontraba, teniendo en cuenta que había sufrido fracturas en diferentes partes del cuerpo y las mismas no les permitían estar de pie para movilizarse.
Desde ese día, Santiago cuidó y estuvo siempre al lado de Julio, brindándole no sólo apoyo, sino asistiéndolo con lo poco que llevaban en sus bolsos para esperar su rescate.