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Amelia Pérez se marchó en silencio y cabizbaja
Cabizbaja y decidida a no hablar del tema, así salió la jurista Amelia Pérez de la Casa de Nariño luego de renunciar a la terna presentada por el presidente, Gustavo Petro, para la elección de Fiscal.
Su decisión fue sorpresiva, dado que semanas antes había logrado la mayoría de votos –que no le alcanzaron para ser elegida pero la perfilaba como la eventual Fiscal–, pero un giro en la trama la puso en la picota pública, tras el escándalo desatado por las publicaciones políticas antiguas en X de su esposo.
Esta mañana, sobre las 9:05 a.m. ingresó al Palacio de Nariño para comunicarle al mandatario su decisión, poco después de conocerse su carta de renuncia a la Corte Suprema, que sorprendió al país y le inyectó drama a la elección.
Menos de dos horas después se conoció que Luz Adriana Camargo había sido elegida como la nueva Fiscal General de la Nación.
En Casa de Nariño el ambiente fue de total hermetismo. No hubo confirmación por parte del equipo de prensa del Presidente de que estuvieran reunidos, pero era lo más seguro, y tal encuentro se extendió un buen tiempo porque no fue sino hasta las 11:15 a.m. que la exfiscal de derechos humanos y exjueza de instrucción salió.
“Con la carta que yo pasé queda todo claro” y “no tengo opinión de la nueva Fiscal” fueron las únicas frases que pronunció a los periodistas que le insistieron en una declaración.
En su carta de renuncia, Pérez afirmó que su decisión se debía “al surgimiento e interferencia de factores extraños a una tranquila y pacífica elección, los cuales han sido atravesados por episodios perturbadores”. Incluso aseguró que se ha querido juzgar por un delito de opinión que no existe.
Argumentó que se veía en la obligación de dejar a salvo de todo riesgo de peligro a sus hijos./Colprensa