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Donaciana, feliz a sus 104 años
Donaciana María Navarro Molina es una abuelita samaria que este 2024 cumplió 104 años, nació el 7 de enero del año 1920, y en este Mes de la Mujer, también se convierte en testimonio de vida y superación.
Ella, tiene su mente muy clara, y recuerda que cuando era muy pequeña vivía en la parcela que tenían sus padres en aquel entonces, en el corregimiento de Mamatoco y a los 7 años de edad, la enviaron donde su madrina, en el centro de Santa Marta para que pudiera estudiar y así lo hizo con mucha dedicación.
Sus padres se vinieron a vivir a Santa Marta, con sus hermanos y además de estudiar se inclinó por el arte de la modistería, que aprendió observando y preguntando a una amiga de la familia. A los quince años, se dedicó de lleno a la modistería logrando obtener su sustento.
Su familia destaca que su longevidad se debe a su temperamento tranquilo y servir de buena manera a los que requirieron su ayuda, ya sea hermanos, sobrinos, cuñados, parientes, amigos y vecinos.
Con una gran sonrisa la señora Donaciana María asegura que su alimentación siempre fue bien saludable, era proporcionada por lo que producía la finquita de su familia. Tomaba leche espumosa, recién ordeñada de la vaca.
“Comí buena yuca con suero o queso, también la lechuga y zanahoria diariamente. Ninguna carne era frita, todo era asado, salpicado con cebolla, tomate y ají. Los domingos, sancocho de gallina criolla con ñame y yuca. No se tomaba jugo, no había licuadora, por lo que la fruta las bajábamos del árbol y directo a la boca, comíamos mango, guanábana, anón, papayas, zapote”, narra con picardía.
Donaciana María Navarro Molina contrajo matrimonio con Eustiorquito Bolaño Conrado, de estirpe guajira. Su hogar creció con la presencia de 9 hijos, cinco mujeres y cuatro varones: Nelson, Nuris, Adel, Neobis, Nancy, Anais, Alfredo, Alcides y Nubia.
Tiene 8 nietos que son su adoración: Nelson David, Nelson Eduardo, Robin, Vicky, Nivaldo, Carlos Andrés y María Claudia. Además, dos bisnietos, Nelso David y Sarah Sophia que la hacen sentir una súper orgullosa bisabuela.
“Como madre siempre fue protectora y nunca se le vio gritando ni insultando a sus hijos ni a nietos, por su carácter tranquilo, y si la falta era muy grave, usaba la correa para dos suaves correazos”, recuerdan con un poco de picardía sus hijos, quienes hoy agradecen a Dios, tener a su mamá viva y en buen estado de salud.
A sus nietos siempre les ha brindado apoyo y sus atenciones y a sus bisnietos no permite que ni sus padres les alcen la voz.
Entre sus recreaciones favoritas está el baile, el cual todavía practica siendo su música favorita la de las orquestas tropicales de su época. Y además la música de viento. Entre sus canciones predilectas se destaca ‘El Helado de Leche’, ‘Atlántico’ y es seguidora ferviente de la música de Carlos Gardel y sus tangos.
Trabajó siempre en su modistería y colaboró junto a su esposo, empleado de Bavaria a la educación de sus hijos, quienes gracias a Dios los hizo profesionales a todos. Por eso hoy en día es bien retribuido sus sacrificios por sus hijos que la tratan como una reina, no solo en este mes por ser el de la Mujer, sino todos los días.