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¡Alcalde, Atesa se burla de la ciudad!
Completamente invadido de desechos y con residuos acumulados permaneció ayer el separador vial generando malestar entre la comunidad.
Una grave contaminación ambiental es lo que está originando la proliferación de basuras esparcidas sobre el separador vial de la Calle 30, más exactamente en el acceso al barrio El Pando en Santa Marta.
´Esto es una burla de la empresa Atesa con Santa Marta y con el alcalde Carlos Pinedo que nos ofreció buenos servicios públicos. Lo que estamos viendo es que Atesa también le importa un pito el nuevo Gobierno. Entonces nos vamos a organizar para hacerle un paro cívico al Alcalde quien debe solucionar esta situación sacando a Atesa de la ciudad´, dijo el líder social Camilo Mendoza de la zona Sur de la ciudad.
INDIGNACIÓN COLECTIVA
Los moradores, vecinos y el comercio en general están indignados y molestos por la desatención de la Atesa cuya frecuencia en los recorridos que hacen los camiones de recolección no son suficientes para erradicar ese basurero a ‘cielo abierto’.
Según la denuncia ciudadana, el separador vehicular lo han convertido en un botadero de desperdicios, enseres, llantas, cajas de cartón y botellas plásticas dando una mala presentación al sector, y lo más grave: la contaminación reinante propiciada por la acumulación de basuras que emana olores desagradables.
Un comerciante del sector denunció que el crecimiento del basurero aumentó este fin de semana, en estos días de Carnaval, porque hubo un alto consumo de bebidas, de agua y espumas lo que dejó muchos recipientes sin una adecuada disposición final.
“Estamos preocupados por tanta inmundicia, esto requiere de una pronta solución ya que se encuentra en una zona comercial y además de mucho tráfico de automotores”. Estas basuras nos están perjudicando bastante, ojalá nos puedan ayudar a solucionar esta situación inclusive que se pueda sancionar a las personas inescrupulosas que están trayendo sus desechos en esta zona”, manifestó otro comerciante ubicado en la Calle 30.
QUEBRADA TAMACÁ ‘ASFIXIADA’
Es increíble, lamentable y triste, la gran proliferación de plásticos, desechos vegetales, muebles y otros desperdicios que contaminan a la quebrada Tamacá, junto a la calle 30 en Santa Marta.
Los residentes en este sector, así como la vecindad y los comerciantes ubicados en la carrera 16 con calle 30 lamentan esta deplorable situación que refleja la falta de compromiso ciudadano y la no adopción de buenas prácticas a favor del entorno y medio ambiente.
“Es urgente que se implementen actividades de sensibilización ecológica con una pedagogía lúdica ya que es más didáctica hacia la población infantil, esa misma que merece unos cuerpos de agua sanos y libres de tantas basuras”, dijo un habitante indignado.
Fue categórico al afirmar que, aunque sí se han realizado jornadas cívicas de recolección y limpieza, lo ideal es que se focalice más en la parte educativa con apoyo de las maestras y profesores.
La quebrada Tamacá está ‘asfixiada’ con tanta maleza y con esa gran cantidad de plásticos, icopores, botellas, latas y otros elementos que la contaminan poniendo en riesgo de inundaciones a los sectores aledaños en época invernal.
“Algunas personas de la misma comunidad, tienden a arrojar basuras que se quedan estancadas en la quebrada generando malos olores y mosquitos, donde hay adultos mayores y niños que pueden ser afectados”, dijo una lideresa.
Advirtió que lo más preocupante es cuando llueve ya que se represa el caudal y tiende a sobresalir hacia las casas que están cerca. Por esa razón fue directa al invitar a la comunidad para que tenga sentido común y haga reciclaje en casa.
Líderes y comunidad en general hacen un llamado a la Alcaldía Distrital de Santa Marta para que a través de la Oficina para la Gestión del Riesgo y el Cambio (Ogricc), haga una pronta intervención de la quebrada Tamacá a la altura del barrio La Lucha, de manera conjunta con el grupo de voluntarios del Comité Barrial Samario (Cobasa) que operan en la zona, en aras de poder identificar algunos escenarios que pueden representar un riesgo a la comunidad y que se ejerzan acciones preventivas.