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´Sí hubo bloqueo, intimidación y amenazas a los magistrados´
La Corte Suprema de Justicia volvió a pronunciarse en relación a las manifestaciones de este jueves y ratificó “la magnitud de lo ocurrido”, luego de que surgieran “versiones públicas dirigidas a minimizar la gravedad de los hechos registrados”.
Para tal fin, publicaron nuevamente el comunicado en el que rechazan enfáticamente lo que clasificaron como un “asedio al Palacio de Justicia de la Capital Republicana”.
Esta situación, dicen, “además de afectar gravemente el derecho de la libertad de locomoción, pone en grave riesgo la vida e integridad de magistrados, empleados, periodistas y demás ocupantes de la principal sede judicial del país”.
En el texto el alto tribunal exigió al Gobierno brindar las garantías necesarias para que los jueces del país puedan desarrollar sus funciones “sin presiones, hostigamiento o amenazas”.
LLAMADO A LA CALMA
Las más altas instancias judiciales se pronunciaron al unísono en contra de la escalada de violencia que se apoderó de las manifestaciones alrededor del Palacio de Justicia, en Bogotá.
La Corte Constitucional y la Corte Suprema fueron las primeras. Esta última, de hecho, fue la más atacada por quienes protestaron, con arengas de «corrupta» o «perezosa». Mas el punto más álgido llegó con lo bloqueos a las entradas del edificio Alfonso Reyes Echandía.
Tras la imposibilidad de que la magistratura de la Corte Suprema de Justicia, la Corte Constitucional, el Consejo de Estado y el Consejo Superior de la Judicatura pudiese salir del lugar, el presidente de la Suprema, Gerson Chaverra, calificó al hecho como un «asedio».
A su turno, varias entidades insistieron en el respeto a la institucionalidad y sus decisiones, la validación de la independencia de poderes públicos del país y la necesidad de que el ambiente para tomar correctas determinaciones en derecho sea tranquilo.
Fue así como la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), el órgano de justicia transicional diseñado para esclarecer los crímenes del conflicto armado, llegó a la conversación e hizo un llamado «a la calma y a la concordia».
«Manifestamos nuestro reconocimiento al trabajo y al rol que cumple a Corte Suprema de Justicia y nos solidarizamos con los magistrados de ese alto tribunal», apuntó la JEP en un comunicado, en el que invitó al Estado y a la comunidad internacional a rodear a la Corte.
Lo propio hizo el Consejo de Estado, el alto tribunal de lo contencioso administrativo, la alta corte que faltaba por poner de presente su hermandad judicial. Su presidente, Milton Chaves, aseveró que esa Corporación siente «profunda preocupación» por los hechos de violencia.
«El Estado de Derecho se cimienta en la garantía de los derechos de las personas, la separación de poderes, el principio de legalidad, la independencia y la autonomía judicial», expresó Chaves, quien dio a conocer su solidaridad con la Corte Suprema.
El consejero añadió que ese Tribunal «hace un llamado a la mesura y al respeto por la institucionalidad de los tres poderes del Estado», pues las decisiones de la Rama Judicial «deben estar libres de presiones o condicionamientos externos».
Mientras que el Tribunal Superior de Bogotá, por medio de un comunicado, hizo explícita «su condena», calificada como «vigorosa», hacia la «presión» a la que se vio sometida la Corte Suprema. «Expresamos un total acompañamiento, solidaridad y apoyo unánime», remarcó.
«El Tribunal hace votos para que se estabilice la situación y se garantice el respeto y la autonomía de nuestra Honorable Corte Suprema en la toma de decisiones que son de su exclusiva competencia», concluyó la instancia superior del Distrito Judicial de Bogotá./Colprensa