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Erosión fluvial está que se ´traga´ a San Roque
En San Roque, corregimiento de El Banco, la erosión del río Magdalena sigue poniendo en peligro a sus pobladores.
El diputado Edgar Arias ha hecho un llamado al Comité de Gestión del Riesgo Municipal, a la Unidad Nacional y Departamental de Gestión del Riesgo de Desastres y a las demás autoridades competentes para que se atienda la emergencia que se presenta en el corregimiento de San Roque, jurisdicción del municipio de El Banco, donde el río Magdalena continúa amenazando con desaparecer la plaza principal de este territorio.
Los bajos niveles del río Magdalena han agravado la situación precaria de las familias y otras que se asientan en el terreno, debido a que enfrentan un riesgo inminente debido al colapso continuo de la tierra.
«La petición va dirigida al Comité de Gestión del Riesgo Municipal, a la Unidad Nacional y Departamental de Gestión del Riesgo de Desastres y a las demás autoridades competentes para que se atienda la emergencia que se presenta en el corregimiento de San Roque, jurisdicción del municipio de El Banco, donde el río Magdalena amenaza con desaparecer la plaza principal de este territorio», fue el mensaje del dirigente político.
«Más de cien casas de este corregimiento se encuentran directamente amenazadas por esta erosión descontrolada. A pesar de las múltiples solicitudes de asistencia y las pruebas visuales presentadas, incluyendo fotografías y vídeos que documentan la gravedad del problema, ni las autoridades locales ni nacionales han respondido con medidas concretas para atender esta emergencia”, manifestó Rosa Helena Pérez, líder comunitaria.
La comunidad a través de un video difundido en redes sociales mostró su preocupación por la magnitud de la erosión del río y como este se ha llevado a su paso gran parte de la ribera. En la grabación se aprecia la caída de un árbol y las grandes grietas a metros de la iglesia principal y cientos de viviendas.
Recordemos que, en el año 2021, el Gobierno Nacional realizó una intervención que consistió en la construcción de un muro armado de tierra o jarillón, con una longitud de 280 metros lineales y una altura aproximadamente 2 metros. Hasta la fecha, este proyecto, que tenía como objetivo evitar el socavamiento del afluente, no ha logrado los resultados esperados, generando más desasosiego y temor constante entre la comunidad.
