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La película ‘Pájaros de verano’ es una producción cinematográfica de Ciro Guerra y su esposa, Cristina Gallego.
El gran momento de “Pájaros de verano” fue a las 7:00 de la noche, hora de Cannes, cuando el Teatro Croisette recibió a los invitados especiales y se proyectó la cinta colombiana, que recibió el honor de dar apertura a esta sección paralela e independiente del Festival de Cannes.
Venganza, muerte, explosiones espectaculares… “Pájaros de verano”, que se estrenó este miércoles en Cannes, abunda en ingredientes de un filme de acción que el colombiano Ciro Guerra ambienta en la región indígena de La Guajira, cuna del narcotráfico.
El director de la exitosa “El abrazo de la serpiente”, única película colombiana nominada a los Óscar, regresa así tres años después a la Quincena de Realizadores, inaugurando además esta sección independiente del Festival de Cannes.
Junto a Cristina Gallego, productora de sus anteriores cintas, Guerra retrata la época de la llamada ‘bonanza marimbera’ en los años 1970, cuando la explosión del comercio de marihuana trajo tanto dinero como violencia y ruina moral a los Wayuú de La Guajira, la mayor comunidad indígena del país.
A pocas horas de la gala de apertura de la Quincena de Realizadores, los directores y los actores Natalia Reyes, Carmiña Martínez, José Acosta, José Vicente Cotes y John Narváez no pararon de dar entrevistas a la prensa de todo el mundo, que pudo ver la película, hasta ese momento, en una función especial matutina.
“La recepción de los periodistas en la proyección fue increíble, arrancamos los primeros aplausos de la Quincena de Realizadores que empezó hoy pues Pájaros de verano fue la primera cinta en exhibirse y hemos tenido un feedback muy positivo”, explicó Cristina Gallego, quien lidera el grupo de talentos colombianos que durante dos días ha atendido decenas de entrevistas.
“Hoy es nuestro segundo día de entrevistas, dos días de mucha actividad. Parte de la prensa francesa ya había visto la película en un adelanto en París y recibieron muy bien esta historia que no había sido contada”, dijo ayer desde Francia, la directora.
Sin embargo, el gran momento de “Pájaros de verano” fue a las 7:00 de la noche, hora de Cannes, cuando el Teatro Croisette recibió a los invitados especiales, entre ellos al director Martin Scorsese, quien fue honrado con el premio Carroza de Oro y se proyectó la cinta colombiana, que recibió el honor de dar apertura a esta sección paralela e independiente del Festival de Cannes.
“Pájaros de verano”, una coproducción entre Colombia, México, Francia y Dinamarca, es producida por Cristina Gallego y Katrin Pors y tiene como casas productoras a Ciudad Lunar y Blond Indian Films, en coproducción con Snowglobe, Pimienta Films y Films Boutique; en asocio con Caracol Televisión, Cine Colombia, Dago García Producciones, Bord Cadre y Labodigital – EFD.
La cinta se desarrolla en la época de la llamada ‘bonanza marimbera’, cuando el lucrativo negocio de la venta de marihuana a Estados Unidos, fue un presagio de lo que marcaría a un país por décadas. En La Guajira, una familia Wayuú vivirá en carne propia las consecuencias del choque entre la ambición y el honor. Su cultura, sus tradiciones y sus vidas serán amenazadas por una guerra entre hermanos cuyas consecuencias las sentirá el mundo entero.
CON LOS DIRECTORES
Hacer una película sobre el narcotráfico en Colombia y buscar diferenciarla del resto es un reto.
GUERRA: Sí, pero la historia sobre la bonanza marimbera como el origen de la vorágine que vino después nunca había sido contada en el cine. Es desconocida de las nuevas generaciones.
GALLEGO: Siempre se nos alabó porque las películas que hacíamos no tenían nada que ver con el narcotráfico. Pero teníamos una deuda con nuestra propia historia. Quisimos acercarnos a ella sin glorificar a los criminales, hablar de lo que nos pasó como país, cómo tantas cosas se han destruido con el narcotráfico.
¿»Pájaros de verano» podría haber visto la luz sin el éxito de «El abrazo de la serpiente»?
GALLEGO: Empezamos a trabajar en ella antes de rodar «El abrazo». En Colombia se creó un estímulo para grandes producciones y se nos dio un capital semilla. Pero todo lo que pasó después obviamente nos ayudó a que la financiación se cerrara rápidamente. Creo incluso que es la primera vez que una película colombiana logra preventas.
Ambas películas exploran el choque de una comunidad indígena con la cultura occidental.
GUERRA: Ese choque cultural es un tema fascinante que tiene miles de aristas. Todos somos hijos de esos choques (colonialismo, migraciones…) y para nosotros es un material infinito para nuevas historias ya que en Colombia esos conflictos están vivos.
¿Hay una intención de combinar los géneros de acción?
GUERRA: Sí, tiene elementos del cine negro, del género de gánsters, del western, de historias de García Márquez y de la tragedia griega. Tratamos de hacer películas que no se hayan visto antes.
La venganza aparece como un motor vital de la comunidad Wayuú.
GALLEGO: Sí, es una sociedad que se basa sobre todo en el comercio, incluso para las relaciones. Las mujeres se pagan pero también si yo te ofendo yo debo pagarte con dinero. Es la cuna del capitalismo.
GUERRA: ¡No hay nadie más orgulloso que un wayuu!
También es una sociedad matriarcal, lo que en los tiempos actuales, le da un cariz feminista a la cinta.
GALLEGO: De alguna manera. Las mujeres wayuu son fuertes política y económicamente. Pero no tienen voz ni actúan fuera de su casa. Siempre están detrás.
¿Se divirtieron durante el rodaje en el desierto?
GUERRA: ¡Ha sido el rodaje más duro que hemos tenido!
GALLEGO: Para nada. La Guajira es un territorio agreste que ha repelido históricamente desde los piratas a los españoles y los ingleses. Y nosotros no fuimos la excepción. Estuvimos expuestos a las tormentas de arena pero también a las inundaciones. La comunidad también es bien difícil.
¿Trabajaron con muchos locales?
GALLEGO: El reparto es una mezcla de actores profesionales y aficionados y los wayuu no reconocen gran parte de la ley de los gobiernos locales ni las fronteras. A su vez, sus normas y sistema de mediación son válidos para nuestras autoridades. Y así trabajamos nosotros con ellos…
La película muestra una lujosa casa de diseño construida en medio del desierto. ¿Realmente fue así durante la bonanza?
GALLEGO: Sí, todavía quedan ruinas de casas que fueron diseñadas por arquitectos italianos con estilo rococó. Había muebles y accesorios de lujo, pero eso sí, ¡el piso era de tierra!
¿Cómo anda el próximo proyecto con el actor británico Robert Pattinson?
GUERRA: Es una adaptación del libro «Esperando a los bárbaros», de J.M Coetzee y esperamos empezar a rodar a fines de año en Marruecos. Será mi primera película fuera de Colombia y en inglés. / AFP – Prensa película