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Mantener con formol los cadáveres, el nuevo negocio de funerarias

La partida de un ser querido es quizá uno de los sentimientos de tristeza más grande que podría existir para cualquier persona, el no volverlos a ver, es un dolor inexplicable que se revive cuatro años más tarde cuando los restos son trasladados a otro lugar, siendo aún más traumático y doloroso para quienes descubren los cuerpos incorruptibles, tal como fueron sepultados en el día uno.

En Santa Marta se ha denunciado que al momento de exhumar los cuerpos, una vez cumplen su tiempo en las bóvedas o deben ser traslados a otro sitio, se encuentran completos, sin estar en descomposición como debería, tras largos años sepultados.

´El negocio de las funerarias está por encima del dolor por perder a un ser querido. Es el dinero quien lidera actos inapropiados por parte de estas empresas fúnebres, no respetando el dolor ajeno, y convirtiendo así a los difuntos en momias subterráneas.  Este hecho atroz, que revive la aflicción de los familiares y allegados se resume en embalsamar cuerpos que se enterraran el mismo día o al siguiente día antes de cumplir las 24 horas, procedimiento que es innecesario, ya que un cuerpo enterrado dentro de un ataúd estándar suele empezar a descomponerse en el plazo de 24 a 48 horas después de la muerte´, denunció e párroco sacerdote del Cementerio San Miguel, Fajid Álvarez Yacub

Desde que se comercializó el negocio de la preparación de los muertos, estas empresas han optado por recurrir al formol para que un cadáver se preserve, impidiendo su degradación y descomposición.

De este modo, el cuerpo tratado con este líquido incoloro puede colocarse en el féretro para el desarrollo del velatorio, pero ¿Por qué las funerarias realizan este procedimiento cuando el cuerpo será enterrado el mismo día? La respuesta está en la incrementación de $400.000 mil pesos adicionales al plan funerario. El negocio de estas organizaciones lúgubres.

Los familiares al estar presentes en el proceso de exhumación, tienen que presenciar el cuerpo del difunto sin estado de descomposición, el  cual tiene que ser sometido a cortar sus extremidades, para los restos humanos, enseres o elementos personales se identificaran y se enumeraron, y se protegerán y preparará para traslado en caja de restos individualizada y homologada o en dependiendo del caso, se trasladarán al osario general destinado a recoger los restos cadavéricos provenientes de las exhumaciones. Hecho que revive el episodio de dolor que quizá no estaba cicatrizado.

CENSURA DE LA IGLESIA

El padre Hernando Fajid Álvarez Yacub, a cargo del cementerio San Miguel, expresó su repudio “No veo razón del porque si una persona se muere en la mañana y el sepelio es por la tarde, lo embalsaman. Esto no amerita preparación, sobre todo cuando el cuerpo tiene que ser exhumado cuatro años después. Ahí está el negocio sucio de las funerarias” dijo.

El sacerdote aseguró que este procedimiento muchas veces innecesario, resulta para las familias además de doloroso, un gasto adicional, ya que se requiere de entre $400.000 a $600.000 para realizarlo.

“Quienes tienen que corregir esta situación son las funerarias que son las encargadas de la preparación, si no lo ameritan no lo hagan, sean más responsables con esto”, expresó el sacerdote a cargo del cementerio del Centro Histórico de Santa Marta.

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