HOY DIARIO DEL MAGDALENA
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Vendedores de jugos se quejan por bajas ventas

Afirman que, desde la reubicación, las ventas han tenido un descenso que pone en riesgo su supervivencia y la de sus familias. 

Tomarse un jugo en el Camellón de la Bahía se ha convertido en una actividad de alto riesgo, así lo afirman los vendedores de estos tradicionales productos, quienes aseguran que el alto número de habitantes de calle y el constante consumo de droga en la zona les aleja la poca clientela que llega a este punto.

La reubicación de los vendedores de jugo de la Calle 16 al nuevo Camellón de la Bahía ha estado inmersa en diferentes polémicas, una de ella obedece al sitio que fue dotado por la Alcaldía de Santa Marta para que estas personas pudieran realizar su actividad comercial, sin embargo, el espacio otorgado se encuentra apartado del sector en el que transitan los turistas, y por lo contrario, están a un costado de la zona de pescadores, la cual es utilizada por algunas personas y habitantes de calle para el consumo de drogas durante todo el día, espantando a quienes desean realizar sus compras por los fuertes olores e inseguridad que refleja el área.

Nacid Andrade, uno de los vendedores reubicados en esta zona del renovado camellón, afirma que las autoridades que circulan en toda la Bahía, presuntamente no ejercen la presencia que se requiere.

“Aquí la Policía viene de entrada por salida. Tanto los que vienen a pie como en bicicleta o en motos, ellos no se quedan un rato para ver lo que está pasando. Acá estamos sufriendo mucho por la presencia de indigentes, mucha drogadicción, acá se ve de todo, este pedazo se ha convertido en foco de inseguridad y la gente se da cuenta de eso, por eso no quieren llegar a comprarnos”, denunció el vendedor.

El consumo de sustancias alucinógenas inicia, según los vendedores, desde las 5:00 de la mañana y se extiende durante todo el día ante la vista de la Policía Metropolitana de Santa Marta que cuentan con un CAI en este sector, sin embargo, este no ejerce el control necesario para evitar estos actos.

“La gente viene con la intención de relajarse, tomarse un jugo con la familia, pero con ese olor no se puede y se van a otros lugares. Nosotros nos sentimos abandonados, esa reubicación a nosotros no nos ha convenido, acá en esta zona no se vienen a bañar y por consiguiente nuestra economía va cada vez peor”, agregó Andrade.

Por su parte, el golpe a la economía de estos vendedores ha sido muy fuerte, teniendo en cuenta que por las problemáticas expuestas, la clientela ha decidió acudir a otros lugares de la ciudad e incluso del mismo Camellón, poniendo en riesgo el sustento diario de ellos y sus familias.

“Yo tengo más de 30 años en esta labor de la venta de jugos, y le puedo decir que nunca me había ido tan mal como me va en este punto. Acá no se alcanza a vender ni el 50% de lo que vendíamos en la 16. Si a nosotros nos hubieran ubicado en el sector de la Marina otra cosa fuera, pero como nos impusieron este lugar, ahora se están viendo las consecuencias”, puntualizó el vendedor de jugos naturales.

Finalmente, el llamado que hacen los veteranos vendedores de jugos del camellón, es a que las autoridades les ayuden con patrullajes constantes en la zona, una intervención en la zona para liberarla del consumo de drogas y a la Alcaldía que se ejecuten campañas para que los turistas sepan que al final de este renovado lugar, hay un grupo de hombres y mujeres que ofrecen jugos que hacen parte de una tradición que lleva muchos años en la ciudad.

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