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Essmar y EPM callan ante el ‘yo con yo’ del ‘mamarracho navideño’
Después de quedar en evidencia la estrategia del ‘yo con yo’ entre Essmar y su Agente interventor, la EPM y ésta misma empresa sobre el ‘mamarracho’ navideño que le terminará costando a los samarios inicialmente $139 millones, desde el Concejo Distrital se conocen las primeras inquietudes y voces de rechazo a esta práctica ilegal que debiera ser objeto de investigación por parte de los organismos de control.
La anterior suma de dinero deberá desembolsarla Essmar, si los elementos alquilados llegan en buen estado. Si son objeto de vandalismo deberán reponerlos o pagarlos como nuevo. Pero además, no se incluyó en el contrato ´yo con yo´ la instalación, mantenimiento y desmonte de las luces y figuras, a las que la gente les puso el apelativo de mamarrachos para ridiculizar un alumbrado que fue instalado a las carreras y sin nada novedoso que mostrarle a los samarios.
LAS DUDAS
El manto de dudas que ha dejado para la comunidad samaria la adjudicación del contrato interadministrativo 108, celebrado entre la gerencia especial de la Empresa de Servicios Públicos (Essmar), regida por orden de la Superservicios por EPM, y la misma EPM de Medellín, para trasladar desde Cartagena cinco kits de luces y figuras que conforman el alumbrado o también conocido como el ‘mamarracho navideño’, que para esta oportunidad tuvo un valor de $139 millones 186 mil 776 pesos, sigue sin ser despejado. Hay un silencio por parte de la Essmar donde la estrategia desde que fue intervenida ha sido la de no informar sobre el escenario en que se fraguó ese ‘yo con yo’.
HOY DIARIO DEL MAGDALENA contactó a la oficina de comunicaciones de la Essmar para desatar los datos suspicaces que rodean este contrato, pero no se obtuvieron declaraciones. Paradójicamente se nos informó que hay prevista una conferencia de prensa para el 10 de enero, es decir, cuando ya el ´mamarracho´ ha viajado de regreso a su lugar de origen, de donde lo sacaron
El concejal Efraín Vargas Corvacho, aseguró que, si bien la Ley faculta los contratos interadministrativos, no es muy bien visto que se den este tipo de acuerdos en el contexto de la toma de posesión. El cabildante no descarta que después de un estudio meticuloso quepa la posibilidad de impedimentos ignorados, y que puedan significar una investigación disciplinaria y fiscal por parte de los entes de control.
Y ante silencio que prefiere guardar la Essmar, asegura Vargas que “es importante que la empresa, a través de su apoderado, dé las explicaciones necesarias referentes al caso para que los samarios estemos tranquilos o sigamos preocupándonos, dado que los recursos deben ser invertidos con trasparencia para preservar la prestación de los servicios públicos”. Además, aseguró que está en el tintero un debate de control político al que será citado el apoderado de EPM, para que entregue el actual panorama financiero y técnico de esta entidad.
De otra parte, sobre el principio de austeridad, en el cual ha querido justificarse la pobreza del alumbrado, el líder político aseguró que ante las proyecciones turísticas que tiene la ciudad, hay que realizar inversiones que, como efecto dominó, muevan la economía y terminen provocando unos dividendos que, bajo los conceptos de impuestos y facturación, retornan a las arcas del Estado y por ende a la misma Essmar.
“Santa Marta no debe mostrarse solamente limpia, amable, agradable sino también con el espíritu de las fiestas decembrinas que motive a los visitantes a regresar. Por tanto, la ciudad debe exhibir la mejor cara, siendo así, el discurso de la austeridad aquí no aplica. El alumbrado es insuficiente para toda la oferta turística que se tiene en diferentes puntos que años atrás eran atendidos con las iluminarias”, expresó el concejal.
Por último, Efraín Vargas no ahorró palabras para expresar su preocupación por los efectos colaterales que se pueden desprender de una contratación que dejó de lado la instalación, transporte, mantenimiento y desmonte de las luces. Asegura que lo que más le preocupa es el estado de vida útil de las luces y figuras, además del recorrido que han tenido y el tiempo de almacenamiento en una bodega en la capital de Bolívar.
“Este alumbrado, muy seguramente fue utilizado hace muchos años en otras zonas, y esto no nos da garantías que cumpla con los requerimientos de seguridad, no porque la empresa así lo haya querido, pensando en buena fe, sino que sencillamente al estar este material almacenado en una ciudad como Cartagena, que tiene problemas de salitre.
Y a pesar de ser antiguo, a lo mejor dado de baja, sigue siendo usado en territorios donde EPM presta sus servicios… Santa Marta merece cosas mejores, un alumbrado atractivo y competitivo nacionalmente y el mostrado aquí, claramente no lo es”, concluyó Vargas Corvacho.