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Un grupo de uniformados especializados del comando de la Policía Metropolitana de Santa Marta, en coordinación con la Fiscalía General de la Nación, lideran las investigaciones para esclarecer, en su totalidad, el doble crimen que perpetraron sicarios en moto durante la noche del martes en el sur de esta capital.
Los agentes, que deberán establecer las circunstancias de tiempo, modo y lugar, se trasladaron hasta el lugar de los hechos para adelantar las labores de campo, que consistieron en la recopilación de vídeos grabados por cámaras de seguridad de viviendas y locales comerciales cercanos a donde ocurrió la tragedia.
Los peritos judiciales también recogieron las versiones de las personas que residen en esa zona y que se percataron de la acción sicarial, además entrevistaron a los familiares de las víctimas. Con lo anterior, empezaron a armar el ‘rompecabezas’ para individualizar, ubicar y capturar a los responsables.
El deseo de los grupos armados que delinquen en esta capital de querer ingresar a los acuerdos de paz con el Gobierno Nacional parece ser que quedó en el pasado y han roto las cartas que enviaron en varias oportunidades al presidente con el fin de que los incluya, pues la ‘racha’ de homicidios no cesa en la ciudad.
LAS DOS VÍCTIMAS
El comando de la Policía Metropolitana, a cargo de la coronel Adriana Gisela Paz Fernández, después de 12 horas de recopilación de información a través de la Seccional de Investigación Criminal – Sijín –, pudieron determinar en pleno las identidades de las personas que perdieron la vida en esta incursión sicarial, que además de generar pánico, tiene conmocionado a los habitantes.
La institución informó que se trata de Miguel Ángel Urueta Olaya, de 21 años de edad, oriundo de Santa Marta, conocido como alias ‘El Sobri’ o ‘El Mono’, y Abel Cérquera Chacón, de 36 años de edad, natural del municipio de Soledad, Atlántico.
TENÍA CASA POR CÁRCEL
Así mismo, por medio de un informe detallado, los funcionarios a cargo de la investigación del doble homicidio, indicaron que Urueta Olaya, apodado o conocido como alias ‘El Sobri’, presenta una anotación judicial por el delito de fabricación, tráfico y porte de estupefaciente, luego de haber sido capturado en el año 2020 en el mismo sector donde fue ultimado a balazos.
Además, agregaron que este presunto vendedor de drogas, contaba con medida de aseguramiento de casa por cárcel luego de un Juez Municipal con Funciones de Control de Garantías se lo otorgara. Es decir, en el momento en que fue atacado a bala, debió estar en su lugar de residencia cumpliendo con tal decisión.
En cuanto a Cérquera Chacón, la Policía señaló que no presenta anotaciones judiciales, por lo que investigan si su asesinato guarda relación con el atentado o fue atacado a bala por estar acompañado de alias ‘El Sobri’.
DISPUTA TERRITORIAL POR TRÁFICO DE DROGAS
Las hipótesis preliminares que tienen en poder las autoridades que investigan el doble homicidio, dan cuenta que este hecho estaría relacionado con una presunta guerra entre bandas criminales por el control territorial del tráfico de drogas en menores y mayores cantidades.
“Llegamos al sitio una vez nos informaron del doble homicidio. Atendimos el caso y de inmediato abrimos las debidas indagaciones para, primero, esclarecer el suceso, conocer las causas, y, segundo, capturar a los responsables, tanto autores materiales como intelectuales. Pero podemos decir que se habría tratado de un ajuste de cuentas por líos con el tráfico de drogas”, dijo una fuente policial.
EL CASO
El doble crimen se registró en la carrera 15A entre calles 4 y 5 del sector conocido como La Cangrejera, en Gaira. De acuerdo con la información que recopilaron los investigadores en la escena del crimen, hasta la dirección descrita llegaron dos individuos a bordo de una motocicleta y después de visualizar la zona, interceptaron a las víctimas y quien hacía las veces de parrillero, desenfundó un arma de fuego y les disparó.
Según testigos, Urueta y Cérquera, intentaron correr para poner su vida a salvo, sin embargo el ‘experimentado’ sicario los persiguió y los atacó hasta dejarlos sin vida sobre el pavimento. “Fueron momentos de angustia, no sabíamos dónde meternos de tantos disparos que se escucharon”, dijeron residentes del sector.
“Ellos estaban tomando en la esquina de la calle 4 con carrera 15A. Todo estaba tranquilo y hasta con música. Pero inesperadamente sentimos una ráfaga de tiros. Muchos salimos a ver pero al darnos cuenta nos tocó resguardarnos para no salir heridos. ¡Fue extremadamente!”, dijo una señora que veía la novela de Leandro Díaz en la sala de su casa.
Finalmente, funcionarios de la unidad móvil de criminalística del CTI de la Fiscalía adelantaron la inspección técnica del cadáver y al culminar los actos urgentes condujeron los cuerpos hasta la morgue de Medicina Legal y Ciencias Forenses.