Corpamag invita a proteger las mariposas y orugas que habitan el departamento del Magdalena

Las mariposas son insectos extraordinarios y Colombia es afortunada por tener el 20 % de todas las especies del planeta. Coloridas, juguetonas y delicadas vuelan en muchos de nuestros ecosistemas, actuando como polinizadores, fuente de alimento y como bioindicadores del medio ambiente.

Se agrupan en un orden denominado lepidópteros, convirtiéndose en uno de los insectos más numerosos del planeta. Antes de alcanzar la adultez, las mariposas deben nacer de un huevo en forma de larva u oruga, alimentarse hasta reunir los suficientes nutrientes y, al cabo de algunas semanas, tejer un capullo o pupa, dentro del cual se producirá la metamorfosis. Finalmente, el imago o adulto volador emerge del capullo.

Algunas especies tienen hábitos diurnos y otros nocturnos y sus larvas proveen de alimento a diversas especies de seres vivos en la naturaleza.

En el caso de las orugas estas tienen diferentes tipos de estructuras externas que alertan a sus depredadores sobre posibles compuestos químicos presentes en su cuerpo, las cuales pueden verse como pelos o vellos, algunos pueden parecer como pequeños hilos de algodón o colores llamativos fuertes los cuales utilizan para alertar a su depredador.

Las mariposas son muy sensibles a las consecuencias del cambio climático (especialmente en lo que se refiere a los periodos de floración de las plantas y, por tanto, a la disponibilidad de néctar), y se ven afectadas por el uso de pesticidas en la agricultura.

En el departamento del Magdalena existe una gran variedad de mariposas y según estudios científicos se tienen plenamente identificadas 70 especies, de las cuales se caracterizan por su belleza: La mariposa Pavo Real (Anartia amathea), la Morpho Azul (Morpho sp.), Mariposa Cebra (Heliconius charithonia) la cual llama la atención por su longevidad, con un periodo de 3 meses de vida, algo poco común en estos insectos.

Así mismo, se destacan las especies Dryan iulia, Heliconius melponene, Anartia jatrophoe, Euptoieta hegresia, Dynamine postverta, Actinote equatoria, Zaretis itys, Hypoleria ocalea, Phoebis sennae, Phoebis agathe, Eurema gratiosa, Eurema albula, Leptophobia eleone, Ascia sincera, Ascia monuste, Perides anchises, Perides erithalion, Battus polydamas, Urbanus proteus, Chioides catillu.

Un capítulo especial para la Especie Megalopyge lanata

En árboles frutales como el mango o guayaba podemos encontrar a la oruga Megalopyge lanata, la cual puede alcanzar un tamaño que oscila entre los 3 a 4 centímetros.  Estas orugas, antes de convertirse en mariposa, presentan estructuras parecidas a pelos o espinas que al ser manipulados por una persona, son urticantes causando dolor en el área afectada.

Como acostumbran permanecer en los árboles frutales, es necesario estar alertas dado que tienden a bajar a los troncos. Usualmente no se caen, están en las hojas y es donde ocurre el contacto, por ello, es importante la prevención y en caso de manipularlas consulte con su médico.

La Corporación Autónoma Regional del Magdalena CORPAMAG,  recalca que esta es una especie importante para el control de la capa vegetal en estado larval y además, una vez llegan a ser mariposas cumplen la función de polinizador.  Es deber de todos aprender a coexistir con las especies silvestres que habitan en nuestros ecosistemas protegiendo sus diferentes estados de vida.