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Niñas menores migrantes venezolanas son explotadas sexualmente en el Distrito
Por:
ESMERALDA PINEDA
La explotación sexual infantil es un delito de alto impacto que afecta la integridad de niños, niñas y adolescentes de Santa Marta, la cual puede estar ligado a algunas dinámicas económicas como el turismo.
Santa Marta es una ciudad puerto que recibe más de un millón de visitantes al año y alrededor de las actividades turísticas pueden ocurrir situaciones relacionadas a la explotación sexual de los menores de edad, por lo general cuando no hay una debida diligencia y cuidado ante los entornos de precariedad económica existentes.
La defensora de los Derechos Humanos, Jennifer Del Toro, manifestó que en el 2019 se adelantó una investigación con la Universidad del Magdalena relacionada con el delito de explotación sexual y la trata de personas.
“Se encontraron más de 234 casos que no estaban registrados por los distintos sistemas de monitoreo de estos delitos, ni en la Fiscalía, ni la Policía, esto quiere decir, que las autoridades están manejando un registro muy alto de esta dinámica delictiva que además mueve muchísimo dinero”, aseguró la defensora.
En el Magdalena este fenómeno se ha ligado con la oleada migratoria. “Encontramos una victimización muy marcada hacia niñas entre los 9 y 14 años de edad migrantes venezolanas que están en nuestra ciudad, y también un fenómeno relacionado a otras formas de violencia como la de género, violencia intrafamiliar y el abuso sexual al interior de los hogares”, agregó.
Del Toro dijo que después de la investigación que se realizó en el 2019, el Comité para la Prevención de la Trata de Personas quedó con un plan de acción a compromiso de vigencias futuras.
“Lo que hemos visto es que el comité está desactivado y no está siendo capaz de atender este problema que es tan agudo a nivel departamental”, afirmó.
Así mismo, dio a conocer que: “Hemos tenido conocimiento de unas denuncias que ocultan en la Fiscalía por cuenta de casos de restaurantes del Centro Histórico de Santa Marta en el que se estaban ofreciendo a través de catálogos las fotografías de niñas y niños para hacer parte de estos circuitos de la explotación sexual infantil, situación que nos parece grave y ponemos de manifiesto ante la opinión pública que esto por muy horroroso que parezca está sucediendo en nuestra ciudad”.
Cabe resaltar, que existen distintas modalidades de explotación sexual, las cuales se pueden dar por el turismo, la pornografía y la circulación de imágenes de niños, niñas y adolescentes en los medios cibernéticos.
“Existe también la explotación que adquiere la modalidad de trata de personas, cuando los niños son captados, trasladados y explotados a un lugar de destino. Estas son como básicamente las modalidades que este delito asume”, indicó Del Toro.
También existen otras formas de explotación a menores que no tiene que ver con las dinámicas sexuales.
“La explotación laboral y la mendicidad son otro flagelo en el distrito de Santa Marta, donde se ha documentado la existencia de redes que se dedican a la explotación de los niños en la mendicidad y esto va en contravía de todos los tratados internacionales que protegen los derechos de la infancia y el bienestar. Toda esta situación genera graves afectaciones sobre el desarrollo psicosocial, cognitivo y afectivo de los niños, lo cual los condiciona a una vida ‘cargada’ de mucho sufrimiento”, precisó la defensora de los Derechos Humanos.
Lo más grave de esta situación, es que cada día decenas de niños se encuentran deambulando por las calles del Centro Histórico de Santa Marta.
“Muchos niños andan deambulando en la calle sin el resguardo de adultos responsables y esto es un peligro no solamente para ellos, sino para la estabilidad, la convivencia y la seguridad de nuestra ciudad. No se puede permitir seguir viendo este panorama de horror de niños y niñas explotados”, puntualizó.
Finalmente, la defensora Jennifer Del Toro, le hizo un llamado al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Icbf y al distrito de Santa Marta para que tomen acciones con resultados contundentes.
“Ellos tienen unos planes de acción que son aprobados cada año con una vigencia anual. A nivel de Bienestar Familiar, tienen unos deberes, como hacer un censo completo, a través de sus unidades de búsqueda, y un censo de los niños que están en condición de calle”.