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Fedegán sale en defensa de las exportaciones de ganado
“¡Los más interesados en el bienestar animal somos los ganaderos!”. De esta manera el presidente de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), José Félix Lafaurie, volvió a cuestionar la iniciativa que busca prohibir progresivamente la exportación marítima de animales en pie con fines de consumo.
“Es un error intentar prohibir las exportaciones de ganado en pie por fanatismos e ideologías animalistas sin tener la menor idea de cómo los bovinos viajan en los barcos de bienestar animal”, escribió el dirigente gremial en su cuenta de Twitter.
A su turno, el economista Óscar Cubillos Pedraza, jefe de la Oficina de Planeación y Estudios Económicos de Fedegán, explicó que el proyecto “incluye la total restricción al comercio de bovinos, a los mercados a los cuales hoy exportamos como Egipto, Arabia Saudita, Jordania y Líbano, y solo se llega por mar”.
A su juicio, esto sería regresivo pues luego de más de una década de esfuerzos para abrir nuevos mercados, nos obligaría a concentrarnos en uno solo, Venezuela, como antes de 2009, para movilizar los animales por tierra.
El gremio hizo eco de un mensaje que circula en redes sociales que invita a los ganaderos a realizar un paro frente al proyecto de ley que prohibiría envíos de animales por vía marítima.
De acuerdo con el mensaje que circula en redes sociales como WhatsApp, los ganaderos estarían pensando a organizar un paro para exhortar a los congresistas que presentaron el proyecto a retirarlo y a archivar la iniciativa, porque la consideran lesiva.
¿Por qué lo quieren prohibir?
El primer objetivo de la iniciativa, presentada por la senadora Andrea Padilla (Partido Verde), es “erradicar el sufrimiento extremo e innecesario que se les causa a los animales que son exportados vivos o en pie por vía marítima, con fines de consumo, y proteger la moral pública y social relativa al cuidado de todos los seres vivos sintientes”.
Y el segundo es beneficiar a los productores colombianos, dado que, según el documento, la exportación de animales vivos tiene efectos económicos negativos por tres vías: la pérdida del valor agregado para la economía nacional; la pérdida de recursos fiscales y parafiscales, ya que cada animal exportado vivo implica una disminución de los recursos del Fondo Nacional del Ganado y del impuesto de Degüello Departamental; y la pérdida de empleos directos e indirectos en toda la cadena de producción, en actividades como el transporte, manejo y sacrificio de los animales