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Son por lo menos 100 vehículos que han invertido en esta apuesta tecnológica contra la delincuencia. El sistema permite individualizar a quienes intentan agredir al conductor o los usuarios.
Cansados de los hurtos en el servicio público colectivo de la ciudad, 100 propietarios de buses y busetas se unieron para la instalación de un circuito de cámaras de seguridad que permite individualizar a quienes suban a los vehículos con la intención de cometer un acto delictivo que ponga en riesgo la vida de los usuarios.
Los conductores han identificado un mapa de riesgo, los sitios que con más frecuencia son asaltados. Entre esos puntos está la calle 30, la Troncal del Caribe cerca de Gaira y el 17 de diciembre.
“La verdad es que nosotros nos sentimos muy inseguros. Salimos a buscar el pan de cada día con el temor de que algo nos pueda ocurrir. Cuando empieza a oscurecer, a las 6:30pm más o menos, ya uno tiene recelo para entras a esas zonas”, agregó Julio Payares, líder del gremio.
Estos dispositivos de vigilancia en los buses del Sistema Estratégico de Transporte Público de Santa Marta (SETP) son la alternativa de confianza para los conductores, quienes le solicitan a la Policía Metropolitana más acompañamiento a las rutas.