HOY DIARIO DEL MAGDALENA
Líder en la región

Crucial momento

Es imperativo que los Estados Unidos y Colombia, las dos democracias más viejas del hemisferio occidental, continúen fortaleciendo nuestra relación -como lo hicimos recientemente cuando el presidente Joe Biden anunció su intención de designar a Colombia como un “principal aliado por fuera de la Otan”. Así escribió el expresidente Bill Clinton en publicación del Atlantic Council, hace apenas semanas, en el libro ‘Aliados’, para propiciar una mirada hacia el futuro de las relaciones bilaterales durante las exitosas celebraciones del Bicentenario, que lideró en Washington el embajador Juan Carlos Pinzón.

27 personalidades prepararon textos para exaltar el futuro de esta fuerte amistad. No recuerdo haber leído opiniones con ese constructivo mensaje resultante de muy variadas experiencias como embajadores, y funcionarios civiles o militares, académicos, acompañados por colombianos de similares condiciones.

Son testimonios que pretenden re-imaginar (así lo dice el subtítulo del libro) esta fecunda relación bilateral. Es apropiado citar aquí algunos de ellos porque no son frases surgidas al calor de circunstancias emotivas, sino resultado de una relación íntima con Colombia no siempre en sus mejores momentos. Aunque así no lo digan todos, este que estamos viviendo es un momento crucial, que el nuevo embajador ante la Casa Blanca, Luis Gilberto Murillo, lo sabe y no puede pasar por alto estos mensajes de apoyo y esperanza, alimentados no sólo por buenos deseos sino por fuertes convicciones sobre el ‘deber ser’ de estas relaciones.

Todos, de una u otra manera, coinciden con Clinton en la “creencia de que los mejores días para esta relación están por llegar”. ¡Otros doscientos años de sincera amistad!

La transición energética, el futuro de la agroindustria, las industrias tecnológicas, la lucha contra la corrupción, la promoción de la democracia son temas que afloran en los diversos textos.

Nuestra biodiversidad, la importancia de la región amazónica y el papel de los indígenas en protegerla, están presentes como destaca la exministra Carolina Barco.

Michael McKinley exembajador en Colombia, nos recuerda una afirmación de quien fuera su profesor en Oxford, Malcolm Deas: “No habrá revolución en Colombia, pero toca hacer reformas”. Ahí encuentra Mckinley la fortaleza e importancia de las instituciones colombianas. Y propone, en lugar de reciclar el pasado, una asociación con Colombia basada en una “visión compartida de un futuro más próspero, equitativo, y más verde”.

Rebecca Bill Chávez, nueva presidenta del Diálogo Interamericano que ha estado comprometido con la suerte de Colombia, afirma sin vacilaciones que una recuperación social es posible y apunta hacia la estrategia de estabilización como la que puede “mitigar la violencia, fortalecer la presencia estatal y consolidar la paz”.

La respuesta del gobierno americano a la designación del embajador Murillo fue inmediata. No solamente exaltaron su nombramiento sino acto seguido anunciaron pronta visita del principal responsable de las relaciones, Juan González, cercano amigo del presidente Biden.

El embajador Murillo recibe esta misión diplomática en su mejor momento, alimentado por propuestas constructivas y bien concebidas. Aquí, solamente, registré unas cuantas. Las hay en todos los sectores: crecimiento económico inclusivo; inversiones; migraciones; educación; artes.

Un pequeño número de verdaderos amigos ha acompañado a Estados Unidos. Colombia, ciertamente, forma parte de ese pequeño número, dicen la Presidenta del Wilson Center y Cynthia J. Arnson una de sus emblemáticas funcionarias. Es bien claro que el nuevo gobierno no está interesado en tensionar las relaciones bilaterales y mucho menos en tornarlas conflictivas.

*Exministro de Estado. 

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