HOY DIARIO DEL MAGDALENA
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Pedidos de ayuda de San Antonio no se oyeron

Desde el pasado 7 de abril, tres meses y seis días antes del derrumbe que cobró la vida de dos personas en San Antonio de Prado, el Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Medellín (Dagrd) ya había recibido un llamado de ayuda por parte de la comunidad de ese corregimiento.

En un carta radicada ante el despacho de la directora de esa entidad, Laura Cristina Duarte Osorio, los habitantes pidieron se declarara la urgencia manifiesta y se enviara personal calificado para prevenir una tragedia.

“Le solicitamos desde su despacho promueva la urgencia manifiesta (…) y buscar los recursos en diferentes secretarías, entidades descentralizadas para atender y realizar las obras necesarias y así evitar posibles catástrofes, enviar personal técnico idóneo como geólogos, promotor social y ingeniero (sic) para dar los pronósticos a nivel humano y de infraestructura y sus soluciones”, quedó plasmado en el documento, cuya copia también llegó a los despachos de la Secretaría de Medio Ambiente, Infraestructura y la Personería de Medellín.

Dicho documento es tan solo un pedazo de una cadena más amplia de solicitudes entregadas antes del derrumbe ocurrido el pasado miércoles 13 de julio, que ya deja un saldo de 130 viviendas con recomendación de evacuación.

Desde una serie de minutas elaboradas por el Cuerpo de Bomberos de Medellín, una carta entregada al entonces alcalde encargado Juan Camilo Restrepo y hasta una sesión en el Concejo del 29 de junio, hacen parte de las alertas que durmieron el sueño de los justos en los escritorios públicos.

“El movimiento en masa registrado el 13 de julio, no está asociado a los puntos detectados previamente y reportados por la comunidad desde el pasado 21 de junio. No hay relación causal entre los dos puntos”, aseveró ayer la Alcaldía en un comunicado.

El silencio de la Alcaldía

Carlos Arturo Quiceno, uno de los líderes del corregimiento que venía liderando esas alertas, precisa que desde hace varios meses empezaron a emerger testimonios sobre puntos inestables en zonas como la vereda La Verde, en el sector La Camelia, y otros sectores como Los Rieles, Mi Casita, El Vergel y Santa Rita, este último en donde se produjo el deslizamiento.

Preocupado por la falta de acciones de la Alcaldía, desde donde nunca se respondió a su carta del 7 de abril, Quiceno cuenta que llamó a la línea 123 y al Dagrd buscando una evaluación de urgencia.

Con base en su reporte, logró que una compañía del Cuerpo de Bomberos de Medellín fuera desplegada para revisar la situación.

En una visita que se realizó el 21 de junio, los socorristas recorrieron el terreno y documentaron en sus minutas el hallazgo de grandes grietas por las que se pedía el envío de expertos del Dagrd.

“Se reporta por el 123 y por la compañía B, la existencia de un deslizamiento que comprometería la quebrada Doña María (…), se realiza amplio recorrido y se determinan grietas en el área de entre 2 y 3 metros. Se encuentra que el terreno ha bajado mucho, ha derribado un árbol, pero no alcanza a llegar a la quebrada Doña María”, quedó consignado en esos reportes.

Además de calcular un área afectada de 400 metros en el sector de Santa Rita, los bomberos recomendaron evaluar “toda la cuenca de la quebrada Doña María” y enviar “ingenieros del Dagrd y el Área Metropolitana”, para establecer el nivel de riesgo.

Previo a la visita, el 24 de mayo, Quiceno envió una carta al entonces alcalde encargado Juan Camilo Restrepo, en la que reprochó no haber recibido respuesta de la petición radicada el 7 de abril y reiteró su llamado a que se declarara la urgencia manifiesta.

“En vista de no tener respuesta y no haber desarrollado ningún proceso para estas problemáticas (…) nos dirigimos a su despacho para solicitarle acciones inmediatas y no paliativas a la problemática que se está presentando y con ello declarar la urgencia manifiesta para nuestro corregimiento”, imploró el líder, una semana antes de que Restrepo dejara ese despacho y fuera reemplazado en su encargo por la secretaria de Salud, Andrée Uribe Montoya.

Ante el silencio de la Alcaldía, el 29 de junio, Quiceno asistió a un debate en el Concejo de Medellín en el que se hizo un balance de la ola invernal. Allí, realizó una intervención que quedó captada en video que volvió a circular esta semana a través de las redes sociales causando revuelo.

“Señores concejales, señores administración, es supremamente preocupante la situación de la quebrada Doña María, hay que ponerle la atención suficiente, porque se está llevando un puente. Eso es una montaña que se está viniendo, que si se llega a colapsar tapa la quebrada Doña María”, dijo el líder.

Lo que dice la Alcaldía

Tras la reiteración de las denuncias sobre la falta de atención, la Alcaldía de Medellín respondió a través de un comunicado, en el que negó conocer la existencia del problema denunciado y enumerando que para la atención de la emergencia a la zona fueron desplegadas 15 unidades del Cuerpo de Bomberos y dos máquinas.

“El movimiento que generó la emergencia se presentó en la parte alta de la ladera y tiene una trayectoria hacia la quebrada Doña María. Los propietarios del predio no habían reportado la existencia de rasgos indicadores de procesos de inestabilidad en el terreno”, aseveró la Alcaldía, atribuyendo el movimiento a un incremento de entre el 20% y 25% en los niveles históricos de lluvia.

“El reporte realizado por la comunidad y líderes del sector días previos fue de la parte baja, en inmediaciones a la quebrada. El evento registrado y visitado por el Cuerpo Oficial de Bomberos sigue en las mismas condiciones que se encontraron en su momento”, agregó la Alcaldía.

En contravía a esa versión, tal como pudo constatar EL COLOMBIANO en una visita de campo realizada en la zona, múltiples habitantes del sector Los Mellizos, ubicado en el costado norte del sitio del derrumbe, aseguraron que justamente la ladera que se desmoronó era la que había comenzado a mostrar las grietas por las que pedían un diagnóstico del Dagrd.

Así mismo, tal como se puede constatar en las fotografías del desprendimiento, aún logra verse una porción de terreno con grietas abiertas (ver imágenes), que justamente son las que siguen generando zozobra en el territorio.

Buscando conocer su versión de los hechos, este diario también envió un requerimiento al Área Metropolitana del Valle de Aburrá, a raíz de su aparición en las minutas redactadas por el Cuerpo de Bomberos.

En una respuesta escrita, la entidad aseguró no haber recibido llamado alguno para ir al lugar. “Es importante advertir que los sucesos reportados en esta zona no fueron puestos en conocimiento del Área Metropolitana del Valle de Aburrá”, expresó la autoridad ambiental.

“Nosotros no estábamos pidiendo detener el derrumbe, sino hacer un diagnóstico. Al menos hubiéramos evitado la muerte de dos personas”, lamentó Quiceno, refiriéndose al pronunciamiento hecho por la Alcaldía.

En palabras del líder, el objetivo de esos llamados era que los expertos y los drones que fueron desplegados durante los últimos días hubieran hecho presencia previamente. “Tenemos una administración que no se preocupa por San Antonio de Prado”, expresó Quiceno, planteando que el derrumbe podría haber cobrado la vida de más personas de haberse desatado en horas de la noche.

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