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Gregoria Josefa López Ramírez, quien se hacía pasar como fiscal de la Unidad contra Bandas Criminales, y el policía Rubén Darío Mejía Saldarriaga fueron capturados y enviados a la cárcel, luego de una investigación en la que los señalan de pedir dinero a cambio de favorecer con fallos judiciales a miembros de las bandas criminales.
Se indicó que eran los encargados de contactar a cabecillas del Clan del Golfo, cuyo centro de operaciones era el bajo Cauca antioqueño y les planteaban acuerdos a cambio de dinero, animales y joyas.
La investigación precisa que ambos habrían recibido desde el año 2014 la suma de 500 millones de pesos por parte de miembros del Clan del Golfo a quienes les habían prometido que les desaparecerían los expedientes.
La Fiscalía señaló que la falta fiscal, de 47 años, fue capturada en el municipio de Cereté, mientras que el uniformado, de 33 años, fue detenido en Cali.
Un fiscal de la Dirección Especializada contra las Organizaciones Criminales los envió a centro carcelario, pero los imputados no aceptaron los delitos que les señalaron aen el Juzgado 32 Penal Municipal de Medellín, que lleva el caso. Colprensa.