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“Sinceramente yo quisiera que la tierra me tragara”: Rodrigo Londoño

Histórico. Tras dos aplazamientos y muchos años de espera, las víctimas escucharon, cara a cara, a siete exmiembros del Secretariado de las Farc, quienes reconocieron su responsabilidad por los secuestros perpetrados en el marco del conflicto armado.

La primera de tres audiencias de reconocimiento, que se desarrollarán hasta el próximo 23 de junio, tuvo como protagonista la política de secuestro de las Farc con fines de canje o intercambio. Uno de los tres patrones que cimentaron la política de secuestro de las Farc.

Sin embargo, antes de entrar en materia, Rodrigo Londoño, quien fue conocido en la guerra con el alias de ‘Timochenko’, en nombre de las Farc, reconoció la responsabilidad de este grupo por los secuestros perpetrados, además de los homicidios y hechos de violencia sexual con relación a este crimen.

“Hemos venido aquí como último secretariado de las desaparecidas Farc y como Rodrigo Londoño, en mi calidad de último comandante, a asumir nuestra responsabilidad individual y colectiva frente a uno de los más abominables crímenes cometidos por nuestra organización fruto de una política”, dijo.

La diligencia, que marca un hito para la paz en Colombia, estuvo ambientada tanto en el interior del salón de la Biblioteca Virgilio Barco, en Bogotá, donde se realizó el encuentro, como fuera de él, por imágenes y frases de las víctimas que sufrieron de este flagelo. “Dime la verdad y tendré mi libertad”, fue una de ellas.

Además, la diligencia tuvo una dinámica que se partió en dos a lo largo del día. Por la mañana los exmiembros del secretariado reconocieron su responsabilidad en esta política en civiles y, por la tarde, se habló de los miembros de las Fuerza Pública.

Los siete exmiembros del Secretariado que se pararon frente a las víctimas fueron: Rodrigo Londoño, Pablo Catatumbo, Pastor Lisandro Alape, Milton de Jesús Toncel, Jaime Alberto Parra, Julián Gallo Cubillos y Rodrigo Granda.

FUERZA PÚBLICA

“Era mejor morir y descansar”. Con esta frase y con cadenas en sus manos, que luego se colocó en el cuello para reflejar la manera como las Farc los mantenían privados de la libertad. El sargento (r) de la Policía César Lasso, quien estuvo 13 años en cautiverio tras ser secuestrado en 1998 en la toma de Mitú, recordó su tiempo en cautiverio.

A pesar de esto y todo lo que vivió en el monte dijo: “El perdón, a mí, me ha sanado el corazón”, pero les preguntó a los miembros del exsecretariado ¿Por qué se demoraron tanto tiempo en liberalos?.

El policía Olmes Johan Duque, secuestrado en Bagadó, Chocó, en 2005 y quien durante el cautiverio fue víctima de violencia sexual, les dijo a los miembros del exsecretariado que es de hombres aceptar los errores, pero aceptarlos de verdad.

“No con palmaditas en la espalda, yo reconozco de verdad que usted vivió eso, yo reconozco que usted sufrió violación, yo reconozco que usted tiene cicatrices y que cada vez que las veo me acuerdo de esos momentos”, dijo con la voz entrecortada.

Agregó que es increíble ver cómo mientras los exjefes guerrilleros andan en camionetas y con escoltas, él ha sentido que lo han dejado a un lado, porque lleva muchos años esperando una reparación.

El coronel del Ejército Raimundo Malagón, secuestrado en la toma de La Uribe (Meta) en 1998, por su parte, y quien duró diez años secuestrado, recordó las torturas del secuestro. Dijo que como castigo por intentar escapar lo tuvieron amarrado a dos árboles separados, y dijo que vivió dentro entre alambres de púas.

Ante todo lo anterior, Rodrigo Londoño señaló: “Sinceramente yo quisiera que la tierra me tragara”, porque a nombre de ideas revolucionarias haya pasado lo que pasó. Agregó que quisiera decir que ordenó esto o lo otro. “A mí no me cabe en mi cabeza que nuestros mandos hayan ordenado y permitido eso”.

Aceptó que secuestraron con el fin de que se presentará un canje por guerrilleros y que cuando no lo lograron los mantuvieron presos. Dijo también que el secuestro como una herramienta en la lucha política no es válido.

Agregó que nunca entendió el tema de las cadenas. “Con las primeras imágenes que vi me pareció lo más degradante del mundo, incluso le escribí al ‘Mono Jojoy’, si eso no era posible evitarlo”.

Por último, manifestó que “si hay que pedirle perdón es a la humanidad, de que en nombre de unos ideales nobles, llegamos a cometer semejantes salvajadas” y le envió un mensaje a la juventud: “Que esta entienda que ser revolucionario ahora, trabajar por los cambios, es levantar la bandera de la paz”.

BETANCOURT Y LOS DIPUTADOS DEL VALLE

La primera parte de esta diligencia se enmarcó en el reconocimiento de esta política en contra de civiles. El exjefe guerrillero, Pablo Catatumbo, fue el primero en reconocer su responsabilidad.

“Acepto mi responsabilidad en el desarrollo de privar de la libertad a civiles y militares fuera de combate, para forzar un intercambio humanitario o un canje por guerrilleros que estaban en las cárceles”, dijo.

Durante su intervención, explicó que en 1997 integrantes de las Farc, entre los que se encontraba, decidieron adoptar la política de tomar como rehenes a Policías y militares para forzar un intercambio por guerrilleros que estaban en las cárceles, y en 1998 se involucraron personas civiles dentro del canje.

Ya entrados en materia con relación al secuestro de civiles en el marco de esta política, Catatumbo dijo que las personas que planearon el secuestro de los Diputados del Valle fueron Alfonso Cano, JJ, y Franco Benavidez.  “Las unidades que participaron allí, unos a la altura del mando, conocían una información, los otros eran subordinados”.

Por su parte  Pastor Alape explicó que no están reconociendo su responsabilidad en estos hechos por beneficios. “Esta responsabilidad no la estamos asumiendo para que las sanciones sean más cómodas, sino porque es un compromiso profundo, de quienes crecimos en esta violencia, porque creemos que no podemos seguir”.

Agregó que está convencido de que la paz se construye con el corazón y agregó que reconoce que se usaron las cadenas y que le hicieron un daño muy grande, sobre todo al pueblo.

En esta diligencia también habló Milton de Jesús Toncel, quien fue conocido en la guerra como ‘Joaquín Gómez’. Habló sobre el secuestro de Ingrid Betancourt, en donde explicó que a ella la secuestró el frente 15. “Cuando a ella la secuestran con Clara Rojas, los muchachos no sabían quién era ella”.

Agregó que en el lugar donde estaba Ingrid, “si uno llegaba a ese campamento y no las conocía, tampoco sabían que eran secuestradas, ellas estaban libres. Hubo un momento en que intentó fugarse y le pusieron unas cadenas. A ellas les hicimos dos casas”.

Ante estas afirmaciones, las víctimas coincidieron en pedir más verdad. Ingrid Betancourt, aunque no estaba agendada para hablar, pidió la palabra y le respondió a ‘Joaquín Gómez’: “Cuando yo estuve secuestrada sus hombres me narraron que ellos habían sido informados de alguien que estaba en el aeropuerto, de que yo cogía la carretera, y por eso me estaban esperando. Yo fui la única secuestrada”.

Agregó que a ella nunca la trataron igual: “es inexacto pintar esto como algo idílico, no lo fue. A nosotros no nos trataban igual. Sí reconozco que usted nos hizo un espacio, con un cuarto y un espacio cerrado, que usted les dijo a sus subordinados que no podían entrar allí. Eso siempre se lo agradezco”.

Sigfredo López, quien sobrevivió al asesinato de sus compañeros en cautiverio, los 11 diputados del Valle, tuvo una de las intervenciones más contundentes. “¿De dónde acá, en nombre de la justicia restaurativa, estamos borrando de un brochazo el componente de la reparación económica para las víctimas?”.

El excongresista Óscar Tulio Lizcano, quien estuvo en cautiverio durante más de ocho años, por su parte, dijo que lo que las víctimas quieren es conocer la verdad. “¿Qué pasó con mi ser querido?, esa verdad la tenemos que conocer, por eso le pedimos a los victimarios ¿Qué pasó?, ¿Dónde están?”.

Agregó que él ya perdonó y “seguir con odios es seguir secuestrado”.

¿QUÉ VIENE?

Tras finalizada esta audiencia, se espera que los exmiembros de las FARC continúen su reconocimiento este miércoles, con relación a la política de secuestro de las Farc con fines extorsivos y de financiamiento. El jueves, el último día, se abordará el secuestro para ejercer control territorial.

Cuando culmine todo lo anterior, la JEP tiene tres meses para remitir la resolución de conclusiones al Tribunal para la Paz, que definirá la sanción a imponer a los imputados. Mientras el periodo se cumple, la Sala evaluará los reconocimientos del antiguo Secretariado, así como las propuestas de sanción propia que presenten los comparecientes y las observaciones de las víctimas a estas propuestas, y sus observaciones en los temas de la Resolución de Conclusiones.

En caso de que no haya reconocimiento, o respecto a los hechos que no fueran reconocidos, la Sala remitirá los procesos a la Unidad de Investigación y Acusación (UIA) de la JEP.

Si los comparecientes cumplen con el estándar de reconocimiento de la Sala y esta determina que reconocieron de manera satisfactoria su responsabilidad, serán condenados de carácter restaurativo y reparador. De lo contrario serán condenados de cinco a 20 años de cárcel.

/Colprensa

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