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Controlar de manera efectiva la deforestación, ratificar e implementar el Acuerdo de Escazú y tomar acciones acordes a las metas climáticas de Colombia, son algunas de los retos que deberá enfrentar el nuevo Presidente de Colombia.
Los retos ambientales fueron planteados por WWF Colombia, organización internacional dedicada a la conservación, que advierte que la crisis ambiental que el mundo enfrenta no da espera y requiere de acciones proporcionales a la urgencia y dimensión del desafío.
PROTEGER LOS BOSQUES
Para detener la tasa de deforestación en el país, WWF Colombia instó al Gobierno entrante implementar estrategias integrales en los territorios, con acciones de tipo preventivo, correctivo y educativo más que de carácter coercitivo, que permitan atacar las causas estructurales de este problema.
Entre las acciones planteadas piden fortalecer los procesos de planificación y ordenamiento territorial, pues más de la mitad del territorio nacional son bosques y, de ellos, el 34 % confluye con resguardos indígenas y pequeños productores campesinos.
Así mismo, el nuevo presidente tiene el reto de frenar la apropiación de tierras, que consiste en la ocupación ilegal de tierras con restricciones de ordenamiento territorial y procesos de titulación, como las reservas forestales protegidas, los parques nacionales y las reservas indígenas de Colombia (tierras que por ley no se pueden disponer, adquirir o embargar), para fines productivos como la ganadería o la actividad agrícola.
Según cifras del Ideam, desde 2015 anualmente se pierden, en promedio, cerca de 170.000 hectáreas de bosque, principalmente en la Amazonia, por lo que WWF Colombia pide garantizar la implementación del Pacto Intergeneracional por la Vida de la Amazonia Colombiana orientado a alcanzar la cero deforestación en la Amazonia a 2030.
PROTEGER LOS LÍDERES AMBIENTALES
Para impulsar una mejor protección de los defensores del medio ambiente y la inclusión de las comunidades locales en la gobernanza ambiental, el nuevo Gobierno deberá ratificar e implementar el Acuerdo de Escazú.
Con su adopción, se abre una puerta para alcanzar una justicia ambiental y el fortalecimiento de una democracia ambiental desde un enfoque de concertación, progresividad, cooperación y fortalecimiento de capacidades.
Fortalecer las instituciones estatales a cargo de la administración de los recursos naturales y el acceso a tierras; el control y vigilancia para su aprovechamiento sostenible, y la implementación de acciones de inteligencia, investigación y judicialización de delitos ambientales.
CUMPLIR METAS AMBIENTALES
Colombia asumió el compromiso de reducir en 51 % sus emisiones de gases de efecto invernadero para 2030, y alcanzar la carbono-neutralidad en 2050, y para cumplirla, de acuerdo con WWF, se requieren grandes transformaciones en los sectores y la economía nacional, además de financiamiento.
Según el reporte de la organización no gubernamental, el país necesita dejar de depender de los combustibles fósiles (gas, petróleo y carbón), pero sobre todo no incentivar la dependencia a estos a través de la implementación de técnicas de extracción como el fracking. Es clave programar la reducción paulatina de la producción de hidrocarburos contemplando alternativas a los riesgos fiscales, económicos y sociales que la transición conlleva.
Además, necesita avanzar hacia fuentes de energía renovables, pues actualmente los paquetes de recuperación económica del país alientan tanto a las energías renovables, como al carbón y al gas natural y no están acorde con la meta y medidas planteadas.
Otro reto será aumentar la financiación para el manejo y conservación a largo plazo de las áreas protegidas debido a que la deforestación tiene en riesgo 32 de las 59 áreas del Sistema de Parques Nacionales Naturales, de acuerdo con el informe Parques Cómo Vamos 2021.
/Colprensa