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Por
MARÍA DEL PILAR
TORRALVO VILLERO
Formas de actuación no pensadas se vivieron durante la Pandemia, hoy se plantea como afrontar la nueva Normalidad, e incluso se nos invita a revisar el proyecto de vida independiente a la edad que se tenga, ya que el rediseño o replanteamiento de prioridades algunas personas lo están analizando, para tener acciones acertadas de vida.
La presencia del virus nos invita a no querer tenerlo más, ya que lo que ha producido en algunos casos es contemplar la muerte de cerca, dónde ya nada es humanamente posible, y secuelas que parece que fueran para siempre.
Algunas personas en todo el mundo han iniciado el proceso de duelo, están, o han terminado el mismo o en el peor de los casos desconocen que deben hacerlo con la adecuada orientación psicológica.
A pesar de todo lo anterior se escucha hoy más que ayer normalidad y ausencia de virus, combinación exitosa para un mejor vivir, sin embargo, desde siempre la incubación de los virus mentales ha existido.
Muchos seres humanos también durante todo ese tiempo digámoslo así de confinamiento le dieron vida a la acción de salir adelante en su desarrollo interior y tuvieron el tiempo para
identificar virus mentales que habitaban desde la infancia y lograron ganar la batalla mental de combatir algunos que les hacían sentir muertos, estando vivos
Los virus mentales se constituyen en creencias o pensamientos limitantes que afectan negativamente a las emociones, y comportamientos, instaurándose en la mente en
términos graduales.
Negar lo anterior es exponer nuestro cuerpo físico, a convertirse en el centro de batalla, pasando claro está por el cuerpo mental que genera pensamientos que se convierten en
acciones dañinas para el organismo afectando uno o varios de los 13 sistemas en nuestro cuerpo físico, entendiendo por sistemas el conjunto de órganos que se han organizado, entre ellos para desarrollar una función biológica compleja que nos permiten vivir y estar en un escenario cognitivo, como el sistema respiratorio, nervioso, locomotor, cardiovascular…etc.
Hay varios virus mentales, el de la culpabilidad, queja, sombra, contrario este último virus se refleja en ese malestar e irritabidad que se produce cuando queremos lo contrario, generando angustia con la decisión tomada ejemplo: viajo de New York a Alemania, y pensamos mejor me hubiera quedado en New York, está soleado, queremos lluvia, está la lluvia, queremos el sol, estamos en vacaciones, queremos estar en el trabajo, hace frío, queremos calor, hace calor queremos frío etc.
Los virus mentales producen incertidumbre, indecisiones o estilos de vida que nos generan insatisfacción alejados de una estabilidad emocional y causando parálisis mental. ¿Qué, por qué, cómo, cuándo se incuban? Hay que trabajarlos a la luz del Ser, amor propio, disciplina, instrospección, y meditación.
Aprender o seguir amándonos nos invita a tener como prioridad nuestra calidad de vida, y a manejar cuentas claras, disposición para la transformación, transparencia en lo que pensamos, sentimos y actuamos. Este proceso de eliminación de virus es responsabilidad personal, produce libertad mental y estabilidad emocional. * Psicóloga, especialista Universidad del Norte