Delincuencia azota a los universitarios

La Universidad del Magdalena activará los comités semanales de seguimiento y articulación con la Red de Apoyo integrada por vecinos, comerciantes, transportadores, líderes estudiantiles y autoridades. 

Los hurtos a los estudiantes universitarios no cesan y la delincuencia no da tregua con su accionar, por esa razón el Rector de la Universidad del Magdalena, Pablo Vera Salazar, hizo un llamado respetuoso a la alcaldesa Virna Johnson, al Comandante de la Policía Metropolitana de Santa Marta, Coronel Jesús Manuel De Los Reyes, y a las demás autoridades competentes de la ciudad, para que se ponga en marcha un plan que permita garantizar la seguridad de los miembros de la comunidad universitaria y los habitantes del sector.

De acuerdo con lo expresado por la máxima autoridad universitaria, el clima de inseguridad se está evidenciado desde abril de 2018, fecha desde la cual se estableció que el 64 % de las víctimas son mujeres y el 36 % hombres.

Desde la Universidad se han dirigido siete comunicaciones a la Policía Metropolitana, Secretaría de Seguridad y Convivencia, y Secretaría de Movilidad de la Alcaldía de Santa Marta, pero además se han hecho diversas reuniones con actas de compromisos, aunque las medidas de seguridad no han sido asumidas.

“He ubicado este espacio precisamente para referirme a un tema que me han venido planteando los estudiantes y que he visto en los medios de comunicación, pero también, a través de las denuncias que nos han llegado al grupo de vigilancia de la misma universidad, y es el aumento en el número de hechos delincuenciales que han tenido como víctimas a estudiantes nuestros”, expresó Vera Salazar.

El Rector precisó que debido al aumento del número acciones delincuenciales en contra de los estudiantes que iniciaron actividades académicas tras el retorno a la presencialidad en 2022, emitió una comunicación a través de las redes institucionales de la Alma Mater.

“La semana anterior una joven estudiante fue arrastrada, prácticamente, para arrebatarle un bolso por parte de una persona en una moto, ante la indiferencia de muchas personas a plena luz del día, tipo 4:00 o 5:00 de la tarde, pero también seis jóvenes fueron abordados, atracados y despojados de sus pertenencias: celulares, computadores, pero también equipamiento odontológico y diversos recursos”, manifestó.

El mayor índice de criminalidad en el entorno universitario está asociado al hurto de celulares, computadores portátiles y equipos de estudio de difícil adquisición, y las jornadas de más alto riesgo son las que van entre las 5:00 y las 7:00 de la mañana, pero además en el lapso comprendido entre las 7:00 y las 10:00 de la noche (entre los lunes y sábados).

Lo preocupante de la inseguridad, agresiones y hurtos de la que son víctimas los miembros de la comunidad universitaria es que se siguen presentando pese a que la Universidad ha dirigido siete comunicaciones a la Policía Metropolitana, Secretaría de Seguridad y Convivencia, y Secretaría de Movilidad de la Alcaldía de Santa Marta. A pesar de las diversas reuniones con sus respectivas actas de compromisos, la comisión de los delitos continúa y es urgente adoptar planes para evitar que se sigan cometiendo.

“La ciudad está sitiada por la delincuencia, pero las víctimas predilectas de esa delincuencia son nuestros jóvenes universitarios. Para un estudiante universitario el celular no es un elemento suntuoso ni decorativo, es parte esencial de su proceso formativo. En pandemia muchos de nuestros jóvenes recibieron sus clases a través de los celulares. El esfuerzo que hacen nuestros jóvenes o sus padres de familia para adquirir un computador, una tablet o un celular, no puede verse frustrado precisamente por la forma como nos tiene sitiada la delincuencia”, enfatizó Vera Salazar.

MEDIDAS INTERNAS 

Como Universidad, el Rector ha orientado al equipo de trabajo interno para adoptar una serie de medidas que permitan reforzar la seguridad, tales como: habilitar una línea telefónica y WhatsApp y el correo electrónico: seguridad@unimagdalena.edu.co, en los que se recibirán reportes, denuncias e información pertinente para adelantar los procesos de judicialización que se requieran.

También se reforzará el esquema de patrullaje externo motorizado en zonas de retorno seguro por parte de la compañía de seguridad privada de la Universidad del Magdalena con énfasis en los horarios entre las 5:00 y las 9:00 de la mañana; las 12:00 del mediodía y las 2:00 de la tarde; y las 7:00 y las 10:00 de la noche. Este personal estará uniformado e identificado, portando distintivos fáciles de reconocer.

Activar la ruta de acompañamiento por parte de la Oficina Asesora Jurídica, a través de la asignación de un abogado encargado de tramitar y hacerle seguimiento a las denuncias, y acompañar a las víctimas.

Activar los comités semanales de seguimiento y articulación con la Red de Apoyo integrada por vecinos, moradores del sector, comerciantes, transportadores, líderes estudiantiles y autoridades instituida para desarrollar un plan de prevención en seguridad.

Reducir las jornadas de clases con el propósito de que la comunidad universitaria retorne en horarios seguros a sus hogares.

Ampliar el horario de ingreso y salida del acceso hacia el barrio Santa Ana. Reforzar el uso del carné como único documento de identificación y acceso a los espacios institucionales con el propósito de generar un entorno seguro.

Y desarrollar una estrategia de comunicación que oriente a los miembros de la Comunidad Universitaria en el uso de rutas seguras, reconozca los mapas de riesgo y reciba recomendaciones de autocuidado y autoprotección.