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Movimiento de Daniel Quintero se refiere a empresa cuestionada en su campaña

El Movimiento Independientes, al que pertenece el alcalde Daniel Quintero, respondió a la nota periodística publicada por EL COLOMBIANO el pasado 26 de octubre sobre la empresa Celeste Inversiones S.A.S., en la que se explica cómo se originó el 10 % de las donaciones a la campaña del mandatario en su aspiración a la Alcaldía de Medellín y que genera preguntas por temas como su objeto social, su facturación y las sedes en las que ha funcionado.

En redes sociales, el movimiento publicó un comunicado para explicar que la información sobre ingresos y gastos relacionados con la campaña de Quintero fueron debidamente informados ante el Consejo Nacional Electoral y se encuentra disponible para ser consultada en el portal Cuentas Claras, como es evidente, pues en dicho artículo quedó muy claro que la información primaria provenía de allí.

El partido afirmó que como un movimiento independiente, con necesidades de financiación, estuvieron abiertos a recibir donaciones de distintos particulares bajo el marco legal que regula estos temas.

En este sentido, añadieron, “se implementaron controles tendientes a minimizar el riesgo de establecer relaciones con personas o entidades vinculadas a casos de lavado de activos, financiación del terrorismo o delitos relacionados, así como con personas y empresas que tuvieran sanciones de carácter penal, fiscal o disciplinario”.

Para lograrlo, según detalla la misiva, consultaron listas y bases de datos vinculantes y restrictivas y revisaron las actas de donaciones y los certificados de la procedencia lícita de los recursos recibidos. En todo caso, añadieron que para este aspecto actuaron bajo los principios de buena fe y presunción de inocencia de los donantes.

Sobre Celeste Inversiones SAS indicaron que esperan que se adelanten las investigaciones de las autoridades competentes, si existe mérito para hacerlo, en torno a su actividad comercial y empresarial, frente a lo cual esperan que esta pueda “demostrar su probidad”.

No responden, sin embargo, a por qué se trataba de una empresa fantasma que no recibía casi ingresos en los años previos a la elecciones y sí, en cambio y como lo mostró EL COLOMBIANO, para las elecciones su contratación se disparó y estuvo ligada a otras empresas en las que aparecen sus miembros y que contratan millonariamente con entes descentralizados de la Alcaldía de Medellín.

El movimiento consideró que con el artículo, EL COLOMBIANO estaría insinuando que en campaña debieron sobrepasar sus facultades legales para adelantar “un proceso de fiscalización” frente a los donantes, lo cual hubiese excedido su competencia. Sobre este tema, EL COLOMBIANO aclara que no hay ninguna insinuación al respecto, lo que este medio cuestiona es por qué una empresa que manejaba tan pocos recursos, que era tan pequeña, terminó contratando con la Alcaldía de Medellín, después de aportar a la campaña de Daniel Quintero.

La nota referida en la carta da cuenta de que la empresa Celeste Inversiones SAS donó 35,5 millones de pesos (22,5 millones en dinero y 13 millones en especie) a la campaña que llevó a los Independientes a posicionar a su líder como alcalde de Medellín para el periodo 2020-2023.

El meollo del asunto es que dicha suma sobrepasaba las ganancias que la empresa tuvo el año previo, cuando fueron de 22 millones de pesos.

El año coincide también con un aumento inusitado de la facturación de Celeste, de 350 millones de pesos en 2018 a 4.195 millones de pesos en 2019, supuestamente por servicios de transporte de pasajeros y mercancía. Todo a pesar de que funciona en un estrecho apartamento de un quinto piso en el occidente de Medellín y no posee carros ni parqueaderos.

También se conoció que Celeste Inversiones SAS fue conformada oficialmente el 12 de octubre de 2016 con un capital de apenas un millón de pesos, según el registro que reposa en la Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia.

Hasta el momento se sabe que la empresa ha funcionado en dos sedes en sus cinco años de historia. La primera es una casa que no tiene nomenclatura, ubicada en el barrio Robledo Fuente Clara, sector en su mayoría de estratos 1 y 2. Vecinos del sector dijeron no saber que allí había funcionado una empresa.

La sede actual queda en un quinto piso, en la primera etapa de Altos de Calasanz, en el sector de Calazanía, aledaño al barrio El Pesebre, que son viviendas que ha otorgado la Alcaldía de Medellín desde hace 16 años para familias reubicadas de la zona aledaña al ingreso al Túnel de Occidente, así como desplazados por la violencia y damnificados de tragedias naturales.

El domicilio actual, en estrato 2, no parece encajar con una firma que factura varios miles de millones de pesos al año y en un campo económico que, a diferencia de las empresas tecnológicas, requiere un despliegue de personal y capacidad instalada. Los vecinos también manifestaron no saber que allí funciona una empresa.

El 29 de octubre, el mismo día en el que el movimiento publicó la respuesta sobre la primera nota, este diario emitió un nuevo artículo con más datos relacionados con esta empresa.

/Colprensa

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