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Promover un mayor esfuerzo de financiación por parte de las naciones desarrolladas, es la misión con la que llega la delegación colombiana que participará desde este domingo en la COP26, la cumbre climática internacional promovida por la ONU, que se realizará en Glasgow.
En desarrollo de su agenda, entre el 31 de octubre y el 3 de noviembre, el presidente intervendrá en la Cumbre de Líderes Mundiales, la Sesión Plenaria y el evento ‘Acción de los Líderes sobre los Bosques y el Uso de la Tierra’.
En el marco de su participación, encabezará el lanzamiento internacional de la Estrategia Climática de Largo Plazo de Colombia, denominada E2050, una hoja de ruta con la que el país busca alcanzar la neutralidad en materia de carbono para el año 2050.
Duque participará en encuentros con líderes mundiales como el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, y sostendrá reuniones bilaterales con el Secretario General de la ONU, António Guterres; el Enviado Especial de Estados Unidos para el Clima, John Kerry; el Secretario General de la OCDE, Mathias Cormann; el Príncipe Carlos de Gales, y el Primer Ministro de Luxemburgo, Xavier Bettel, entre otros.
Como lo señala Ximena Barrera, directora de Relaciones de Gobierno y Asuntos Internacionales de WWF Colombia, hay altas expectativas en torno a esta cumbre, sobre la posibilidad de que los países participantes reconozcan la robusta evidencia científica que existe sobre el cambio climático y la responsabilidad de los seres humanos en este fenómeno y tomen acciones concretas para mantener el calentamiento global por debajo de los 2 grados centígrados y en lo posible, por debajo de los 1,5 grados centígrados.
“Hay una serie de asuntos cruciales en la agenda como la financiación para la acción climática, la definición de aspectos del mercado de carbono, un resultado contundente en materia de pérdidas y daños, entre otros, que se espera sean discutidos. Adicionalmente, se busca abordar la urgencia de la transición energética, en la que las economías dejen atrás los combustibles fósiles y apuesten a energías renovables (eólica y solar, por ejemplo)”, dice.
En el marco de su participación, el Presidente Duque ratificará los compromisos de Colombia de reducir en 51% las emisiones de gases de efecto invernadero y tener cero deforestación al año 2030, así como lograr la carbono neutralidad al 2050, metas trazadas por su administración.
También planteará la necesidad de poner en marcha herramientas efectivas de financiamiento y compensación para los países que luchan contra los efectos del cambio climático, entre ellas la condonación o conmutación de deudas a cambio de resultados claros en materia de protección ambiental.
Y expondrá los logros del país en materia de transición energética, movilidad limpia, lucha contra la deforestación, siembra de 180 millones de árboles y de un millón de corales, entre otros.
Barrera asegura que Colombia llega a la cumbre en una posición favorable, pues los resultados que ya ha obtenido para detener la pérdida de biodiversidad y consolidar los mercados de carbono, le permiten exigir y liderar acuerdos ambiciosos.
“En este sentido, se prevé que el Presidente Duque demande de los países desarrollados un compromiso climático que no sea inferior al de Colombia, país que aunque solo contribuye con el 0,6% de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial, es vulnerable a los efectos del cambio climático, por lo cual se ha fijado unas metas altas que son modelo en la región y el mundo”, afirmó la Presidencia, en un documento preparatorio de la Cumbre.
¿Es posible esperar resultados de esta Cumbre?
Ximena Barrera, de WWF, plantea dos posibles escenarios.
Si el escenario es el positivo:
– Se cumplirán los compromisos en materia de financiamiento, que incluyen la movilización de 100 mil millones de dólares anuales en el periodo de 2020 a 2025 para financiar la acción climática.
– Se darán señales claras para reconocer y abordar la brecha de emisiones que debe cerrarse en la próxima década para alinearnos con la ciencia y no sobrepasar el aumento de 1,5 grados centígrados en la temperatura mundial a causa de las emisiones, de aquí a que el siglo termine.
– Entregar un paquete de decisiones que acelere el cierre de brecha de emisiones y fije nuevas metas de financiamiento para después de 2025.
Si el escenario es el negativo, continuará la falta de solidaridad y los desacuerdos en materia de financiamiento y se seguirá negando la evidencia científica y la urgencia de actuar y por tanto haya menos posibilidades de cumplir con el Acuerdo de París.
En pocos días se sabrá cuál de estos escenarios estuvo más cerca de concretarse y si esta cumbre obtuvo resultados concretos o se trató simplemente, para usar la expresión de Greta Thunberg, en otro escenario de bla, bla, bla.
BOGOTÁ (Colprensa)