HOY DIARIO DEL MAGDALENA
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Los duros cuestionamientos de Santos y Betancourt a la vicepresidente Ramírez

A Juan Manuel Santos e Ingrid Betancourt la vida les ha unido en muchos momentos, tal vez más de los que la opinión pública conocía de estos dos protagonistas de la política colombiana.

Y fue precisamente el libro ‘Una Conversación pendiente’ en el cual los dos hacen una recuento de lo que fue sus vidas de jóvenes, de cuando entraron a la política, de momentos que les unieron así fuera en el infortunio del secuestro que vivió Betancourt y del cual Santos fue el artífice del operativo para que ella volviera a la libertad.

Pero sin duda hay una identidad que se ve en este libro y son los comentarios que tienen sobre otras personalidades del país, los expresidentes Belisario Betancur, Ernesto Samper Pizano y de Andrés Pastrana, éste último muy cuestionado por ellos dos, como también de la relación que en lo político y personal han tenido con Marta Lucía Ramírez.

– ¿Por qué Juan Manuel Santos e Ingrid Betancourt tenían ‘Una conversación pendiente, por que han sido cercanos en sus vidas?

– Juan Manuel Santos

Porque la vida nos dio esa oportunidad de conocernos, de generar una amistad, de tener experiencias juntos, de discusiones en las cuales estamos de acuerdo en ciertas cosas y en otras no, pero lo más importante es la coincidencia de que iniciamos nuestras carreras públicas al mismo tiempo y yo terminé en la ‘Operación Jaque’ rescatándola de una situación que el mundo entero conoce muy bien y que después en el proceso de paz Ingrid Betancourt que ha sufrido tanto, que fue una víctima, un símbolo de las víctimas de esta guerra, ha sido una de las personas que más ha apoyado el proceso y eso demuestra su generosidad, es un ejemplo de lo que el país necesita, personas capaces de perdonar, mirar adelante, de cicatrizar las heridas y eso me dio la esperanza de que este país pueda construir esa paz que firmamos hace cinco años.

– Ingrid Betancourt

Hay circunstancias que en la vida nos han aproximado, hay decisiones que hemos tomado, hay una afinidad de carácter, somos afines en pensamientos, hemos compartido enemigos, eso nos une mucho. Hemos compartido un sueño, el sueño de la libertad, el sueño de Colombia, todo eso nos ha hecho tener confianza, tenemos confianza el uno del otro.

– Al leer el libro se encuentra que hay personajes que les ha marcado la vida de alguna manera, uno de ellos fue el expresidente Belisario Betancur. ¿Por qué les marcó?

– Ingrid Betancourt

Fui cercana a él ya al final de su vida y antes de que me secuestraran, el primer voto que yo di en mi vida fue por Belisario Betancur y él para mi encarnó mucha esperanza, él nos hizo soñar con la paz. El primero en pensar con la paz y llenar las calles con palomas eso lo vimos con Belisario, él nos dio otra forma de mirar la política, fue un poeta. Fue un hombre que estaba transitando por la política, con otros ideales, y eso a mí me marcó. Al final, cuando yo estaba haciendo política y él estaba retirado había cierta complicidad entre los dos. Le gusta mi irreverencia, había una cercanía. Cuando él muere, su hija me llama y llevo el duelo de mi papá, y ella me da un regalo muy significativo y es que Belisario había guardado una estatuilla de mi papá, que es la que está en la plazoleta del Icetex, esa una pequeña estatuilla en bronce y me la dieron.

– Presidente Santos a usted incluso le une a Belisario que él fue muy definitivo para su matrimonio con su esposa María Clemencia. ¿Quién fue para usted Betancur?

A ella la conocí por intermedio de Alberto Casas en un almuerzo que me ofreció, pero mi suego era uno de los mejores amigos de Belisario, entonces cuando él supo que yo estaba saliendo mi futura esposa, él intervino y dijo que yo iba a necesitar su bendición y entonces me dio una bendición. En su gobierno me tocó unos episodios muy complicados. Yo como director encargado de El Tiempo, los casos del Palacio de Justicia y después lo de Armero. Ahí yo le acompañé y luego en su proceso de paz que le cuestionaron mucho los presidentes Gaviria, Barco.

Yo tengo una cantidad de cartas que él me mandaba, muy lindas porque escribía con el corazón, cada vez que había dificultad o incidente, siempre me apoyaba, me invitaba a seguir adelante con el proceso de paz, fue un gran consejero, inclusive él fue uno de los que me apoyó cuando iba a desinvitar al presidente Trump de que viniera al país, y el me dijo que primero está la dignidad y el país está por encima de cualquier cosa. Hasta el día en que se murió tuvimos una relación muy bonita.

– ¿Presidente Santos, se desencantó con Marta Lucía Ramírez?

Uno tiene impresiones sobre las personas y las experiencias le van dando a uno a conocer mejor a esas personas. Yo con Marta Lucía Ramírez la conocí como viceministra de comercio, me la recomendó inclusive Ernesto Samper, pero a través de los años he tenido con ella muchas experiencia, yo la puse como cabeza de lista del Partido de la U, pero allá fue complicado porque terminó renunciando. Fuimos colegas en el gabinete de Andrés Pastrana en donde también tuvimos diferencias. Lo que pasa es que Marta Lucía es una persona demasiado intensa, y en esa intensidad dificulta cualquier relación y luego me sorprendió la beligerancia de ella contra mi, cuando mi campaña y mi presidencia cuando yo lo único que había hecho con Marta Lucía era apoyarla, ayudarla.
Son esas circunstancias de la vida, en que uno se desencanta y efectivamente yo me desencanté con Marta Lucía.

– Ingrid, incluso su visión sobre Marta Lucía Ramírez es mucho más crítica, ¿Por qué?

Yo tuve la perspectiva de una mujer que cuando estaba actuando en el Ministerio de Comercio como jefe mío tenía una característica y es que era tirana, no solamente conmigo sino con todos, era una mujer dura, con la cual era difícil de trabajar, celosa con sus fueros, ella prohibía que uno compartiera la información que uno había tenido con el ministro, es decir era controversial porque yo era asesora del ministro.

Pero más allá de eso una de las cosas que más me impactó fue que un tiempo después cuando estamos en el Congreso, ella me busca para una reforma tributaria, yo le ayudé de algún modo, pero cuando a mí me secuestran ella la nombran como embajadora en Francia y para mi familia ese fue un episodio muy duro, porque ella se dedica como embajadora a desprestigiarme, a decir que yo era una persona, una mujer como impredecible y que finalmente si estaba secuestrada era por culpa mía y que Colombia no tenía porque defender a una persona que había tomados riesgos y que Francia no debería apoyarme. Sino hubiera sido por Francia y la movilización probablemente no estaría viva. Pero lo que también a mi y a mi familia nos dolió fue ella hubiera pasado por todo lo humanos para mantener unas mentiras que fueron las que se repitieron a la saciedad durante tantos años, eso fue la cuenta de cobro por estar en contra de la corrupción. En eso no fue justa como mujer y como ser humano, no hubo esa capacidad de entender de lo que estaba pasando.

– Un personaje en el cual difieren ustedes dos en sobre Ernesto Samper. ¿Expresidente qué habla de él en el libro?

Yo fui amigo de Ernesto Samper, amigo de su familia. Cuando vino el proceso 8.000 esa amistad se rompió, fui un gran opositor, fue talvez el primer periodista en pedir su renuncia, fui incluso acusado por su gobierno de conspirar con la guerrilla y los paramilitares para tumbarlo, cosa que después resultó que no era así, el propio Horacio Serpa reconoció que había sido una exgeración. Yo si creo que Samper no es asesino, ni Serpa fue asesino, no creo en la teoría que ellos estuvieran detrás del magnicidio de Alvaro Gómez, si creo que las Farc fueron los responsables, por una sencilla razón. Por qué diablos se van a cargar con ese magnicidio sino fueron ellos y por qué se demoraron tanto, la razón la dieron las propias Farc. Tirofijo era un estratega, conocía muy bien a sus enemigos. Hoy en día tengo una relación amable con Samper, apoyó el proceso de paz, como pocos, el expresidente Samper le tengo agradecimiento por eso.

– Ingrid, su visión es un poco diferente.

Yo tengo una lectura diferente con relación con lo que dicen las Farc, la razón por las Farc se autoconfiezan ese magnicidio no las conozco, pero lo que sí se es que salen gratis, porque ese magnicidio y todos los crímenes que cometieron no les añade o les quita a la condena que van a vivir. Lo que yo si creo y me baso en hechos que vi y viví, a mi lo que me queda claro es que el magnicidio de Gómez está ligado a la crisis del proceso 8.000, del cual el presidente Samper era el protagonista. Ir a decir que es asesino o no ese no es el tema, el tema es a quién le benefició el crímen de Gómez, en el caso mío yo se que que incómodoba, pero la persona mandó a pagar un sicario para que me matara no fue Samper, fue Marta Catalina Daniels, esto hace parte de una cosa mayor, la manera como la política colombiana se ha mezclado con el cromen, con las mafias.

Lo que quiero decir, es que humanamente, y debemos decir al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios, es que cuando yo estaba en cautiverio Samper y con el expresidente Alfonso López fueron los dos que más hicieron por los secuestrados. Cuando miro todo lo que me pasó y con la confrontación que he tenido con Samper y desde mi corazón, que creo que es cierto, es que si yo hubiera estado secuestrada y que Samper hubiera sido el presidente y a pesar de las diferencias que teníamos él hubiera buscado mi liberación.

Juan Manuel Santos: Yo quiere destacar una cosa que dijo Ingrid, eso que acaba de decir sobre Samper, trasladado al proceso de paz, la víctima talvez más importante en todo ese proceso por lo menos con más resonancia internacional y que haya salido después de semejante sufrimiento que salió a decir que apoyo el proceso de paz y perdono a quienes fueron mis victimarios es Ingrid, es un ejemplo maravilloso que ojalá el país pudiera seguir y eso va a permitir cicatrizar las heridas y mirar hacia adelante y no seguir urgando las heridas del pasado.

– Tienen ustedes otro personaje en común tanto por sus infancias y luego ya en la política, Andres Pastrana. ¿Expresidente Santos, cuál es su oponión sobre él?

Por todo lo que he vivido con Andrés Pastrana, por todo lo que he sufrido con Andrés Pastrana y últimamente con lo que salió a relucir por lo que dijo en la Comisión de la Verdad, se suicidó allí ante la historia, pero hay que perdonarlo y las razones por las que hay que perdonarlo está en el libro, en la página 340.
– Ingrid Betancourt. La lectura que yo tengo de Andrés, y que he venido reflexionando con lo que me pasó con él y a la luz de los últimos acontecimientos es que Andrés tiene un patrón de conducta que es siempre el mismo. Cuando él está en problemas no enfrenta, dice mentiras, esas mentiras a mi me hicieron mucho daño, llenó de mentiras mi vida, se desbibujó, es decir quedé yo siendo responsable de mi secuestro cuando era él que tenía que responder ante la opinión internacional. Esto es su forma de echar su culpa a otro cuando se ve en problemas. Lo de la carta de los Rodríguez es lo mismo, él va a la Comisión de la Verdad, saca una carta y todo lo sabíamos, entonces porque no la sacó en el momento en que había que sacarla, era una prueba importante, pero miró como se servía eso para hacer daño personal al otro poniéndole conejo a la verdad del país. Es muy triste, es una persona que desde el punto de vista de su carácter tiene una inmadurez congénita que es no poder enfrentar los actos y las responsabilidades de sus actos.

– ¿Qué cuenta usted en el libro sobre el proceso de paz, señor expresidente?

Personalmente este proceso y parte del proceso tiene que ver con Ingrid, me enseñó a ser mucho más compasivo, a tener más empatía, me enseñó en que la condición humana es mejor de la que yo suponía y esa ha sido una lección de las víctimas. Mis conversaciones con las víctimas, que fue un consejo que me dieron al inicio del proceso, mis conversaciones con Ingrid me han cambiado mucho frente a la condición humana, al papel del ser humano en este mundo y eso ha sido muy importante.

Ingrid. Este proceso para mi y es el análisis de lo que yo siento que le debo a Juan Manuel, no sólo fue sacarme de la selva viva, sino también liberar a los colombianos de la matanza y la violencia, lo más importante que se ha hecho en Colombia es la paz. Como víctima tiene un significado especial para mi, la paz nos devolvió a las víctima el derecho a tener derechos, nosotros habíamos perdido la oportunidad que existiera justicia para nosotros. Cuando yo llego del secuestro y entablo una petición para que se hagan unas reparaciones a la que tenemos derechos las víctimas, Pacho Santos en ese momento, el vicepresidente de Uribe, me coge como francotirador a acabarme moralmente , a decir que yo estaba rematando a los soldados que me habían liberado, que era una ingrata, que quería hacer plata con mi secuestro, entonces Juan Manuel nos devolvió ese derecho que tenemos las víctimas a no ser revictimizadas. En esto también le abro la puerta a la reconciliación a los colombianos a qe podamos unirnos en una visión de país.

– ¿Expresidente esa reconciliación la ve que se pueda dar con las elecciones del 2022?

Ojala fuera posible, es mi sueño, la he intentado desde mi perspectiva sin meterme en la política y el telemaneje electoral, durante los últimos tres años he dicho que el país debe unirse por ejemplo entorno a la implementación del proceso de paz, no hay razones por las cuales los colombianos todos no podamos unirnos en esos objetivos y ese es mi sueño, pero como dicen para bailar se necesitan dos y sino hay la voluntad de los dos, de todas las partes va ser difícil, no si si de aquí al 2022 se logre pero ojalá que después del 2022, gane quien gane, el país entienda que esta polarización es la que no permite que nuestra democracia funcione corectamente.

/Colprensa

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