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«Mis hijos me han robado el corazón»

POR:
YÉSSICA
RIVASORTEGA

Sin duda, los papás tienen mucho amor para sus hijos. Son quienes desinteresadamente se hacen responsables del futuro de ellos, y también sienten una gran responsabilidad por garantizar que estén sanos, felices y que les vaya bien en la vida.

El maestro italiano Massimiliano Agelao, director de la Orquesta Sinfónica de Cajamag, en Santa Marta, es uno de ellos, un hombre amoroso, consentidor, responsable y que desborda amor por quienes durante los últimos tres años le han robado el corazón, sus hijos.

Massimiliano Agelao, es Musicólogo e Historiador de Arte de la Universidad de Roma, La Sapienza y vive en Colombia hace aproximadamente 25 años (15 en Cali, 6 en Cartagena y 4 en Santa Marta, ciudad que lo ha acogido y le ha permitido gozar a plenitud la crianza de sus dos hijos: Davide, de 3 años, y Aurora, de 1 año, fruto del matrimonio conformado con Liliana Quintero Álvarez, arquitecta, y gestora cultural, quien con anterioridad fuera su mejor amiga.

“Aunque siempre me gustó la idea de tener hijos, llegué a ser padre a los 50 años, bien tarde, por varias razones, mi carrera artística y profesional me tenía completamente absorbido. Fui bendecido con un primer inesperado milagro: el nacimiento de Davide que por su hermosura se hizo merecedor del apodo ‘Ciccio bello’, así se llamaba un famoso muñeco de juguete italiano de los años 80”, expresó Massimiliano Agelao.

Del mismo modo, contó que el ser padre ha sido una experiencia estremecedora y de grandes contrastes, pues es el papá que se involucra en todo y le gusta atender a sus pequeños con dedicación, pues no tiene problemas en cambiar pañales, preparar una rica comida, bañarlos, dormirlos, entretenerlos y disfrutar las maravillas de la paternidad, muy a pesar del cansancio inimaginable que nada más se acumula levantándose cada dos horas para atender a un bebé.

“Después 3 años tengo la conciencia limpia, porque creo estar haciendo bien la tarea, incluso en este año y medio de pandemia; enseñando a Davide lo básico en 2 idiomas, el niño el día que cumplió 2 años arrancó con sus clases de Cello, aunque ya desde la edad de 3 meses no faltaba a ningún ensayo y concierto de la orquesta. Liliana me atribuye el defecto de ser muy permisivo y blando a la hora de la reprimenda; yo creo que es debido a mi edad. Después del primer año de Davide se me despertó el deseo de tener más hijos, mi sueño es una familia con 4 niños como eran las numerosas familias italianas de antes. Finalmente hace un año en plena pandemia fuimos bendecidos por segunda vez con el nacimiento de mi hija Aurora”, manifestó.

Al poco tiempo de la llegada de Aurora, Massimiliano Agelao se dio cuenta que los niños eran muy distintos, que la crianza si es un proceso personalizado, comprender a sus propios padres y su forma de educarlos, y finalmente entender que quiere decir ser un buen papá.

De su padre, el maestro Giuseppe Agelao que fue educador y artista (famoso escultor y gran violinista que acaba de fallecer en Italia, víctima del Covid-19) Massimiliano Agelao aprendió dos cosas, entre ellas, que no se puede dejar completamente a la escuela la responsabilidad de la educación de los hijos, porque hay que tener clara una estrategia en casa dirigida al aprendizaje de los valores y de lo básico de las disciplina con énfasis en el desarrollo de la creatividad y socialidad; y que como artista hay que ser ejemplo de vida con los hijos para que lo admiren y lo sigan sin imposiciones, a la vez, los mismos hijos tienen que representar por un artista un estímulo creativo y productivo.

“Para nosotros como familia la pandemia representó un período de encierro voluntario que trascurrimos estudiando, y aprovechamos para implementar estrategias de aprendizaje lúdico con los niños para que aprendieran sin aburrirse. La misma pandemia sin embargo prendió nuestras alarmas interiores a cerca de las dificultades reales que el país está viviendo y que quedaron al descubierto bajo la amenaza del virus. Sentimos que teníamos que tomar decisiones acertadas y trascendentales para el futuro a corto, mediano y largo plazo de Davide y Aurora, porque cada vez más, las  posibilidades de una vida tranquila y de calidad se hacen más inciertas, por lo tanto tenemos que educarlos a la proactividad, a la continua adaptación a lo nuevo, tenemos que educar seres que en lugar de quejarse sepan solucionar de manera creativa los retos del futuro, que es evidente serán cada día mayores, definitivamente hay que educarlos a la socialidad y vigilar su interior para que crezcan alegres y optimistas”, dijo.

Actualmente, Massimiliano Agelao comparte mucho en familia, brindándole distractores de calidad a sus hijos, siendo de mucho orgullo para ellos ver como su hijo Davide disfruta de los conciertos de la Filarmónica de Cajamag.

“Entres las anécdotas que más tengo presente están las primeras veces que llevé a Davide a los ensayos de la Orquesta; él se ponía a llorar si no lo dejaba dirigir y se paseaba por toda la orquesta y observaba todos los instrumentos, en la casa cuando ponía el video de alguna orquesta reconocida se paraba frente al televisor sólito a dirigir. Aurora también se ve muy sensible a la música, ya imita sonidos y reconoce los sonidos del Cello del violín y de su pequeño piano que intenta tocar todo el día, pero queda fascinada frente a los cuadros y obras del abuelo y con sus manitas las toca, sintiendo la textura de los materiales con una atención digna de un crítico de arte”, expresó emocionado Agelao.

Al maestro Massimiliano Agelao y a su esposa, les gustaría que sus hijos en el futuro sean seres humanos felices, que sepan valorar lo que tienen en términos de talentos y pertenencias, que tengan claro que a este mundo venimos a servir al prójimo, que hay que ayudar y siempre ser útil a alguien, también verlos realizados profesional, artística y humanamente para que sean ellos ejemplos para sus futuras familias y los demás.

Manifiesta que este Día del Padre lo pasará con su familia, que no necesita de ningún regalo material, porque sus hijos son su más preciado regalo, al que todos los días admira con asombro. Como familia creen incondicionalmente en la igualdad de géneros, es por eso que en la educación de los niños incluyen tareas de la casa.

El director de la Orquesta Filarmónica de Cajamag, en Santa Marta, dejó un mensaje a todos los padres del Magdalena y Colombia en su día, teniendo como consejo principal, el estar atentos e involucrarse de lleno en la crianza de los hijos.

“A los futuros padres les aconsejo de involucrarse lo más posible con la crianza de los hijos para participar de su crecimiento en primera persona y para llegar a entender a pleno las tareas y las posturas de sus esposas o compañeras, también les recuerdo la dura ley de la vida que se resume en la consideración que ‘los hijos serán los jueces más severos de sus padres’, es por eso, que en todo momento hay que ser ejemplo de integridad, amor, alegría, productividad, profesionalismo, comprensión y humanidad. Recordamos siempre que para nuestros hijos somos ejemplo a seguir, nos imitan en lo bueno y en lo malo, para ellos somos como peces en una pecera, nos ven y observan a toda hora”, concluyó.

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