HOY DIARIO DEL MAGDALENA
Líder en la región

El régimen autoritario de Ortega

Daniel ortega ejerce el poder en Nicaragua con su esposa Rosario Murillo desde hace 14 años, en su última etapa, en forma autoritaria y con visibles signos de corrupción, al vincular a su propia familia en cargos clave de la administración; o sea, es una familia la que está instalada en el poder en Nicaragua, lo que ha provocado un duro rechazo de las fuerzas de oposición, la opinión pública y la comunidad internacional. Recordemos que en 2018 se realizaron protestas masivas contra Ortega que el régimen respondió con fuertes medidas represivas que produjeron cerca de 300 muertos y un número considerable de detenidos.

En los últimos días, en desarrollo de la Ley 1055, que en Nicaragua conocen más como la ‘ley Putin’, porque para muchos es un calco de un instrumento similar que se expidió en Rusia, han detenido a más de diez opositores con la particularidad de que cuatro de ellos son reconocidas figuras públicas y eventuales candidatos presidenciales para las elecciones del próximo 7 de noviembre. Ellos son: Cristiana Chamorro, hija de la expresidenta Violeta Ramos de Chamorro, a quien acusan de un presunto blanqueo de capitales; Arturo Cruz, por “atentar contra la sociedad y los derechos del pueblo”; Juan Sebastián Chamorro, sobrino de la expresidenta Ramos, por “incitar a la injerencia extranjera y realizar actos que menoscaban la independencia, la soberanía y la autodeterminación; y Félix Madariaga, por cargos similares.

Ello ha suscitado la reacción de la comunidad internacional encabezada por Estados Unidos y la OEA, que han visto las detenciones como una campaña de terror y por ello realizan  llamados para que los liberen; llamados que no han tenido mucho eco en el régimen de Ortega. Por eso el secretario general de la OEA, Luis Almagro, ha dicho que tales arrestos “son una prueba más de la verdadera naturaleza del régimen de Ortega”. Adicionalmente, el Consejo Permanente de la OEA expidió el 15 de junio la resolución “Situación en Nicaragua”, que fue aprobada por 26 países, mediante la cual condena inequívocamente “el arresto, acoso y restricciones arbitrarias impuestas a los precandidatos presidenciales, a los partidos políticos y a los medios de comunicación independientes” y pide la liberación de los detenidos.

De acuerdo con este panorama, negros nubarrones se ciernen sobre el horizonte del pueblo nicaragüense que luchó con denuedo contra los desafueros de dictadura somocista y, curiosamente, uno de los líderes de ese movimiento de rebeldía que fue el sandinismo era precisamente Daniel Ortega. Las paradojas de la vida.

*ExDefensor del Pueblo 

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