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Argentina es el cuarto país de la región que comienza la vacunación después de México, Costa Rica y Chile, pero el primero que usa la rusa.
Argentina comenzó este martes su campaña de vacunación contra la covid-19 con la aplicación de la Sputnik V, y se convirtió en el primer país en América en inocular a su población con el inmunizante del laboratorio ruso Gamaleya.
La campaña se inició en forma simultánea en todo el país y tiene como prioridad la vacunación voluntaria del personal de salud, en una primera etapa.
«La idea es empezar la vacunación con los que tienen más exposición al riesgo. Es una verdadera epopeya hacer la campaña de vacunación más grande de Argentina con igualdad de acceso», dijo el ministro de Salud, Ginés González García, al dar comienzo al proceso en el Hospital Posadas de Buenos Aires.
Allí Flavia Loiacono, una médica terapista, fue la primera persona que recibió la Sputnik V a las 9:00 hora local. A la misma hora y en diferentes centros de salud a lo largo de las provincias fueron vacunados otros trabajadores del sistema sanitario.
Argentina es el cuarto país latinoamericano que comienza la vacunación contra la covid-19, después de México, Costa Rica y Chile, que aplican la vacuna del laboratorio Pfizer. El país registra desde marzo más de un millón y medio de contagios y 42.868 muertos.
CONTINÚO CUIDADO
«Vamos a tener que seguir cuidándonos porque hasta que la vacuna haga efecto a nivel comunitario van a pasar algunos meses», advirtió el ministro.
La Sputnik V prevé una segunda dosis a aplicarse 21 días después de la primera. El primer cargamento con 300.000 dosis llegó a Argentina procedente de Moscú el 24 de diciembre. El acuerdo con Rusia comprende otras 19,7 millones de dosis que serán entregadas entre enero y febrero, con opción de comprar 5 millones más.
Los otros grupos que serán vacunados en etapas posteriores a la que arrancó este martes son las personas de más de 60 años, las que sufren de comorbilidades, y también el personal de policía y los educadores.
Para inmunizar a su población, el país desplegó una campaña que incluirá a 116.000 vacunadores en 7.749 establecimientos y la colaboración de otros 10.000 voluntarios.
Argentina tiene firmados, además, acuerdos de provisión de vacunas con la Universidad de Oxford asociada a la farmacéutica AstraZeneca y con el mecanismo Covax de la Organización Mundial de la Salud (OMS). También negocia la llegada del producto que fabrica Pfizer. El gobierno de Alberto Fernández contempla adquirir un total de 51 millones de dosis.
EMERGENCIA
La Sputnik V fue aprobada «con carácter de emergencia» el pasado 23 de diciembre por el Ministerio de Salud, en lo que fue la primera autorización que recibe en América Latina la vacuna que ya es aplicada en Rusia, Bielorrusia, mientras Hungría recibió el lunes 6.000 dosis aunque aún no comenzó a administrarla.
«Hicimos un operativo realmente importante, desembalar, verificar que estuvieran perfectas, que la temperatura fuera conservada todo el tiempo y reembalar otra vez con toneladas de hielo seco. Se trabajó día y noche en varios turnos», explicó el ministro de Salud sobre la logística que implicó la distribución de las dosis.
El gobierno resolvió la semana pasada un reparto equitativo entre las provincias de acuerdo a su población y al personal de salud que se deba inmunizar.
La provincia de Buenos Aires, la más poblada, recibió cerca del 40 % de las dosis. Para su aplicación habilitó un registro online donde el lunes por la tarde los inscritos ya eran más del doble que las 123.000 dosis disponibles. El proceso se llevará a cabo con asignación de turnos para evitar filas o aglomeraciones en los vacunatorios.
Argentina mantiene medidas de distanciamiento social, restricciones para las reuniones en espacios cerrados y uso obligatorio de tapabocas en lugares públicos. /AFP.