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Una migración que está generando violencia

Solo en los centros de salud de Santa Marta, la ESE ha atendido 444 ciudadanos venezolanos en condición de migración, 139 de ellos, menores de edad y 180 gestantes. Los servicios facturados en atención a población venezolana ascienden ya a $140 millones.

 

Lo que han podido establecer los organismos de seguridad es que bandas criminales han reclutado a numerosos venezolanos para sus propósitos criminales. Los emplean en el microtráfico, el fleteo, el sicariato, contrabando de hidrocarburos y la prostitución

 

La grave crisis política social económica y alimentaria que azota a Venezuela, ha provocado un éxodo de personas de ese país hacia Colombia.

A nuestro territorio ingresan como ´Pedro por su casa´, debido a los frágiles controles que tiene el país en sus zonas fronterizas.

Llegan, como todo, personas buenas y otras no tan buenas, todo lo contrario, son personas con antecedentes criminales, dedicadas al crimen, la delincuencia a la prostitución. Y es aquí donde nace el dolor de cabeza que hoy tienen las autoridades.

Por ejemplo, el más reciente crimen cometido en Santa Marta, un taxista fue asesinado por un individuo de nacionalidad venezolana. Este sujeto fue capturado por la Policía. En otros casos, han muerto venezolanos producto de vendetta y venganza entre miembros de su propia comunidad. Muchos otros han caído en desarrollo de operativos policiales sindicados de hurto, lesiones personales y microtráfico.

La Policía Metropolitana de Santa Marta es consciente del grave problema social y de seguridad pública que están generando los venezolanos.

En Migración Colombia están con los brazos cruzados, ya que nada pueden hacer atendiendo una directiva presidencial que prohibió las deportaciones de personas de esa nacionalidad. En Migración nadie quiere hablar sobre ello y niega la existencia de tal orden, pero la hay.

 

Una migración que está generando violenciaSegún el Director General de Migración Colombia, Christian Krüger Sarmiento, en las fechas de fin de año se espera un incremento de viajeros del 13% respecto a diciembre de 2016.

 

RECLUTADOS

Lo que han podido establecer los organismos de seguridad es que bandas criminales han reclutado a numerosos venezolanos para sus propósitos criminales. Los emplean en el microtráfico, el fleteo, el sicariato, contrabando de hidrocarburos y la prostitución. Hay otros que incursionan individualmente en la comisión de delitos, y algunos aseguran que lo hacen para lograr la superviviencia.

Además de Santa Marta, ciudades como Ciénaga, Valledupar, Barranquilla y Cartagena están viviendo este flegelo.

Los venezolanos no solo se han visto forzados a cambiar de país por la crisis. En Colombia debieron estrenarse en oficios que jamás pensaron.

 

NO HAY COMO ATENDERLOS

Las autoridades tanto de salud como administrativas del Distrito, aseguran que ante la llegada masiva de ciudadanos venezolanos que ha sido reportada por Migración, en un total de 5.494 personas, ha superado la capacidad institucional de apoyo.

Según el registro oficial conocido por HOY DIARIO DEL MAGDALENA, el mes de enero, fue la época del año en la que más ingresaron a esta zona del país, más ciudadanos venezolanos con un total de 919.

Según la Policía Metropolitana se registró por diferentes delitos la captura de 72 ciudadanos venezolanos; mientras que en los puestos de salud que funcionan en Santa Marta han sido atendidos 444 personas de ese país.

Y es que es fácil ver a los venezolanos ejerciendo con ventas ambulantes que con bolsas de limones, mandarinas, dulces y café, buscan ganase la vida en los semáforos de Santa Marta, los cuales entran a ser territorio de comercio de frutas ambulantes y chocolatinas. Sin embargo Otros se suman al problema social de la delincuencia, el microtráfico y la prostitución.

Según el último reporte de la ESE Alejandro Próspero Reverend se ha brindado la atención en salud en distintas Unidades Prestadoras de Servicios de Salud –UPSS- y la Clínica La Castellana de la Empresa Social del Estado -ESE- Alejandro Próspero Reverend, a 444 ciudadanos venezolanos en condición de migración, 139 de ellos, menores de edad y 180 gestantes. Los servicios facturados en atención a población venezolana ascienden ya a $140 millones.

Según las autoridades de Migración, entre el 1 y 25 de enero, fue la fecha en la que más ingresaron a esta zona del país, más ciudadanos venezolanos con un total de 919.

En febrero se reportó el ingreso de 740 venezolanos; marzo 550; abril 575; mayo 580; junio 606; julio 653; agosto 871; para un total de 5.494.

 

Una migración que está generando violenciaDe acuerdo con Migración Colombia en la actual temporada de fin de año, más de un millón y medio de personas entrarán y saldrán del país por los respectivos pasos fronterizos hasta el próximo 14 de enero.

 

LOS QUE HAN SIDO CAPTURADOS

Según la Policía Metropolitana de Santa Marta, en lo que va del año 2017 han sido capturadas 72 personas de origen venezolano, por diferentes tipos de hechos punibles. De las 72 personas capturadas 64 son hombres y 8 son mujeres.

Llama la atención que 16 venezolanos han sido detenidas por el hurto a personas, 14 hombres y 2 mujeres; 10 por tráfico, fabricación o porte de estupefacientes, 8 hombres y 2 mujeres; 10 por hurto a entidades comerciales, 7 hombres y 3 mujeres; 7 por lesiones personales, 6 hombres y una mujer; 6 por ilícito aprovechamiento de los recursos naturales renovables; 5 por violencia intrafamiliar; 5 por receptación; 4 por fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones.

La Metropolitana de Santa Marta también capturó a 2 hombres por violación de habitación ajena; 2 por acoso sexual; 1 por cohecho; 1 por hurto a motocicletas; 1 por bien en daño ajeno; 1 por abuso de confianza y 1 por fabricación, tráfico y porte de armas, municiones de uso restringido, de uso privativo de las fuerzas armadas o explosivos.

 

LEGALES E ILEGALES

Hasta octubre había 470.000 venezolanos en Colombia, 267.000 de forma irregular, según Migración Colombia. Quienes corren suerte se emplean en lo que saben, pero otros sobreviven de insospechadas maneras.

Forzados a migrar por una crisis que alterna la escasez de bienes básicos, la inseguridad, muchos además enfrentan una pérdida de «reconocimiento social» que los golpea sicológicamente por los trabajos que deben desempeñar, dice Alexandra Castro, directora del Observatorio de Migración de la Universidad Externado de Colombia.

 

Una migración que está generando violenciaEn la última semana, se ha evidenciado un leve incremento, el cual obedece en buena parte al inicio de la temporada de fin de año, pasando de 34 mil ingresos diarios en promedio a 36 mil

 

LOS CASOS

Tiene 40 años y durante 10 ejerció como abogada en Portuguesa, Venezuela. Claudia Carvajalino se mira las manos y llora. Hace unos meses dejó los escritorios para desgranar matas de café «Las uñas y las manos se me destrozaron pero, bueno, eso se recupera», comenta . La resignación le dura poco. Es una experiencia «muy fuerte… se siente rabia, se siente impotencia».

En junio Carvajalino alistó maletas, se despidió de su esposo y sus dos hijos. La escasez apretaba y su mamá sufría de artrosis. Entonces viajó nueve horas en autobús hasta la ciudad fronteriza de Cúcuta en Colombia.

Dice que al ver tantos venezolanos buscando qué hacer pensó que no era buena idea quedarse en Cúcuta y decidió trasladarse a la Costa. Resignada, envió su currículo a tiendas y restaurantes pero ni como mesera fue tenida en cuenta, lamenta.

Después de un duro aprendizaje bajo el sol, alcanzó a recolectar por día 80 kilos de café que le significaron 45 mil pesos. Un recolector experto completa 120 kilos del grano, el principal producto agrícola colombiano.

Carvajalino se hospeda en la finca donde trabaja. Y tiene planes para diciembre: regresar a Venezuela, vender su automóvil y volver a Colombia pero esta vez con su familia.

Jhonger Piña está irregularmente en Colombia. Entró en junio, tiene 25 años y teme ser deportado. Vaqueros, tenis y gorra, este venezolano evoca, sereno, su salida de Barquisimeto. El negocio familiar de frutas se vino abajo en medio de la hiperinflación y decidió migrar a Colombia junto con un primo. Sus amigos venezolanos los acogieron.

Bienvenido a «Cedrizuela». El tradicional barrio Cedritos, en el noreste de Bogotá, acoge a muchos migrantes venezolanos. Hace siete meses que Gregory Pacheco salió de su país y desde agosto trabaja allí. Tiene 29 años, estudió comunicación social y llegó a ser director comercial de importantes marcas.

Cuando aterrizó en la capital colombiana venía con otros planes. Le habían hablado bien del mercado publicitario y creía que se emplearía en lo suyo. «A mi país fueron en los años 60, 70 muchos extranjeros, y todos lograron un objetivo, que era tener dinero y prosperidad», rememora.

Pero no ha sido su caso. Pacheco tuvo que seguir los pasos de otros venezolanos, subirse a un bicitaxi y buscar pasajeros en una estación de Transmilenio. Al dueño del vehículo le debe pagar 45.000 pesos diarios y para ganarse 60 mil pesos pedalea más de 12 horas por jornada.

«Sabía que era duro, venía mentalizado, pero no me imaginé que iba a ser bicitaxista», agrega. Aunque es ilegal, muchos venezolanos terminaron haciendo lo mismo. Hoy, es común verlos con gorras, camisetas de beisbolistas o de la selección de su país.

Pacheco ya se reencontró con su esposa, una productora audiovisual que ya se empleó en Bogotá. Pero aún debe pedalear para traer a su hijo de cinco años que quedó al cuidado de sus abuelos. «Yo puedo pasar trabajos, hambre, pero un niño no».

 

COMPLICA EL POSCONFLICTO

La canciller colombiana, María Ángela Holguín, afirmó que el aumento del número de venezolanos que llegan a su país «complica» el posconflicto porque supone un «costo adicional grande».

«Complica el posconflicto en la medida en que los recursos que tiene el Estado colombiano para poder responder a esos compromisos que se hicieron en el acuerdo (de paz), en donde tenemos que llegar a zonas del país con salud, educación, proyectos productivos, a eso se le sume un costo adicional grande que es recibir a una cantidad equis de Venezolanos, lo complica», afirmó la ministra.

Sobre las cifras de inmigración venezolana, la canciller dijo: «Yo le puedo dar una cifra de lo legal, otra cosa es la gente que entra por cualquier parte y se queda», al recordar la «inmensa frontera» que comparten las dos naciones.

También subrayó que hay muchos venezolanos con nacionalidad colombiana, hijos de colombianos o que se fueron del país de niños, y que «tienen los mismos derechos que tienen todos los colombianos».

«Muchos de ellos» han vuelto, aseguró, «sobre todo gente joven», y, entre inmigración regular e irregular, Colombia calcula que han llegado unos 450.000 venezolanos al país en el último año y medio, que es «cuando más ha aumentado» ese movimiento poblacional.

«Esa preocupación la tenemos desde el primer momento, todos los días se incrementa esa preocupación, a medida que Venezuela no logre encontrar una salida a su crisis, no logre el bienestar de su población, la posibilidad de irse para Colombia es mayor, y también hacia otros países son cifras grandes», indicó, en referencia a «Brasil, Ecuador y Perú».

«A medida que la crisis se complique más y que a la gente le sea más difícil acceder a esos productos, que no haya medicamentos, que no haya disponibilidad en los hospitales porque no tienen ningún tipo de insumo, eso hace que la posibilidad de que vengan hacia Colombia sea mucho más grande», agregó.

Preguntada sobre si esta presión migratoria ha provocado el rechazo social hacia los venezolanos en Colombia, la canciller reconoció que «hay como mensajes en ciertas zonas del país» y aseguró que su Gobierno ha trabajado para que eso no ocurra.

«Hemos trabajado y queremos trabajar para que eso no se dé, Venezuela ha sido un país generoso con los colombianos que se fueron en los sesenta, setenta y ochenta, mínimo hay tres millones de colombianos allá, Venezuela les abrió la puerta en un momento en que en Colombia había una situación muy difícil», señaló.

«Lo único que no podemos ser es no ser generosos y entrar en una xenofobia de que los venezolanos nos quitan el trabajo, las oportunidades, porque en eso como país debemos ayudar a los venezolanos y tratar que de la mejor manera salgan de esta crisis», subrayó.

 

FLUJO EN DICIEMBRE

Según Migración Colombia, en el caso de Venezuela, hay días de la semana que presentan un mayor flujo de visitantes que otros.

«Por ejemplo, cuando inicia el fin de semana, crece el número de personas entrando, mientras que cuando empieza la semana normal se evidencia más salidas a Venezuela, lo cual le indica a las autoridades una estadía pasajera por fin de semana en Colombia», explicó un funcionario de la entidad.

En los primeros días de diciembre, se había registrado el paso de 50.166 personas por los torniquetes del Puente Simón Bolívar, de los cuales 33.033 eran de procedencia venezolana.

Por otra parte, en el puente Francisco de Paula Santander la cantidad registrada fue de 18.910, donde 11.019 eran colombianos.

La entidad estima que en la actual temporada de fin de año, más de un millón y medio de personas entrarán y saldrán del país por los respectivos pasos fronterizos hasta el próximo 14 de enero.

Según el Director General de Migración Colombia, Christian Krüger Sarmiento, en las fechas de fin de año se espera un incremento de viajeros del 13% respecto a diciembre de 2016.

El promedio mensual de ingresos de ciudadanos venezolanos por los tres pasos habilitados es de 34 mil personas ingresando y 32 mil saliendo por estos mismos tres pasos.

En la última semana, se ha evidenciado un leve incremento, el cual obedece en buena parte al inicio de la temporada de fin de año, pasando de 34 mil ingresos diarios en promedio a 36 mil.

La cifra también es evidenciada en el flujo de salida de ciudadanos venezolanos hacia su país.

El principal motivo de ingreso sigue siendo la compra de alimentos.

Sin embargo, en comparación a diciembre de 2016 se ve un decrecimiento en los flujos pues el año pasado, en esta temporada el tránsito de entrada que era cercano a los 45 mil registros mientras que en 2017 la cifra se mantiene cercana a los 36 mil.

Por otra parte, los días en que más movimiento se presentarán en las zonas de migración serán el 22 – 23 – 29 y 30 de diciembre, así como el 6 – 7 – 8 y 14 de enero.

A nivel general y según el último informe emitido por la entidad, a octubre de 2017 se había registrado el paso de 470 mil venezolanos tanto regulares como irregulares que se encontraban en el territorio nacional.

De esta cantidad de migrantes, cerca de 67 mil eran beneficiarios del Permiso Especial de Permanencia (PEP), lo que muestra la acogida que ha tenido la implementación de esta norma dentro de los ciudadanos venezolanos, quienes cada vez más, buscan estar en nuestro país de forma regular, indicó Krüger Sarmiento.

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