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Un panorama gris se registra en municipios como Balboa, donde la gente, entre miedo y un poco de humor negro, expresa que parece el regresó de la cuarentena.
Prácticamente algunos municipios del suroccidente del Cauca son ahora pueblos fantasmas, a raíz del paro armado decretado por el Ejército de Liberación Nacional, Eln.
Así lo confirman comerciantes y líderes sociales de localidades como Argelia, Balboa, Bolívar, El Tambo, entre otras, al expresar que no salen de sus viviendas por temor a sufrir algún ataque de este grupo al margen de la ley.
“Es mejor prevenir ante esa amenaza que el Eln lanzó, a través de un panfleto que circuló ampliamente en la región y donde ordenaron que ningún carro, a excepción de ambulancias, puede movilizarse desde anoche hasta la mañana del próximo lunes, por eso muchas empresas de transporte público suspendieron las rutas para evitar que les quemen sus automotores”, comenta un comerciante de El Patía, solicitando mantenerse en el anonimato.
Aunque oficialmente ninguna autoridad se ha pronunciado frente al tema, para los campesinos de estas regiones del departamento es una realidad, y un acto de sensatez, acatar dicha exigencia de esa guerrilla, la cual libra una guerra contras las disidencias de las Farc.
“No podemos salir, acá en Argelia es mejor eso a que lo maten a uno, ayer asesinaron a tres personas en El Plateado. Una de las víctimas fue la comerciante Amparo Macías Daza, entonces si se cumplen las amenazas, eso lo entiende la gente y ya hoy nadie estuvo en la calle”, relata un ingeniero que labora en este municipio del suroccidente del Cauca.
Además, para aportarle a esa escena de calles solitarias, la empresa que presta el servicio de transporte hacia las localidades ubicadas en el Cañón del Micay, límites entre Argelia y El Tambo, suspendió labores este fin de semana, muestra que el temor es una realidad.
Este mismo panorama se registra en municipios como Balboa, donde la gente, entre miedo y un poco de humor negro, expresa que parece el regresó de la cuarentena, como lo vivieron cuando confirmaron los primeros casos de Covid-19 en esta zona del país.
“Mi pueblo está solo, es mucho más el temor a la guerra que al mismo coronavirus, es más efectiva la amenaza del Eln para aislar a la gente que la propia orden que dio el gobierno de no permanecer en las calles. Hoy era día de mercado pero nadie salió, los comerciantes no abrieron, muestras del desgobierno que hay en esta zona del Cauca”, comenta un líder social de Balboa.
En Bolívar y La Vega, aunque se adelanta día de mercado, la gente reconoce que sí es una realidad el temor que hay por la orden del Eln de no movilizarse entre estas localidades.
Es que tras la masacre registrada en El Mango, hace ocho días, se intensificó el conflicto, en especial en el suroccidente del departamento al punto que el Eln ordenó que los venezolanos y ciudadanos de otros departamentos, en especial del Caquetá, abandonaran la zona rural de Argelia.
Por eso, alrededor de 300 personas huyeron de El Plateado y se instalaron en el casco urbano para después desplazarse a Pasto o Popayán, escena que no se vivía en el departamento desde la firma de los acuerdos de paz con las extintas Farc, pero que ahora regresó por la guerra entre estas dos organizaciones armadas.
Mientras estas son las versiones de las personas que están en estos territorios, funcionarios de la gobernación del Cauca expresaron que hay normalidad por las vías del sur del departamento como ellos mismos comprobaron en la visita que realiza la primera autoridad del departamento, Elías Larrahondo Carabalí, al municipio de Sucre.
“Hoy hay mercado en este poblado, por eso uno ve a la gente vendiendo y comprando sin ningún contratiempo, el gobernador está acá en un evento con autoridades locales y comunidad y todo ha transcurrido en completa calma”, expresaron funcionarios que acompañan al mandatario de los caucanos.
Hasta el momento ese es el panorama que se vive en el primer día del paro armado decretado por el Eln en esta región del país.