Noticias de Santa Marta, el Magdalena, y el mundo!
Hace diez años Dani Martin sorprendió a todos cuando dejó a ‘El canto del loco’. Era el mejor momento de la banda y se lanzó en solitario con una propuesta que marcaba una gran distancia con el sonido y la propuesta musical que había construido con sus compañeros.
Ahora, diez años después, lanza un disco en el cual retoma el rumbo de la constante búsqueda y experimentación musical, ‘Lo que me dé la gana’, un disco que fue lanzado, hace tan sólo algunas semanas en España, en formato digital y distintos formatos físicos, entre ellos el vinilo, que se ha convertido en uno de los álbumes más vendidos del año.
Son 20 en total los años de carrera artística los que ha completado el cantautor madrileño, de los cuales 10 han sido en solitario, con un disco que contó con la participación de talento colombiano, con canciones con Juanes y el joven Camilo.
EXPERIMENTACIÓN TOTAL
– ¿Cómo ha visto el recibimiento en España de su nuevo trabajo discográfico?
Ha sido maravillosa la recepción que ha tenido el nuevo álbum, todo lo contrario a la incertidumbre que vivimos en España por las nuevas medidas por la pandemia, y es algo que se agradece, que reciban tu nueva música con tanto cariño.
Me ha encantado como las canciones tienen esa cosa de convertirse en banda sonora emocional de las personas y eso me pone tan contento como sorprendido, porque es un momento difícil, y pese a ello, la gente salió a las tiendas en búsqueda del formato físico especial, junto a un vinilo.
– Lo lanzó en distintos formatos…
Es un disco que le cae bien cualquier formato, le cae bien todo lo que le permita ser libre, porque es un disco libre, que no tiene prejuicios, no tiene complejos, que me permitió bucear en un montón de sonidos, de colores, con un montón de gente súper diferente, pero con el mismo amor a la música al final.
– ¿Es complicado ser libre tras tanto éxito en sus años de carrera?
Yo creo que sí es complicado. Si no te das ciertos permisos y no hacer un viaje en ciertos sentidos, creo que tendemos a saber qué está funcionando, que sabemos mejor hacer, que genera cosas en los demás y nos acomodamos en ese tipo de situaciones que nos dejan bien ante los ojos que nos ven.
Yo estoy muy contento de darme ese permiso de volar, de haber agarrado todos los estilos que me han gustado desde pequeño y sentirme como ese niño que en su habitación podía escuchar desde punk, boleros, rancheras, folclor, flamenco, pop, realmente de todo.
Es volver a ese momento en que no tienes filtros y te apetece escuchar de todo, es el momento en el que estoy como artista, porque llevaba un buen tiempo que no me dejaba llevar por tantos estilos y nutrir un discos con tantos estilos míos. Ese atrevimiento para mí ha sido brutal, porque he hecho hip hop, cumbia, pop, baladas, una rumba y hasta un cabaret. Ahí está mi verdad.
– ¿Le tomó unos buenos años crear este disco?
Por eso el paso del tiempo es necesario y bueno para volverte a encontrar con el público, para tener algo qué decir, para dejarle a las canciones que ellas decidan si entran o no en el disco. Creo que es muy importante el tiempo porque muchas veces te apresuras en sacar giras, sacar discos, pero se debe aprender que el tiempo es uno de los mayores tesoros en la música.
TALENTO NACIONAL
– ¿Con colaboraciones con artistas colombianos?
A Juanes le conozco desde hace 20 años, compartiendo cartel, canciones, escenarios. Un tipo genial, a quien admiro y con quien quedé a componer en su casa, me lo pasé increíble haciendo el ejercicio de salirme de mi lugar de confort. Un par de días en su casa haciendo el tema ‘Huesos’, que tiene una cadencia de cumbia y un rollo reggae, que me recuerda mucho a Juanes en sus inicios y me recuerda también a mis inicios con ‘El Canto del Loco’.
La compusimos hace tres años y me ha acompañado todo este tiempo. Lo mismo pasó con Camilo, que lo conocí en ese tiempo y me enamoré de su talento, de escuchar a un chaval tan joven cantando canciones de Sui Generis, Charly García, Jorge Drexler y Fito & Los Fitipaldis, que igual me encantan, viéndolo cantar con un talento fuera de lo normal.
Luego nos sentamos a componer y me encontré con un genio de las melodías, pero también en la búsqueda de palabritas y me lo he pasado muy bien. Está en el disco porque le quiero y porque tiene un talento enorme, haciendo la canción ‘Avioncito de papel’ en una playa que nos inspiró absolutamente.
– ¿Cambió su forma de componer para este disco?
Antes había compuesto con una que otra persona más, pero eso de meterse en una habitación con nueve personas más fue realmente nuevo para mí a la hora de componer, dejando el ego de cada uno en la calle y buscando la mejor melodía, como una guerra a ver a quién se le ocurría primero. Me parece un ejercicio increíble.
Joaquín Sabina desde ‘Vinagre y Rosas’ le gusta tener a Benjamín Prado al frente, porque siente que es su policía y te hace buscar una palabra mejor de la que te dijo él, lo cual para el disco es muy enriquecedor.
– ¿Ya son diez años de trabajo como solista?
Para mí ‘Pequeño’ (primer álbum como solista), lo que significa, es que tomé la decisión más bonita de mi vida, porque fue un momento de permiso también, porque fue la decisión de cortar con algo que iba muy bien que era ‘El canto del loco’ y empezar otra cosa porque aquello ya no me hacía feliz. Me siento muy orgulloso.
Siento que con este nuevo disco, es un comenzar, con una nueva carrera, una nueva forma de ser y ver la música, para poder plasmar todas las emociones en mis canciones.
– ¿Cómo ha sido este tiempo de pandemia?
El confinamiento fue un periodo de poca creatividad, porque era una sensación desconocida, que no se vivía, no se sentía o se veía. Era como estar congelado, y con el tiempo empecé a coger la guitarra y tocar canciones que me apetecían, de bandas con las que crecí, para trasladarme a momentos de más alegría.
BOGOTÁ (Colprensa).