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La política, definitiva en todo proceso democrático y que conocemos entre sus muchas acepciones como esa actividad orientada en forma ideológica a la toma de decisiones de un grupo para alcanzar ciertos objetivos, que también puede definirse como una manera de ejercer el poder con la intención de resolver o minimizar el choque entre los intereses encontrados que se producen dentro de una sociedad; junto con la democracia, a decir de politólogos, científicos sociales, académicos y tratadistas en distintas áreas del saber político, se menoscaba rápidamente y sin remedio. Existe inconformidad como se demuestra con los últimos funestos episodios de reyerta que afectaron en materia grave el orden público en distintos países, lo que desnuda una muy clara desunión de la clase política con la ciudadanía, además de evidenciar indignación ciudadana, dada la inequidad como la desigualdad que acusamos y los pobres resultados, tales como la falta de equidad, el aumento de la pobreza y el estancamiento general, creando perturbación, desequilibrio, bajos niveles de popularidad y congresos sin mayorías, lo que complica la gobernabilidad, genera crisis institucional y choque Ejecutivo/Legislativo.
Es complejo sin duda el tema en materia de gobernabilidad, empeorada por los recurrentes conflictos de poderes entre el ejecutivo y el congreso, que en bien del país demandan un claro acercamiento para mejorar en beneficio de todos. De igual manera, conveniente es a todas luces evitar el distanciamiento con la ciudadanía, que crea falta de confianza en los gobiernos y sean los grandes niveles de insatisfacción caldo de cultivo para la llegada de personajillos nada que ver cargados de populismo y prometiendo imposibles con lo que almibaran a la gente, que irascible, camina cual Vicente, para dónde va la gente; de ahí la importancia de diseñar respuestas democráticas contundentes e innovadoras que subsanen los problemas de la democracia actual entre nosotros.
Se suma a lo dicho, qué en tiempos de rápido crecimiento tecnológico, cambio climático y otros asuntos no menos inquietantes, hay que ir más allá de lo electoral y político, lo que impone revisar a fondo situación actual de nuestra democracia y quehacer gubernamental, a efecto de hacerlas actuales y nutrirlas de elementos que faciliten gobernar, democrática y eficazmente las muy complicadas sociedades de hoy.
La política debe posibilitar la organización de la comunidad y estar asociada a la idea de su transformación, además de estar referida a la administración de ese vivir en sociedad, al tiempo de inscribirse en un esquema formal de pensamiento que privilegia el hacer político. La democracia se fortalece con más democracia y obligada está a hacer frente a las reivindicaciones sociales, a las incertidumbres y a la complejidad de los problemas más importantes de nuestra sociedad, que requieren intervenciones integrales sobre la base de la participación y la inclusión, contribuyendo así al fortalecimiento democrático, a solucionar problemas sociales, a construir y ejercer ciudadanía desde lo local, donde primeramente deben generarse las soluciones, al conocerse en ese estadio de primera mano necesidades, problemas y seguramente las soluciones de los mismos. saramara7@gmail.com