Noticias de Santa Marta, el Magdalena, y el mundo!
El equipo inglés cambió radicalmente con la presencia del colombiano.
El Everton no enganchaba tres victorias consecutivas en el inicio de la Premier desde el siglo pasado, concretamente desde los años 90.
Ante el Crystal Palace, sin mostrar la brillantez del día del West Bromwich Albion, se llevó otra vez los tres puntos liderado por un James que ya es el jefe de este equipo, el auténtico líder que les marca el camino.
Ancelotti le ha dado libertad absoluta al colombiano y éste lo aprovecha para, partiendo de la banda derecha, moverse a su antojo entre líneas.
Así llegó el 0-1. Un pase rápido, al toque, con la derecha, dejó a Coleman en una posición franca para centrar y ese killer que es Calvert-Lewin no perdonó y sigue con esa racha goleadora tremenda que también tiene al Everton en lo más alto.
El balón que puso James fue propio de un jugador diferente, que ve el fútbol antes que los demás. Sin embargo, el Crystal Palace espabiló y en un despiste defensivo, a la salida de un córner, empató gracias a un cabezazo de Kouyaté en el minuto 26. El sistema defensivo del Everton estuvo flojito en esta jugada.
Cuando el Crystal Palace parecía hacer más daño con las llegadas de Zaha y Eze, llegó la jugada desgraciada para los locales. Un penalti por mano de Joel Ward, avisado por el VAR, propició el 1-2 de Richarlison, lo que ponía ya el partido muy de cara para este Everton en el minuto 40.
Así se llegó al final de la primera parte y en la segunda, con el paso de los minutos, el Crystal Palace fue ganando terreno a un Everton donde Allan, Doucouré y André Gomes iban bajando su nivel.
Lo mejor del Everton seguía siendo la calidad de James. Tiene un guante en esa zurda y sus córners eran peligro claro. Calvert-Lewin perdonó un remate franco en uno de esos saques de esquina, algo raro con su nivel en este inicio de temporada.
Los locales seguían apretando y Ancelotti dio entrada a Sigurdsson por André Gomes buscando oxígeno en el medio del campo y no meterse muy atrás, ya que el gol del empate podía llegar en cualquier momento.
El técnico italiano decidió que en el 85′ James ya no daba para más, se le veía agotado y por eso dio entrada a Iwobi buscando frescura en ataque.
El duelo fue muriendo por falta de físico y los visitantes lograron otro triunfo muy valioso.
/ AFP