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A cuatro días de que tenga su última discusión, el proyecto de Acto Legislativo que implementa la reforma política volvió a entrar en crisis debido a que uno de los principales socios que ha tenido, el Partido Liberal, anunció que votará la iniciativa en contra, con al menos la mitad de sus senadores.
Sumado a esto ‘los cuidados intensivos’ a los que volvió la propuesta se deben a que el partido Cambio Radical, con nueve senadores que votaron la reforma en la Comisión I, anunciaron que se marginarían de votar el articulado de forma positiva.
Igualmente, la Misión de Observación Electoral (MOE), uno de los principales promotores de la reforma política, le solicitó al presidente Juan Manuel Santos que retire el proyecto porque reforma completamente la idea inicial y tiene normas que se convertirían en ‘micos’.
LA HERENCIA CRISTO
En la sesión plenaria del miércoles el senador Luis Fernando Velasco señaló que un grupo de nueve senadores, en cabeza del expresidente del Partido Liberal Horacio Serpa, votará la otra semana de forma negativa el proyecto de reforma constitucional.
“…durante su trámite se han eliminado y tergiversado elementos esenciales para lograr sus objetivos, así como se han adicionado temas que la desdibujan», dicen.
Y agregan que el proyecto que viene aprobado «refleja los intereses y las necesidades normativas de actores políticos frente a las elecciones de 2018 y se alejan de la visión de largo plazo orientada a privilegiar los intereses de los ciudadanos y la calidad de la representación política”, indicó la constancia de Velasco, Serpa y otros senadores como Lidio García, Arleth Casado, Luis Fernando Duque y Guillermo García, entre otros.
Estos congresistas apoyaron al excandidato en la consulta liberal Juan Fernando Cristo, quien precisamente en una carta dirigida al presidente Juan Manuel Santos, la semana anterior, le pidió que dejara hundir el proyecto porque no se parece en nada a lo que se radicó en mayo pasado.
Según Velasco, “esta reforma convertida en colcha de retazos, dirigida a resolver necesidades particulares de algunos actores termina por desdibujar y debilitar el sistema de partidos, burlar los mandatos populares y evadir controles. Adicionalmente, ignora y atropella el fervor ciudadano por cambiar la política y se aleja y desconecta de los propósitos del Acuerdo de Paz, de manera que resulta insostenible tramitarse por medio del Procedimiento Legislativo Especial. Por estas razones anunciamos nuestro voto negativo”, dijo el dirigente del Cauca.
La posición del liberalismo fue rechazada por el ministro del Interior, Guillermo Rivera, quien aseguró que su antecesor, Juan Fernando Cristo, está equivocado en decir que se debe hundir la reforma; por el contrario, ha insistido en que está muy viva y que ayudará a dar un nuevo organismo electoral, permitir la creación de más partido como también a mejorar la financiación de la política.
LA POSICIÓN DE LA MOE
Y como si el panorama político en el Senado no fuera complicado, este jueves la Misión de Observación Electoral (MOE) le pidió al presidente Santos que le retire el apoyo al proyecto de la reforma política porque se ha modificado de forma sustancial.
“La MOE se permite solicitarle, de la manera más atenta y respetuosa, retire el apoyo del Ejecutivo a la reforma política que está finalizando su trámite en el Congreso de la República. La aprobación de esta reforma constitucional, tal y como está planteada, pone en riesgo los avances que se han logrado en las últimas reformas en torno al fortalecimiento de los partidos políticos; la responsabilidad política de partidos y candidatos; la transparencia del sistema electoral, y la actuación en bancadas, entre otros”, le dice la directora del organismo, Alejandra Barrios.
Barrios recordó que el propósito de la reforma era “asegurar una mayor autonomía e independencia de la organización electoral; fortalecer, modernizar y hacer más transparente el sistema electoral; ampliar la participación ciudadana y mejorar la representación de los territorios, pero terminó convirtiéndose en una iniciativa que únicamente pretende resolver las premuras partidistas y electorales de las próximas elecciones, careciendo completamente de una visión a largo plazo”.
Entre las advertencias de la MOE están el tema del transfuguismo político. “El proyecto en cuestión, aprobado en tercer debate, les permite a los miembros de corporaciones públicas presentarse a las siguientes elecciones por un partido distinto al que los avaló, siempre y cuando, durante dicho periodo el partido decida conformar una coalición de listas y el respectivo miembro de la corporación pública esté en desacuerdo con esta. Sin lugar a dudas, esta medida es una expresión del transfuguismo político que de aprobarse estaría permitiendo la indisciplina partidista y premiando el personalismo político”, señala Barrios en su misiva.
Para la MOE, en esta oportunidad se está introduciendo un ‘mico’ pues los congresistas podrán ocupar otro cargo público de manera inmediata. “Esta propuesta retoma la discusión que se dio en el proyecto de Equilibrio de Poderes sobre la generación de una relación inconveniente entre el Legislativo y el Ejecutivo, propiciando un mecanismo de transacción de favores en materia electoral y en los procesos legislativos”. Bogotá Colprensa.