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Comenzó la cuaresma y se ´disparan´ ventas de pescados y maricos

Comenzó la cuaresma periodo del año más importante para la fe cristiana y las religiones que de ella se derivan y  según la tradición, este tiempo es una llamado a la reflexión, a la penitencia, a ser generosos con el prójimo, a ayunar y a privarse de privilegios para demostrar humildad y recogimiento.

Es por esto que una de las tradiciones más arraigadas entre los creyentes católicos es la abstención de comer carne durante el Miércoles de Ceniza, los viernes de Cuaresma, el Jueves Santo, el Viernes de Dolores y el Sábado de Gloria. Pero, curiosamente, esta abstención propia de la vigilia sólo aplica si se trata de carne roja y en general el pescado y los mariscos y, a veces, el pollo, están permitidos.

Razón por la cual esta época del año los pescadores y los vendedores de los frutos del mar hacen su ‘agosto’. Saben que tanto Semana Santa como la víspera de la misma, se caracteriza por ser la mejor temporada para estos comerciantes, que por tradición hacen sus mejores ventas durante los 40 días de cuaresma y desde el lunes hasta el Jueves Santo.

Y es que la demanda crece de manera inusitada, pero también los precios. Algunas especies, como el pargo, la cojinova, el bonito o la sierra, son las dos clases de pescados que mayor demanda tienen entre los propios y turistas.

“Esta es la temporada de nosotros, lo que más han venido pidiendo es la cojinova y  el bonito, estamos vendiendo cuatro en 10 mil 000 pesos, tal vez por eso ha sido el producto que más han venido preguntando, además de que el bonito es propio de los samarios, con él hacen el salpicón que es tan popular”, aseguró Luis Salazar, vendedor ubicado en la Plaza de Mariscos y Pescados del Mercado Público de Santa Marta.

Comer pescado y mariscos previo y en Semana Santa es una tradición religiosa que no se ha perdido y se mantiene viva a través del tiempo. Al iniciar hoy, está época llena de fe en Dios, la gente tiende a consumir más los productos de mar porque de acuerdo con su creencia honran a Cristo ya que según las sagradas escrituras durante estos ocho días no se debe incluir la carne roja porque equivale ofender a Jesús y su sacrificio de dar la vida por los creyentes.

En ese sentido, los consumidores, pescadores y vendedores aseguran que el pescado es el alimento más apetecido por las personas durante esta semana de profundo recogimiento, aunque alguno de ellos aseguran que otras variedades del fruto del mar han hecho su camino hacía ser el favorito de muchos como son los camarones.

“Me han comprado más el camarón en esta época, a la gente ahora le gusta los platos como la cazuela de mariscos, que no solo trae camarón trae langosta, pulpo, caracol y otras cosas”, asegura Luzmila Cárdenas, vendedora desde hace 25 años de pescados y mariscos.

Cabe resaltar que, las playas de Santa Marta y el Mercado Público son los sitios donde la gente más compra el pescado para estos días, pues es fresco y económico.

UNA TRADICIÓN ANCESTRAL

No obstante, los comerciantes que se ubican en el Mercado Público de Santa Marta no son los únicos beneficiados en esta temporada, los pescadores ancestrales que normalmente desarrollan sus labores en bahías como la Taganga, Playa Salguero y Los Cocos, entre otras también agraden la llegada de época de cuaresma y posteriormente de Semana Santa.

Este gremio vende el pescado a la orilla del mar y la gente llega a ver lo que trajeron las lanchas para comprar el más les guste, entonces mientras relajan el pescado, se arman charlas y polémicas de temas de actualidad.

Los pescadores aseguran que en Semana Santa tiende a ver escasez, por lo tanto, desde muchos días la gente compra sus pescados para guardarlos en el refrigerador.

Asimismo, ellos aseguran que no tienen una hora exacta de salida a pescar puede ser en la mañana, tarde o hasta en la noche, pero siempre suelen regresar tipo 5:00 de la mañana, o a las 7:00 u 11:00 de la mañana.

Por estos días, los pescados que más se encuentran son: picúa, bonito, mochuelos, sable, jurel, macabí, sierra y mojarras. ‘Los chinchorreros’ se vienen cuando el pescado les entra sino allí permanecen en el mar. En la Playa de Los Cocos hay seis canoas y en cada una se van seis u ocho pescadores.

Cabe resaltar que la pesca artesanal es una actividad que puede tener un gran impacto social, pues se convierte en un salvavidas que permite que las personas tengan un ingreso para solucionar sus necesidades básicas y además les brinda seguridad alimentaria. Los ingresos nunca son muy altos, pero sí suficientes para mantener a los pescadores.

INCREMENTO EN LAS VENTAS

“Semana Santa nos va bien,  la semana de nosotros, para esta época  en un buen año vendemos de 2 a 3 millones de pesos”, indicó Luis Salazar, vendedor de pescados desde hace 30 años, aseguró que para los meses de marzo y abril las ventas suelen incrementarse en casi en un 300%, eso se debe a las creencias y convicciones de los fieles.

Dependiendo del tamaño así es el precio del pescado, que puede oscilar entre 10 mil y 25 mil pesos, los mariscos por lo general se consiguen a 13 mil la libra y la lisa aunque no es de lo más apetecidos para este tiempo religioso se consigue con un precio que puede varían entre los 4.500 y 5 mil pesos.

Por su parte, pescados como el lebranche, la sierra, la mojarra y el bocachico se pueden encontrar con un módico precio de 10.000 pesos la unidad.- Es que son precisamente estos precios accesibles lo que sitios como la plaza de mariscos y pescados del mercado público, comiencen a apreciarse desde ya con un lleno total.

RECOMENDACIONES

Ante el incremento en el consumo de pescados y productos de río y de mar durante el periodo de cuaresma previo a la Semana Santa, el Ministerio de Salud y Protección Social hace algunas recomendaciones a la población sobre las características que se deben tener en cuenta al momento de la compra y preparación de estos alimentos.

Estos productos deben ser adquiridos en establecimientos reconocidos y de confianza, que cumplan con las medidas sanitarias establecidas para su conservación y que garanticen las condiciones básicas de higiene y que puedan responder en caso de algún reclamo.

Las manos del manipulador deben estar limpias y sin laceraciones o heridas en su piel; además, es recomendable que tenga una indumentaria que evite la contaminación de los productos.

Los productos que se expenden al público en exhibidores abiertos deben mantenerse en cama de hielo; estos pescados deben tener un color característico, sin presencia de sangre u otras partículas que lo contaminen.

En el carrito de compras, separe las carnes, las aves y los pescados de las frutas y vegetales, colocándolos en bolsas plásticas para evitar que sus jugos goteen sobre otros alimentos.

Si va a comprar pescado, tenga en cuenta que las agallas deben estar de color rosado. El comprador debe estar atento, porque vendedores inescrupulosos utilizan sangre de res para engañar sobre el verdadero estado del producto; los ojos del pez deben estar brillantes y las escamas deben estar adheridas a la carne del pez, con brillo metálico, no viscosa.

En cuanto a la carne, debe ser firme y elástica al tacto. Adherida a los huesos. Que no se desprendan al ejercer presión con los dedos. Que las características organolépticas de color, olor y sabor no deben estar alteradas. El pescado debe presentar un olor agradable y, si tiene un olor a amoniaco, no comprarlo porque podría estar en una situación de descomposición.

Respectivamente a los crustáceos menores como camarones y langostinos, no deben presentar manchas negras, olor desagradable o desprendimiento entre cabeza y tronco.

Por su parte, los calamares deben tener la piel lisa, suave y húmeda, sin manchas sanguinolentas o extrañas, mientras que los mejillones, u otros moluscos bivalvos, deben tener las valvas cerradas y una vez cocidos, abrirse. Si están abiertas, hay que comprobar que se cierran con un ligero golpe. Asimismo, se recomienda que las pencas de bacalao salado tengan un aspecto seco y sin puntos rojos o negros en su superficie, ya que ello indicaría que tienen hongos.

SIGNOS DE ALARMA POR INTOXICACIÓN

Algunos signos de alarma por intoxicación con alimentos son: fiebre elevada, sangre en las deposiciones, vómitos prolongados, deshidratación, disminución en la orina, sensación de mareo y enfermedad diarreica por más de tres días para lo cual deberá consultar oportunamente con su médico.

Los primeros síntomas de intoxicación por ciguatera incluyen retortijones abdominales, náuseas, vómitos y diarrea. Se desarrollan, por lo general, de 20 a 30 minutos después de comer el pescado afectado.

Luego, los síntomas pueden convertirse en dolor de cabeza, dolores musculares y picazón, entumecimiento u hormigueo en la piel. Es posible que note un cambio en la capacidad de sentir las temperaturas calientes o frías y puede incluir ponerse colorado en la cara.

Sin embargo, dependiendo de la intensidad de estos síntomas, es prudente que suspenda la alimentación por seis horas y procure hidratarse únicamente con agua hervida, suero o aguas de hierbas, mientras se dirige a un centro de atención médica.

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