Noticias de Santa Marta, el Magdalena, y el mundo!
Venezuela navega por aguas tormentosas cada vez más enfurecidas. A los polémicos resultados de las elecciones regionales del pasado 15 de octubre en la que el chavismo consolidó su poder en la mayor parte del país, se le sumó luego la división cada vez más marcada entre los opositores al régimen de Nicolás Maduro y ahora surgen nuevas alarmas ante la debilidad creciente de su economía que podría llevar a una situación de no pago de sus deudas y la necesidad de un salvavidas financiero que no se observa en el horizonte.
comicios, en los que no fue permitida la participación de observadores independientes. En sudeclaración el secretario general, Luis Almagro, destacó la inconsistencia de que el chavismo, con cerca del 53% de los votos haya obtenido el poder en 18 de las 23 gobernaciones, mientras que los opositores, con el 45% de los sufragios apenas lograron asegurar cinco poderes regionales.
Esta situación está ligada con la franca división que se tiene hoy entre los opositores de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), como consecuencia de que cuatro de los gobernadores opositores elegidos aceptaron jurar ante la Asamblea Nacional Constituyente conformada solo por oficialistas y con alcances plenipotenciarios, lo que le dio cierta legitimidad a dicha instancia, rechazada no solo por los opositores venezolanos, sino por muchos países en el mundo, (entre ellos Colombia), por considerarla una auténtica expresión dictatorial.
El único gobernador que no juró ante la Constituyente fue el perteneciente al movimiento Primero Justicia, comandado por Henrique Capriles, quien decidió amenazar con salirse de la MUD (conformada desde el 2008) y mantenerse firme en sus críticas a Maduro. Por el contrario, el sector comandado por el líder de Acción Democrática (AD), Henry Ramos Allup, expresidente de la Asamblea Nacional, aunque dice que sigue en la oposición, parece haber sido absorbido por el oficialismo. De hecho, sus recientes actitudes acortaron distancias con el partido de gobierno, y por eso Capriles habla de refundar la MUD para poder «extirpar el tumor».
En realidad lo que el episodio reciente deja desnudo es que en la oposición venezolana, infortunadamente, los personalismos terminaron imponiéndose en esta ocasión, haciéndola aún más débil frente a Maduro, Esto ocurre, paradójicamente, después de haber estado muy cerca de poner en graves aprietos la continuidad del chavismo en el poder. Hoy se ve reflejada la falta de acuerdo entre los opositores para consolidar un liderazgo único que le hiciera un real contrapeso al partido de gobierno.
Ahora bien, aunque Maduro salió fortalecido de las recientes elecciones, la realidad económica del país es la que pone ahora a su régimen en riesgo. En materia financiera Venezuela está entre la espada y la pared, ya que podría darse el caso de que no pague en las próximas dos semanas unos 2.200 millones de dólares, de los 3.500 millones que deberá cancelar hasta noviembre por deuda externa, lo que implicaría que Venezuela caiga en la quiebra o «default».
Si eso llegara a pasar se suspenderían las importaciones de alimentos y medicinas y se agravaría la crisis de abastecimiento de productos básicos: la bomba social sería inminente. De las limitadas reservas internacionales del Banco Central de Venezuela, apenas podría usar unos 1.500 millones de dólares en efectivo, y no aparecen en el panorama posibles fuentes de recursos que le permitan responder a todas las obligaciones. Así, lo que no pudieron los opositores políticos tal vez lo logre la crisis económica que se avecina.
Internacionalista