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China, el mayor contaminador del planeta, acusó el miércoles a los países desarrollados de contribuir de manera insuficiente a la lucha contra el calentamiento, en vísperas de la reunión anual COP25 que se inicia el próximo lunes en Madrid.
«La falta de voluntad política de los países desarrollados» es el «mayor problema» para reducir las emisiones contaminantes, declaró a la prensa el viceministro de Medio Ambiente chino, Zhao Yingmin.
China, segunda economía mundial, es, de lejos, el primer emisor de CO2 del planeta.
Sin embargo, en tanto que país en desarrollo, aspira al fondo anual de 100.000 millones de dólars prometidos por los países ricos para ayudar a los más pobres a hacer frente a la urgencia climática y a reducir sus emisiones de gas de efecto invernadero.
En un informe presentado el miércoles, China critica particularmente la decisión de Estados Unidos de retirarse del acuerdo de París y, indirectamente, la propuesta de «tasa de carbono en las fronteras» barajada la futura presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Este mecanismo, que hace tiempo propuso Francia, permitiría imponer gravámenes a los productos que generen gases de efecto invernadero.
Para Pekín, esta tasa, tal como está contemplada «por algunos países desarrollados» «afectaría gravemente» a la ambición de la comunidad internacional de luchar contra el cambio climático.
Los firmantes del acuerdo de París se reunirán en Madrid a partir del lunes próximo en la 25ª reunión anual de la ONU sobre el Clima (COP25).
El acuerdo de 2015 prevé que los cerca de 200 países firmantes concluyan antes de finalizar 2020 un compromiso para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
La urgencia es máxima. La ONU lanzó el martes una seria advertencia a los países: para que el objetivo de limitar el calentamiento a +1,5°C – ambición inicial del acuerdo de París- sea respetado, habría que reducir las emisiones de CO2 un 7,6% anual, a partir del año próximo y hasta 2030.
Hasta ahora, «no hay ninguna señal» que permita pensar que estas emisiones, generadas en particular por las energías fósiles y que aumentan cada año, empiecen a bajar en los próximos años.