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Cinco meses antes de que se cumpliera una década del
matrimonio empresarial entre Germán Efromovich y Roberto Kriete, la relación
entre los dos magnates de la industria aérea llegó a su fin. Hace 10 años, los
empresarios celebraban la decisión de unir las operaciones de Avianca y Taca
bajo una misma compañía, que convirtió al empresario colombo-boliviano en el
dueño de lo que en su momento era la aerolínea más grande de América Latina.
Ahora, el fruto de este trato terminó siendo el punto de quiebre de la
relación, luego de que Efromovich perdiera el control de la aerolínea, que
logró sacar de la quiebra en 2004, y que desde hoy estará bajo la
administración del salvadoreño Kriete.
Esto se dio después de que United Airlines, una compañía estadounidense de 93
años de operación, iniciara ayer formalmente los trámites para quedarse con las
acciones de la colombiana Avianca Holdings, que pertenecían en 51,5% a BRW
Aviation, empresa del Grupo Sinergy, propiedad del empresario Germán Efromovich
(ver gráfico).
Esta acción la pudo realizar después de que se dieran unos incumplimientos al
contrato entre United y BRW, lo cual le permitía tomar como garantía las
acciones de la empresa en Avianca (51,5%).
Debido a que la estadounidense tiene unos acuerdos laborales que no le permiten
tomar control de otra aerolínea directamente, la empresa decidió entregarle
este control al propio Roberto Kriete, quien en 2010 tras la fusión de su
empresa Taca con Avianca se había quedado con 14,4% de la propiedad de la
Holding, a través de Kingsland, el grupo de inversión que dirige.
Esta movida sería uno de los mayores cambios de la industria aérea local desde
la misma llegada de Efromovich a Colombia en 2004, cuando con US$64 millones
recuperó a Avianca que había entrado, bajo el control del Grupo Santo Domingo,
en el capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos.
En su momento, ese era el cuarto dueño principal que había sumado la aerolínea
después de haber pasado por las manos de sus fundadores, la Sociedad Colombo
Alemana de Transporte Aéreo (Scadta) en 1919; la PanAmericaAirways al término
de la Segunda Guerra Mundial; y después por más de 20 años en manos de varios
inversionistas, que fueron vendiendo hasta que el Grupo Santo Domingo se hizo
con la mayoría.
Cuando llegó Efromovich, la inversión se redobló ese mismo año y la segunda
aerolínea más antigua del mundo empezó a crecer al punto de que hoy opera 6.000
vuelos semanales con 189 aeronaves a 208 destinos y es la segunda que más mueve
pasajeros en la región.
El inicio de este nuevo capítulo fue conocido por los medios por primera vez el
1 de marzo de 2017, cuando la misma Kingsland demandó a Efromovich, Avianca y a
United por estar negociando un préstamo y una asociación estratégica para
conseguir liquidez para la aerolínea colombiana, que desde hace años estaba
teniendo problemas financieros por préstamos que hoy llegan a cerca de US$1.500
millones con sus acreedores.
Sin embargo, ese round lo ganó Efromovich, que desmintió el 7 de marzo de ese
año que estuviera negociando préstamos para Avianca. En ese momento, explicó
que las negociaciones buscaban conseguir dinero para su holding de inversiones,
Sinergy, ya que las otras aerolíneas del grupo en Brasil y Argentina, OceanAir
y Avian Líneas Aéreas, que operan bajo el nombre de Avianca Brasil y Avianca
Argentina por un acuerdo de préstamo de marca, y algunos negocios fallidos en
energía del grupo Sinergy, tenían a Efromovich contra las cuerdas, por un préstamo
que había pedido a Elliot Management Group, y que posiblemente iba a
incumplir.
Hasta el 29 de noviembre de 2017 no se conocía muy bien qué era lo que estaba
negociando Efromovich, sin embargo, en esa fecha los accionistas mayoritarios
retiraron las demandas al señalar que se habían interpuesto de manera
precipitada.
El capítulo volvió a coger impulso en noviembre de 2018 cuando Avianca Holdings
(compañía independiente de las otras aerolíneas de la región) firmó un acuerdo
comercial con Copa y United que no implicaba cambios o ventas de acciones, sino
una alianza comercial. Sin embargo, el mismo día se conoció la carta que tenía
Efromovich para solventar su situación financiera. En esa fecha, se informó al
mercado que United le hacía un préstamo a Sinergy por US$456 millones, para
cumplir con sus otras obligaciones, sin embargo, como garantía de este préstamo
estaban las acciones del Grupo en Avianca Holdings.
Hasta ahí todo parecía que iba a funcionar, aunque sea por unos años, ya que la
empresa de Efromovich tenía que empezar a pagar el préstamo en noviembre de
2021, sin embargo, en el acuerdo, que conoció LR hace unas semanas, también se
incluían algunas condiciones financieras que la empresa, cuyas acciones estaban
en garantía, debía cumplir, situación que no sé logró como señaló en abril el
revisor fiscal Kpmg como nota en los estados financieros de la empresa.
Según explicaron fuentes cercanas a la operación a LR, el concepto por el que
hubo un incumplimiento englobaba factores como el valor de la acción, los
índices de ingresos, el market share, nivel de liquidez y endeudamiento;
requisitos que Avianca no logró cumplir ya que se vio fuertemente afectada por
el alza en sus costos operacionales y la baja en el precio de sus acciones lo
que provocó que su capitalización de mercado bajara en cerca de US$510 millones
a fines de 2018.
Dadas estas condiciones, United se tomó unas semanas para analizar el
incumplimiento de esa cobertura colateral del acuerdo y ayer, buscando
“fortalecer nuestra alianza con Avianca y dar a la administración y a los
colaboradores de esta compañía la mejor oportunidad de éxito (…), United
decidió ejercer sus derechos contractuales”.
Sobre las opciones que tiene Efromovich para recuperar el control, expertos en
derecho aeronáutico han señalado que son casi nulas ya que no es un escenario
procesal.
“En principio, ningún tipo de recurso cabría porque no es un escenario
procesal, sino que estamos hablando del pago de una garantía. Habría que
revisar dentro de los estatutos si existe derecho de preferencia. Es decir,
generalmente hay una cláusula que establece ese derecho, donde el propietario
de las acciones debe cederlas primero a los accionistas de la compañía para que
ejerzan su derecho a comprar o no. Si los accionistas no se pronuncian, podrán
ser ofrecidas a un tercero. Sin embargo, no creo que se hayan saltado esa
cláusula que debe estar en los estatutos, y en el contrato mediante el que se
daba en garantía las acciones, por lo que como están las cosas, Efromovich no
tendría ningún recurso y no se puede hablar de un recurso de apelación porque
no es un escenario procesal”, dijo Santiago Mora, socio de Moragudelo
Abogados.
Sobre esta operación, y la situación financiera de Avianca Holdings, United y
Kingsland indicaron que “estarán dispuestos a ofrecer un nuevo financiamiento a
Avianca, si lo requiere y lo solicita, de hasta US$250 millones, siempre que
ciertos compromisos sean asumidos por parte de otras partes interesadas”.
De la decisión de entregarle el control a Kingsland, United explicó que se dio
por la labor de esta empresa como accionista de Avianca Holdings y por más de
40 años de experiencia en la aviación, y agregaron que los retos estarán
encaminados a “alinear todos los esfuerzos con una nueva junta directiva de
primer nivel, para apoyar al equipo gerencial de Avianca y así desarrollar su
capacidad con el fin de tener éxito en su plan de recuperación”.
A estas palabras, Roberto Kriete, presidente de Kingsland, agregó que “Avianca
se ha caracterizado por su excelente servicio, calidad y trayectoria en
Colombia y la región. Desde Kingsland seguiremos trabajando para apoyar sobre
lo que se ha construido. Nuestra experiencia de más de 40 años en la aviación
servirá para potenciar a la compañía bajo un buen gobierno corporativo,
transparente, que asegure la estabilidad y sostenibilidad financiera en el
largo plazo en beneficio de los colaboradores, pasajeros y demás partes
interesadas, y para generar un ambiente de trabajo enfocado en las personas”.
Sobre qué tanta injerencia tendrá United en Avianca, Mauricio Ángel, director
de estrategia de la estadounidense, reiteró que con la medida “United no tomará
el control de Avianca, su operación, servicio, ni de las decisiones
empresariales, ya que los derechos contractuales ejercidos consisten en
designar un tercero independiente”, por lo que agregó que Kingsland y las
nuevas directivas serán las encargadas de analizar los cambios en el gobierno
corporativo.
De esta manera llega Avianca a su centenario, estrenando su quinta
administración y a la espera de un nuevo capitán que lidere el plan empresarial
de su renovada Junta Directiva.
Se espera que se mantengan los tiempos para escoger presidente
Hace un mes renunció el CEO de la compañía Hernán Rincón y en su momento
Efromovich explicó que se esperaba que la nueva elección estuviera lista en
menos de 90 días. Ahora los inversionistas se vieron beneficiados con el alza
de la acción, ya que las calificadoras esperan un mejor control financiero por
parte de los nuevos controladores y están a la espera de que se mantengan los
tiempos y pronto se nombre un nuevo CEO que lidere o continúe el plan de
reestructuración que empezó hace unos meses la empresa.