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Diócesis, lista para celebrar la Semana Santa
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Samarios y visitantes participaron ayer con mucha devoción en la Santa Misa Crismal, la cual tuvo lugar en la Catedral Basílica de Santa Marta.
Con mucha devoción se llevó a cabo en la mañana de ayer la Misa Crismal, en la Catedral Basílica de Santa Marta, ceremonia que confirma al clero sacerdotal con miras a la celebración de la Semana Santa, con la participación de la comunidad católica.
La ceremonia comenzó a las 11:00 de la mañana como estaba programada con anterioridad y la misma inició con el ingreso de los sacerdotes hacia el interior del sagrado templo, acto que fue presidido por monseñor Luis Adriano Piedrahíta Sandoval, Obispo de la Diócesis de Santa Marta, quien invitó a todos los fieles católicos a prepararse a vivir con fe la celebración de la Semana Mayor, tiempo en el cual debemos aprovechar tener un acercamiento con Dios, por todo lo que representa esta época en la Iglesia Católica.
La Misa Crismal, fue presidida por el señor Obispo y concelebrada por varios sacerdotes de la Diócesis, es la celebración en la que se consagra el Santo Crisma (de aquí el nombre de Misa Crismal) y bendice además los óleos o aceites para impartirlo a los enfermos y los que se van a bautizar.
La palabra crisma proviene de latín chrisma, que significa unción. El crisma es la materia sacramental con la cual son ungidos los nuevos bautizados, son signados los que reciben la confirmación y son ordenados los obispos y sacerdotes, entre otras funciones.
La consagración del crisma y la bendición de los aceites, es considerada como una de las principales manifestaciones de la plenitud sacerdotal del Obispo.
Generalmente esta misa se celebra en la Catedral de cada Diócesis el Jueves Santo; pero, por razones de conveniencia pastoral, se puede adelantar como sucedió ayer en Santa Marta, con una razón práctica: poder disponer de los santos óleos, sobre todo del óleo de los catecúmenos y del Santo Crisma, para la celebración de los sacramentos de la iniciación cristiana durante la Vigilia Pascual.
Así pues el Santo Crisma, es decir, el óleo perfumado que representa al mismo Espíritu Santo, nos es dado junto con sus carismas el día de nuestro bautizo y de nuestra confirmación y en la ordenación de los sacerdotes y obispos.
La Misa Crismal incluye la renovación de las promesas sacerdotales. Tras la homilía, el obispo invita a sus sacerdotes a renovar su consagración y dedicación a Cristo y a la Iglesia.
Juntos prometen solemnemente unirse más de cerca a Cristo, ser sus fieles ministros, enseñar y ofrecer el santo sacrificio en su nombre y conducir a otros a Él.
Cabe recordar que en la Misa Crismal no se dice el Credo. Tras la renovación de las promesas sacerdotales se llevan en procesión los óleos al altar.
En último lugar se lleva el Santo Crisma, portado por un diácono o un sacerdote. Tras ellos se acercan al altar los portadores del pan, el vino y el agua para la celebración de la Eucaristía.
Es de resaltar que muchos feligreses samarios asistieron a esta importante ceremonia y escucharon con mucha atención el mensaje que en esta ocasión entregó monseñor Luis Adriano Piedrahíta Sandoval, invitando a toda la comunidad en general, a participar de la programación que tiene la Diócesis para los días santos en la capital del Magdalena.
Todas las Parroquias tienen sus respectivas programaciones, la cual va dirigida a los niños, jóvenes y adultos para que este año afiancen más su fe hacia Dios Padre.
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