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La tragedia del 737 MAX hunde a Boeing en un estado de crisis

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La tragedia del vuelo de Ethiopian Airlines del domingo, en la que murieron sus 157 ocupantes, renovó los miedos respecto a la seguridad de ese modelo de avión y provocó su inmovilización alrededor del mundo, incluso en Estados Unidos, que tardó tres días en tomar esa decisión.

Después de un segundo accidente que involucra al 737 MAX 8, el gigante de la aeronáutica Boeing se hundió en un estado de crisis, con pérdidas de casi 25.000 millones de dólares en capitalización bursátil y su reputación fuertemente golpeada.

La situación empeoró por la manera como lo manejó la compañía estadounidense, según expertos e integrantes del sector, que valoraron su respuesta como «horrible» y «pésima».

La tragedia del vuelo de Ethiopian Airlines del domingo, en la que murieron sus 157 ocupantes, renovó los miedos respecto a la seguridad de ese modelo de avión y provocó su inmovilización alrededor del mundo, incluso en Estados Unidos, que tardó tres días en tomar esa decisión.

«Fue una dura semana para ellos», estimó Matthew Yemma, especialista en comunicación de crisis en la firma Peaks Strategies.

Fue el segundo accidente en menos de cinco meses que involucra a este modelo, que ha estado en servicio desde mayo de 2017, desde la tragedia del vuelo de Lion Air en octubre en Indonesia, que dejó 189 muertos.

Aunque las investigaciones continúan, elementos surgidos del vuelo de Lion Air hacen sospechar de una falla en el sistema de estabilización de vuelo destinado a evitar una caída del avión, el «MCAS».

Boeing, que se contentó con un sucinto comunicado después del vuelo de Ethiopian e insistió en los primeros días que el MAX era confiable y seguro, podría haber tomado la iniciativa e inmovilizar temporalmente el aparato para recuperar la confianza y garantizarle a los pasajeros que estaban encima del problema.

«En cambio, dejaron que las cosas se acumularan y terminaron perdiendo capitalización bursátil y mucho dinero», dijo Yemma, agregando que «el mercado y los inversionistas necesitan saber que no hay nada malo y si hay algo malo que se va a solventar».

En ese tipo de situación, «hay que dar la mayor cantidad de información posible», afirmó.

Mientras varios países, China entre los primeros, decidían dejar en tierra los 737 MAX, entre bastidores, el constructor de aviones se activaba para evitar que las autoridades estadounidenses hicieran lo mismo.

Incluso su presidente Dennis Muilenberg conversó telefónicamente con Donald Trump para defender el 737 MAX, asegurando que la aeronave era confiable.

No fue sino hasta el miércoles, luego que muchas aerolíneas y gobiernos, incluyendo Estados Unidos, decidieran dejar en tierra a los aviones, que Boeing hizo lo mismo «por precaución».

NUEVA YORK AFP

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