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Los árbitros Harold Perilla, Carlos Chávez, Javier Reina y Julián Mejía denunciaron este martes en La W una serie de hechos que demostrarían la supuesta corrupción en el interior del arbitraje colombiano, con el liderazgo de los llaneros Óscar Julián Ruíz e Ímer Machado.
En primer lugar, Perilla afirmó que “en alguna oportunidad Óscar Julián intentó tocarme los testículos y la cola, se me insinuaba, era muy inteligente, nunca dejaba un chat o mensaje, todo lo hacía personalmente, pero el acoso era tremendo”.
También narró que Ruíz le sugería “que probara algo nuevo, que me iba a quedar gustando y que él me podía llevar muy lejos porque tenía mucho poder” y agregó “no tengo necesidad de dar favores sexuales para llegar lejos. Óscar Julián tenía una ficha en el comité de arbitraje, era el señor Polanco, si no accedes a sus pretensiones no te van a designar”.
Por su parte, Carlos Chávez narró en referencia a Ímer Machado que un día “en un partido con Centauros, salí de las duchas y me tocó la cola, me dijo ‘este paga impuesto esta noche’, pero yo le dije que conmigo no. También aseguró que quienes avanzan en la entidad tienen que estar en el círculo íntimo de él».
De igual manera, Julián Mejía afirmó que “los jefes de nosotros son los que acolitan estas situaciones y se ha vuelto algo normal, muchos compañeros están sintiendo temor”.
Harold Perilla, afirmó que Ímer Machado le tocaba la cola y los testículos, también dijo que lo matoneaba. “Yo me le volví la traga maluca a Óscar Julián Ruíz. Pero nunca accedí a sus pretensiones. Ahora entró Ímer Machado a decidir, y si sale Ímer entra Wilson Lamouroux, que están dentro de los amigos de Ruíz”.
Javier Reina contó la forma en la que fue sacado de su trabajo: “yo salí en abril de 2017. Me dijeron que no me renovaban contrato donde me acusaban porque era supuestamente un hacker. El departamento arbitral debe estar conformado por tres personas. Ellos empezaron a alejarme de los procesos de designaciones a los partidos. A mí me daban tres partidos para evaluar y me los quitaron”.
De otro lado, Perilla señaló a Óscar Julián Ruíz como la persona que decidía quién pitaba y quién no, a pesar de que esa no era su competencia. “Yo identifiqué en la agenda de Óscar Julián Ruíz para las designaciones. Él tiene una persona en la comisión técnica y son quienes califican a los árbitros. Ímer Machado tiene que hacer lo que dice Ruíz”.
Carlos Chávez contó que Ruiz tenía un biotipo “él quería que fueran altos, de más de 1.75 (metros) y eso no hace nadie buen árbitro o no”.
Además, Javier Reina concluyó que “hay corrupción en el arbitraje colombiano, no hay un método para calificar a los árbitros” y Perilla pidió «que me escuche el señor Infantino de la FIFA, porque no confío en nadie de la Federación».
Finalmente, Perilla, quien dirigió la final de la Liga Águila I de 2016 entre Medellín y Junior, agregó que «el doctor Jorge Enrique Vélez es cómplice de todo esto, porque estaba en la comisión y ahora es presidente de la Dimayor y no tiene ni idea de fútbol, cuando pedí cita para denunciar estas cosas, me comenzó a decir de todo, me dijo petardo, me insultó, es un grosero y no solo yo lo digo, el que lo conoce sabe cómo es».
Bogotá Colprensa