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Los estudiantes aseguraron estar cansados de tener que estudiar en estas condiciones, se quejan de dolores de cabeza e inclusive brotes en la piel. /EDGAR PERNETT
Otra versión de los hechos es que los estudiantes están afectados psicológicamente por la situación y se imaginan los malos olores y por eso se desmayan.
Los daños registrados hace seis meses se han convertido en una grave amenaza a la salud de toda la comunidad estudiantil de la jornada de la mañana ytarde de la Institución Educativa distrital Once de Noviembre de la ciudad de Santa Marta.
Los reclamos que la comunidad ha formulado a lo largo de todo este tiempo no han tenido una respuesta positiva, poniendo en riesgo l la integridad de los 600 alumnos de básica primaria y bachillerato que forman parte de este colegio.
Los padres de familia, estudiantes y cuerpo docentes se encuentran cansados de esperar una solución a su problema. La situación se ha tornado mucho más incómoda para los estudiantes y docentes que aseguran no aguantar más los malos olores que se agudizan en las altas temperaturas.
“Estamos aburridos por el mal olor, nosotros y los profesores nos hemos enfermado porque los malos olores son todos los días por el rebosamiento de las alcantarillas”, afirmó el estudiante Andrés Felipe.
LOS PADRES DE FAMILIA
Para los padres de familia, esta problemática es su mayor dolor de cabeza cada vez que sus hijos acuden al centro educativo pues temen que puedan sufrir alguna enfermedad.
«Todas los días, a partir de las tres de la tarde, hay estudiantes que se desmayan y ahora le salen brotes en el cuerpo; esta es una contaminación muy grande, todos los padres de familia estamos pensando que de no tener una solución, estamos mandando a los niños a estudiar, para que o pierdan clases peor quedamos con la preocupación de que algo les pase», aseguró Alba Luz, madre de familia.
Los maestros de la Sede Educativa manifestaron que las empresas distritales ha visitado la Institución Educativa. «Esta situación es muy peligrosa, por la población estudiantil que manejamos y porque en cualquier momento se puede generar una epidemia en la institución, lo que sería un problema mayor paratodos nosotros», subrayó un docente de la institución.
«Estamos trabajando con la Secretaría de Educación con el propósito de firmar una serie de acuerdos que nos permitan solucionar esta problemática en la que venimos realizando los presupuestos correspondientes, para ayudar a la comunidad, porque dentro del convenio macro que vamos a formar con ellos está incluida la sede uno», agregó una profesora.
«Hace tres años nos vienen diciendo que nos van a arreglar la escuela y hasta ahora no hemos visto nada, estamos muy desesperados por las difíciles condiciones ambientales en las que tienen que estudiar nuestros niños»., manifestó un padre de familia.
ESTUDIANTES
«Esta situación es muy incómoda, porque el patio permanece lleno de agua y nos han salido granos y hongos, además no podemos utilizar el baño porque también se rebosa y nos toca aguantar hasta que salgamos de estudiar», sostuvo estudiante del plantel educativo.
“Aunque nosotras estamos enfermas por los malos olores, vemos que los más afectados son los niños de la jornada de la mañana”, añadió.
“Solo les pedimos que nos den una pronta solución a este problema que amerita soluciones inmediatas, no pañitos de aguas tibia, teniendo en cuenta la gravedad que representa», indicó un profesor de la institución.
RECTOR DE LA INSTITUCIÓN
“Desde el año pasado venimos presentado una serie de problemas por la presencia de gases que producen sintomatología en los estudiantes y nos obligó a trabajar el año pasado en otra sede mientras se hacían unos estudios. Este año regresamos a la institución y hasta el día cinco de febrero nuevamente se presentó una situación parecida a la del año anterior, que obligo a suspensión de clases durante un mes, durante ese mes se estuvieron buscando espacios, pero solo hasta hoy volvemos a la sede principal”, afirmó Yair Padilla rector del Instituto Educativo distrital Once de Noviembre
Así mismo aseveró que “un equipo interinstitucional del Dadsa, Secretaría de Salud, Secretaria de Educación, padres de familia, Cobasa y estudiantes quienes nos acompañan en la institución en caso de necesitarse.
“Se han presentado cuatro casos que han sido valorados por Salud Distrital, en estos momentos el caso más fuerte es el de una docente que presenta sintomatología similar a la vez anterior”, sostuvo Padilla.
ÚLTIMOS CASOS
“Los últimos dos casos que se han registrado han sido en la tarde, así que estamos atentos a la espera de ver cómo transcurre la normalidad académica y en espera de poder confirmar que se puede seguir trabajando en esta sede”, dijo el Rector.
El rector de la institución manifestó “No se ha descartado la sede de Los Laureles, el día miércoles de la semana anterior se realizó una reunión con el señoralcalde, el tomó como opción que se reiniciaran las clases aquí, con un monitoreo constante y en caso de qué se detecte algún gas se tomaría como opción regresar a la sede Los Laureles, en Bonda”.
“Necesitamos alrededor de 10 buses, y eso es un tema muy costoso, puesto que son las dos jornadas; los 630 alumnos tendrían que trasladarse hasta Bonda”, concluyó Padilla.