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El presidente de la República, Iván Duque Márquez, aseguró que partir de este miércoles Colombia reconoce a Juan Guaidó, líder de la Asamblea Nacional de Venezuela, como el presidente interino de ese país. La declaración la hizo desde Davos, Suiza, luego de tener una reunión con representantes gubernamentales de la región, para discutir las consecuencias de la crisis migratoria de ese Estado en el hemisferio occidental.
“Quiero expresar que Colombia reconoce a Juan Guaidó como presidente de Venezuela y acompaña este proceso de transición hacia la democracia para que el pueblo venezolano se libere de la dictadura”, dijo el presidente Duque, quien estuvo acompañado del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro; la vicepresidente de Perú, Mercedes Aráoz; y la canciller de Canadá, Chrystia Freeland, países que también respaldaron a Guaidó.
La posición de Colombia se suma a la declaración que hizo Estados Unidos de reconocer la presidencia interina del presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela como legitima, luego de que este en medio de una multitudinaria marcha en contra de Nicolás Maduro, se autoproclamara como el mandatario de la Nación venezolana. El Grupo de Lima y la Organización de Estados Americanos (OEA) también respaldaron el hecho.
Sin embargo, las implicaciones de esta decisión podría tener consecuencias directas en Colombia por ser el país fronterizo más allegado a Venezuela. Para Ronal Rodríguez, director del Observatorio de Venezuela de la universidad del Rosario, una de las primeras consecuencias con esta decisión de la comunidad internacional en contra del Gobierno de Maduro está relacionada con el flujo migratorio. Dice que en caso de que se produzcan hechos violentos en el vecino país, la transición más inmediata que tendrían los ciudadanos sería el territorio colombiano en búsqueda de seguridad y protección.
Según el experto, los más de un millón de venezolanos que habitan en el país aumentarían en cualquiera de los escenarios. Es decir, si las fuerzas opositoras eventualmente toman el control, las filas afines al chavismo optarían por huir a Colombia. Lo mismo sucedería si el Gobierno de Maduro emprende acciones violentas en contra de la oposición.
“Esto lo que implica es que independientemente de cuál sea el escenario, Colombia es el país que recibe las consecuencias. Por eso tiene ver cómo va a manejar esta situación. Habría que preguntar si el Estado colombiano tiene claro cuáles son los escenarios y como los va a tramitar”, agrega Rodríguez.
Óscar Palma, experto en política y relaciones internacionales, agrega a la tesis de Rodríguez que al tema del aumento de la migración en Colombia se le debe sumar la posibilidad de que Maduro busque una guerra con el Gobierno de Duque para mantenerse vigente. Aunque advierte que no cree que se puede llegar a esta posibilidad, es una posibilidad que no se debe descartar.
Palma agrega que estamos en un terreno sin precedentes para saber hacia dónde puede ir la situación de Venezuela. Señala que lo que hizo Estados Unidos y países como Canadá, Colombia y los del Grupo de Lima, dejan a la región en un escenario de incertidumbre por la respuesta que puede dar Maduro, en especial porque el presidente Donald Trump puede empezar a tener una relación directa con Guaidó, lo que le daría más legitimidad como líder de ese país.
“La situación es difícil si no se tiene el apoyo de las fuerzas armadas, porque gran parte de esas fuerzas siguen siendo fiel a Maduro y esto genera un escenario muy complicado que puede llevar a la violencia. Caso contrario sería si hay un alineamiento de las fuerzas entorno al nuevo gobierno, en cabeza de Guaidó, porque podría funcionar un poco más”, dice Palma.
Javier Garay, investigador y docente de Relaciones Internacionales de la Universidad Externado, manifiesta, complementando lo dicho por Palma en relación a las consecuencias que podría traer la situación para Colombia, que este tipo de regímenes se aferran al poder hasta el último momento y una de las técnicas que generalmente usan es el ataque a sus enemigos externos, que en este caso sería el Gobierno del presidente Duque, por la cercanía fronteriza.
El analista sostiene que el Gobierno de Maduro puede crear toda una narrativa alrededor de la posibilidad de que Colombia sea una amenaza para la seguridad de la Nación venezolana. “Eso fácilmente puede llevar a un escalamiento de las declaraciones, pero peor aún, a unas provocaciones en donde el Gobierno Duque tiene que ser muy prudente y cuidadoso de no caer en ese escenario”, señala.
Recuerda que Venezuela ya ha usado esta estrategia en el pasado, cuando ha movilizado tropas a la frontera, pero advierte que en este caso se podría generar una mayor protección al Ejército de Liberación Nacional (ELN) en ese territorio y una facilitación para que se hagan nuevos atentados en Colombia, planeados desde Venezuela. Añade que también se podría volver a cerrar la frontera.
Ronal Rodríguez agrega que la apuesta que está haciendo la comunidad internacional es alta, porque Estados Unidos es uno de los países más importantes y porque es la primera vez que se da un escenario de esta naturaleza. Sostiene que esto ni siquiera sucedió con el golpe de Estado que se dio en ese país en 2002, donde solamente tres Estados reconocieron lo que había sucedido.
“Esto pone a Nicolás Maduro dentro de una encrucijada muy difícil. El temor es que devenga en violencia, hasta el momento no se ha hecho, pero habrá que esperar cuáles son las acciones de los colectivos y de los militares, particularmente hay que tener en cuenta que las fuerzas de disuasión, tanto la Policía Nacional bolivariana como la Guardia Nacional Bolivariana, juegan un papel, pero hasta el momento los militares mantienen un mutismos ensordecedor que no permite entender qué es lo que va a suceder en las próximas horas”, añade el experto.
Javier Garay señala que el panorama es supremamente complicado, no solo por lo que está pasando en este momento, sino porque una posible caída de Maduro generaría un vacío de poder, a pesar de que quede Guaidó al mando. La razón, explica el experto, es que el actual Gobierno en Venezuela es sostenido por una estructura institucional compleja que se nutre de la explotación de rentas como el petróleo, pero “también de una criminalidad con el Cartel de los Soles, tráfico de armas y el narcotráfico”.
“La caída de Maduro no sucederá de la noche a la mañana y de suceder no es que la situación de Venezuela cambie directamente, pero es algo que eventualmente tendrá que pasar porque tarde que temprano los regímenes caen”, puntualiza.
BOGOTÁ (Colprensa).