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Cuando en algunos años mire la etiqueta de una prenda, tal vez esta diga 70 % algodón, 30 % grafeno, un material que podría aumentar su temperatura dando una orden desde el celular. Por ahora, lo más seguro es que lea 97 % algodón, 3 % elastano.
Identificar una “tela” a primera vista no es tarea sencilla, no como antes lo hacían las abuelas. Se necesita estar en contacto continuo con estas para tener tal nivel de experticia. Por eso, quienes no viven entre ellas entrenan sobre todo el tacto, pero tampoco es fácil.
“Tocar es inherente al ser humano”, dice la coordinadora del área técnica de la facultad de Diseño de la Universidad Pontificia Bolivariana, Blanca Echavarría. En esa primera aproximación, asegura, se identifica si es tejido plano o de punto; la diferencia básica es que el primero se compone de dos hilos que se entrelazan (uno va en sentido horizontal y el otro vertical), y el segundo de un solo hilo que se entrecruza el mismo durante su elaboración.
Después hay que llamar a las cosas por su nombre, señalan Maite Cantero, coordinadora del Laboratorio de Investigación, y Luisa Henao, analista de moda (ambas de Inexmoda). El algodón, el poliéster, el lino o la viscosa, eso a lo que comúnmente se les llaman telas, son fibras. Tela es el nombre que popularmente se le da al tejido que se vuelve material para la construcción, en este caso de la ropa, y que puede ser de una sola fibra o varias; que a su vez están hechas de materias primas naturales o sintéticas.
Eso lo informa el pantalón o la camisa en la etiqueta, el componente en el que están identificadas las fibras con las que se fabricó. En una camisa, por ejemplo, puede ser 98 % algodón, 2 % elastano, esta última, según Echavarría, da “una sensación de elongación”.
Mezclarse
La fibra con la que está hecha un tejido puede darle características a este, dice Henao, por ejemplo, fluidez o que se sienta caliente o fría. El nilón, que es una fibra sintética, se siente más fría, mientras que el poliéster un poco menos, señala la analista de moda. “También pueden dar un poco de estiramiento”, comenta Echavarría.
Así es que si el tacto está bien entrenado para sentir temperaturas, esta podría ser una forma de identificar la fibra con la que está construida una prenda; las naturales son más secas, y las sintéticas más ásperas, “no son suaves 100 % y tienen más cuerpo”, dice la vocera de la UPB.
Prohibido decir
El jean tampoco es una “tela”, así es que llamar chaqueta de jean también está mal, indica Henao, de Inexmoda. Este, explica ella, es la prenda que se construye con denim (la fibra), por lo tanto lo correcto es decir chaqueta de denim.
Por otra parte, índigo es la denominación para las variedades de azul; esos tres conceptos (jean, índigo y denim), si no se está en el “mundo de la moda”, son fáciles de confundir, tanto que, según Henao, en un estudio que le preguntó a los colombianos cuál era la fibra que más les gustaba, la respuesta fue jean.
Un consejo riesgoso
“El quemado con candela”, cuenta Maite, es otro de los ejercicios que se hacen en los talleres en los que se aprende a identificar un tejido.
La coordinadora del área técnica de la facultad de diseño de la UPB señala esta como una manera de saber con qué fibra está hecho un tejido. Por supuesto, esa acción es mejor realizarla en estos lugares, antes de confeccionarla, y basta un pequeño pedazo de la “tela”.
“También se puede hacer con un hilo”, dice la vocera de la universidad, si es 100 % algodón producirá mucho humo y ceniza; si es sintética se forma una perlita o grumito”, explica Echavarría.
Tarea cada vez más difícil
Saber a simple vista o con el tacto de qué fibra está hecho un tejido se complica con el tiempo. La razón: la tecnología. Así lo señalan Rafael Cervone, director ejecutivo del programa Texbrasil, y Melissa Silva, coordinadora académica de diseño en Senai, una institución de educación en Brasil, país con una nutrida delegación en Colombiatex de las Américas, la feria que se realiza en la ciudad hasta el jueves.
En general, según explican, hay significativos avances en la mezcla de fibras sintéticas y naturales que hacen difícil percibir de alguna manera qué combinación se usó para construir el tejido. Esto se realiza, dice Silva, para perfeccionarlo.
“Estamos mejorando las materias primas con el fin de beneficiar al consumidor; por ejemplo, entregándole un tejido más fresco, más suave”, señala la coordinadora académica.
Y aunque las fibras naturales y sintéticas ahora “compiten entre sí”, dice Cervone, el futuro está en las mezclas que incluyen tecnología. “Ya hay fibras que interactúan con el cuerpo humano, por ejemplo, que ayudan a la recuperación muscular en un deportista y el grafeno será un material que estará en muchas prendas”.
Conozca a su mejor amigo
Grandes marca se han rendido ante el denim, Versace y Dior lo han hecho, cuenta Francisco José González, experto en tendencias de Vicunha.
Para él, su vigencia es innegable y la mezcla con otras fibras. Si no tiene el pigmento azul es un dril. Por eso, al comprar uno, una prueba para identificar su calidad es frotar con un papel blanco el tejido, si se tinta, asegura el experto, es realmente denim.
No obstante, lo mejor es observarlo, asegura él.
“Si el tejido se ve homogéneo por fuera, y si está más blanco por dentro, es porque la fibra es más pura”. Eso significa que ese jean va a durar muchos años.
Así es que al comprar, use el tacto, y también los ojos, pero no solo para ver lo bonita que es la prenda.
El Colombiano