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Este museo fue iniciativa del artista colombiano Armando Villegas, con el beneplácito de las autoridades nacionales y regionales.
Uno de los espacios culturales que tiene abiertas sus puertas para propios y visitantes en esta temporada de vacaciones en Santa Marta, es el Museo Bolivariano de Arte Contemporáneo que funciona en la parte interna de la Quinta de San Pedro Alejandrino.
Este Museo fue iniciativa del artista colombiano Armando Villegas, con el beneplácito de las autoridades nacionales y regionales abrió sus puertas el 24 de julio de 1986 al interior de la Hacienda San Pedro Alejandrino, con la intención de hacer realidad a través del arte, el sueño de integración de los países bolivarianos (Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú, Panamá y Venezuela) como tributo al Libertador de Naciones, Simón Bolívar.
Con una muestra que supera las 200 obras, el Museo Bolivariano desde su fundación ha venido consolidando una colección de arte contemporáneo bastante heterogénea, que configura de manera parcial el mapa cultural de América Latina desde la primera mitad del siglo XX hasta nuestros días.
En este espacio cultural se encuentra abierta la Colección Permanente, la cual reúne obras de artistas destacados de los países bolivarianos y otras naciones de América Latina con una importante muestra de pintura, escultura, grabado, dibujo, ensamblaje, acuarela, collage, instalación, fotografía y video-arte.
De manera paralela a la colección permanente recreada en las salas Alejandro Obregón, Armando Villegas y Enrique Grau, el Museo Bolivariano ha reservado sus salas Hernando del Villar y la Galería Espacio Abierto para difundir la producción de los creadores actuales de la región, del país e Iberoamérica.
La colección
La Colección Permanente del Museo Bolivariano de Arte Contemporáneo es una muestra de carácter participativo y, de cierta manera, ecléctico.
Generaciones sucesivas de artistas conviven en este espacio, en la contigüidad heterogénea de sus obras, con una amplia diversidad de opciones en oficio, técnica, alcance conceptual o de época. Se encuentran rastros de movimientos y tendencias, como el indigenismo, que acusan la emergencia de cierta identidad latinoamericana -proveniente del muralismo mexicano- hasta corrientes más influidas por las vanguardias internacionales; esta tensión caracteriza la modernidad inconclusa de América Latina.
Cabe destacar que la incorporación de la herencia prehispánica está presente en la obra de artistas como Eduardo Kingman (Ecuador, 1913 – 1998), Oswaldo Guayasamín (Ecuador, 1919-2000) y Luis Alberto Acuña (Colombia, 1904-1994), que logra volverse lenguaje personal en Antonio Grass(Colombia, 1937) y Enrique Tábara (Ecuador, 1930). Mencionamos aquí la obra de marcado acento cubano de René Portocarrero (Cuba, 1912-1985).
El destacado lienzo Don Simón en San Pedro Alejandrino es la pintura de Alejandro Obregón (1920-1992) que retrata a El Libertador en vísperas de su muerte. También Jorge Elías Triana (Colombia, 1921-1998),Gustavo Zalamea (Colombia, 1951), el argentino Germán Tessarolo (Italia, 1945) y Antonio Frio (Colombia, 1950) citan la imagen de Bolívar.