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´Creo que el factor determinante para llegar a un acuerdo fue el diálogo social, el tripartita, las ganas de hacer equipo entre todos y de hacer que Colombia pueda salir adelante. Tengo que resaltar que debemos seguir trabajando por lo que nos une y no por lo que nos divide´, expresó la ministra del Trabajo, Alicia Arango.
Con tan solo cinco meses a cargo del Ministerio de Trabajo, Alicia Arango enfrentó uno de los principales retos de esta cartera y que concentra la atención de millones de colombianos: liderar la Comisión de Políticas Laborales y Salariales en donde se define el incremento del salario mínimo.
El reto no era menor teniendo en cuenta que más de nueve millones de colombianos devengan hasta un salario mínimo, pero a esto se sumaba el hecho de que pocas veces se ha logrado un acuerdo entre los sindicatos y empresarios en cuanto al incremento salarial a través de ese mecanismo.
Ahora, tras lograr un acuerdo concertado del 6 % para el 2019, el séptimo en la historia de la comisión, la ministra hace un balance del proceso de negociación que lideró desde principios de diciembre y que en la noche del pasado jueves llegó a buen término.
¿Qué balance hace de esta mesa de concertación laboral?
Es un balance muy positivo, porque llegar a un acuerdo es una maravilla para las partes. Como Gobierno estamos muy satisfechos y le agradecemos al presidente Duque por el compromiso que tuvo con esta negociación para el incremento del salario mínimo.
A pesar de las modificaciones de las propuestas, no se creía que se pudiera llegar a un acuerdo ¿Qué factor fue determinante para acercar a las partes?
Creo que el factor determinante para llegar a un acuerdo fue el diálogo social, el tripartismo, las ganas de hacer equipo entre todos y de hacer que Colombia pueda salir adelante. Tengo que resaltar que debemos seguir trabajando por lo que nos une y no por lo que nos divide.
La mesa había llegado a una concertación en solo seis oportunidades. ¿Por qué es tan difícil llegar a un acuerdo?
En los últimos 20 años solo se había logrado un acuerdo en seis ocasiones, llegando en la mesa hasta el 30 de diciembre. Creo que una de las mayores dificultades está en la rigidez de las posiciones de las partes. Tengo claro que es válido que cada uno tenga las esperanzas de lograr lo mejor para su sector, tanto los trabajadores como los empresarios, pero llega un momento en que las conversaciones se congelan.
Afortunadamente, en este caso, hubo una gran voluntad de los trabajadores y todos los empresarios, en donde siempre destacaron y aseguraron que era importante concertar para enviar un mensaje de armonía al país.
¿Qué papel tuvo el presidente de la República para lograr un acuerdo el pasado jueves?
El papel del presidente Duque fue muy importante. Nosotros llegamos a la reunión con una distancia de entre 9 %, por parte de los trabajadores, y 5 % de los empresarios, lo que nos representaba una diferencia de cuatro puntos. En la mesa habíamos definido algunos temas del salario y cuando llegamos a la Casa de Nariño, por solicitud del presidente, él decidió que quería participar de la negociación y cerrar ese acuerdo el jueves y finalmente lo logró.
¿Qué opinión tiene frente a que la CUT y la CDP no hayan concertado?
Respeto mucho la decisión que tomaron y este es un tema de opiniones en donde ellos dicen que este porcentaje de salario no cubre las expectativas que tienen y nosotros los entendemos. Nos hubiera fascinado que estuvieran en el acuerdo, porque nosotros respetamos mucho a la CUT, así como al sector de pensionados que no firmaron la concertación.
Con su primera experiencia en la mesa de concertación ¿considera que se debe cambiar la forma como se discute el incremento del salario mínimo?
El tema del diálogo social es muy importante y en vez de cambiarla creo que lo que debemos hacer es apostarle a mejorarla, porque en la medida en que la comisión se reúna todos los meses se pueden ir resolviendo problemas para que no llegue el fin de año con una acumulación de temas que no somos capaces de resolver y que genera molestia en las partes.
Si tratamos durante todo el año de resolver esas inquietudes, podremos llegar a la mesa a final de año un poco más ligeros de peso frente a las diferencias y problemas, lo cual nos permitiría avanzar de mejor forma durante la negociación.
El Gobierno no reveló una cifra públicamente. ¿Cree que fue una buena estrategia? ¿Qué hubiera cambiado con esa cifra?
El Gobierno nunca la ha revelado y por primera vez como ministra fui la que planteó ese escenario, porque me parecía que era importante hacerlo. Sin embargo, el presidente me hizo reflexionar cuando me dijo que los que estaban negociando son los empresarios y los trabajadores y que no les debíamos cambiar su ritmo. Además, me indicó que si tocaba definir el incremento por decreto, era otra cosa. Finalmente, considero que el presidente tenía razón.
En ese sentido ¿cuál era el papel del Gobierno en esta negociación?
El papel del Gobierno era el de ser un mediador, tratar de equilibrar las cargas y tener la posibilidad de levantar la mesa cuando fuera necesario y de seguir negociando. Es decir, es ser un mediador que respeta a las partes, que trata de hacer lo mejor y que se convierte en un actor principal cuando no se llega a un acuerdo y hay que definir el incremento por decreto.
Tenemos que tener en cuenta que a partir del 15 de diciembre el presidente tiene la facultad de expedir por decreto el aumento del salario mínimo. Por eso tengo que destacar que el acuerdo se logró por primera vez en la historia de la mesa un 20 de diciembre./Colprensa