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Donald Trump llega a su tercer año cada vez más solo

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En los albores de su tercer año al frente de la principal potencia mundial, Donald Trump se queda cada vez más solo. 

Uno por uno, en silencio o con mayor estridencia, los pesos pesados, las personalidades fuertes, los secretarios o asesores que atemperaron un poco al impetuoso presidente norteamericano se retiraron dando las gracias o dieron un portazo.

A fuerza de enojos, de decisiones tomadas sin consulta, en una Casa Blanca donde reina un caos permanente, el magnate inmobiliario se aisló, provocando una creciente preocupación entre los aliados de Estados Unidos. 

H.R. McMaster, John Kelly, Jim Mattis: los tres oficiales de alto rango, de quienes Donald Trump -que llegó al poder sin ninguna experiencia militar, política o diplomática- elogiaba sus méritos y sabiduría, ya dejaron el gobierno o lo están haciendo.

Para Jim Mattis, un exgeneral de la Infantería de Marina, a menudo considerado «el adulto en la sala», según una expresión estadounidense muy repetida, el repentino anuncio de la retirada de las tropas estadounidenses de Siria parece haber sido una decisión demasiado.

El tono de su carta de renuncia es cortés, pero el mensaje es claro e inmediatamente resuena más allá de las fronteras de Estados Unidos. 

Quien fue «una isla de estabilidad en medio del caos de la administración Trump», en palabras del senador demócrata Mark Warner, lo dice sin rodeos: está profundamente preocupado por la falta de respeto del inquilino de la Casa Blanca a los aliados de Estados Unidos.

«Jim Mattis claramente determinó que ya no podía hacer lo suficiente para justificar la parte restante de una administración con la que no estaba de acuerdo», dijo Richard Haass, presidente del Consejo de Relaciones Exteriores (CFR).

Antes que él, Rex Tillerson, exjefe de ExxonMobil nombrado a la cabeza de la diplomacia estadounidense antes de ser despedido sin consideración, también había expresado sus dudas y preocupaciones.

Permaneció en un silencio resonante durante varios meses después de su partida. Recientemente presentó, en unas pocas oraciones cinceladas, su visión del presidente para quien trabajó poco más de un año. 

¿Donald Trump? Un hombre «más bien indisciplinado, a quien no le gusta leer, a quien no le gusta entrar en detalles, sino que dice ‘Eso es lo que creo'».

 

«Día triste para Estados Unidos»

Frente a esta avalancha de despidos y salidas, parte de la base electoral trumpista aplaude, diciendo que el 45º Presidente de Estados Unidos estuvo demasiado restringido por mucho tiempo.

Sin embargo, esta es una característica común en la mayoría de las decisiones del multimillonario: su disposición a hablar, a cualquier precio, en cualquier circunstancia, para su base electoral, en nombre del respeto de las promesas de campaña consideradas sagradas.

«La retirada de Siria no fue una sorpresa, he estado haciendo campaña sobre este tema durante años», escribió en Twitter para justificar su decisión sobre Siria, que provocó conmoción entre muchos socios de la coalición contra el Estado Islámico.

Pero muchos observadores señalan el riesgo de un presidente rodeado solo por consejeros condescendientes.

En la primavera fue Gary Cohn, exbanquero de Goldman Sachs con un fuerte temperamento, quien dejó la Casa Blanca para ser reemplazado por Larry Kudlow, columnista económico de televisión y quien dio apoyo inicial a Donald Trump.

Durante una escena sorprendente en la Casa Blanca hace unas semanas, Kudlow, quien ahora dirige el prestigioso Consejo Económico Nacional (NEC), se convirtió en un animador singular. 

Sentado entre el presidente y su hija y consejera Ivanka, elogió a la persona que lo nominó.

Insistiendo en la «extraordinaria carrera» del exempresario, le preguntó acerca de lo que él llamó «la economía de Trump»: «Hiciste que tus críticos mintieran, derrotaste a tus críticos, pero ¿cómo lo hiciste?».

Cuando el viernes por la mañana se le preguntó en Fox News sobre las reacciones casi unánimes a la renuncia de Jim Mattis (entre lamentos y preocupaciones sobre el futuro), Sarah Sanders, portavoz de la Casa Blanca, dijo que Donald Trumpdesempeñó su papel. 

«El presidente escucha a todo su equipo de seguridad nacional, que es un grupo grande. Él toma su consejo. Y al final del día, él toma la decisión. Para eso fue elegido», agregó.

Sigue siendo una cuestión crucial: ¿Quiénes son ahora en Washington los que formarán el «consejo que el presidente necesita escuchar», en palabras del senador republicano Ben Sasse, quien vio la partida de Jim Mattis como un «día triste para Estados Unidos».

 

AFP

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