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Los ciudadanos deben perseverar en beneficio de alcanzar para sí y población en general, administraciones que real y verdaderamente valgan la pena, en lo que importan energía desbordante, esperanzas racionales y controladas sin mitos ni fantasías, para que los aciertos se den en el plano del justo medio. Como sociedad, requerimos hoy más que nunca, gobiernos sensibles, sin demagogia ni falsas promesas, responsables, austeros, capaces de adelantar obras muchas de infraestructura, productividad, competitividad, desarrollo, crecimiento y programas sociales estructurados y viables, pero sobre todo acciones importantes en cuanto a una suficiente gestión y eficiente gerencia. Perseverar con firmeza y constancia en la manera de ser y obrar, al tiempo de entender que es un buen momento para la sensatez, el buen juicio, la madurez, la responsabilidad y la prudencia, son realidades todas que necesitamos.
Interesa que construyamos ciudadanía como procesos múltiples donde se consideren antecedentes estructurales y socioculturales, que permitan fomentar el desarrollo de procesos de asociación y organización autónoma de los distintos sectores de la sociedad, camino a hacerla más justa y menos polarizada, sin exclusiones, satisfecha en términos del ejercicio de sus derechos civiles, políticos, sociales y culturales.
Trabajar de consuno y sin autoritarismos en función de construir ciudadanía y democracia. Apuntar desde distintas perspectivas, reflexiones, formulaciones, metodologías y análisis hacia cambios reales, participativos, con gran cantidad de acciones colectivas pertinentes como parte de cambios sociopolíticos que nos lleven a entendernos más como municipios y departamento.
Concebirnos de manera articulada, a efecto de alentar y fortalecer con ello la vigencia del proyecto integral que debemos ser e irlo estructurando en la medida en que logremos vertebrar en mejor manera los ejes o elementos del conjunto que lo constituyen, conjugando recursivamente elementos de relevancia y poder, en ruta a consolidar una vida en sociedad orientada en su acción política de manera colectiva en la que sea posible constatar que efectivamente conciba que los ciudadanos intervienen en las decisiones políticas que les conciernen.
Además de lo cual, saber, entender, comprender, que la participación no se agota en lo electoral ni en lo representativo, debiéndose generar equidad, posibilitar la decisión sobre los asuntos de interés público, el control social del Estado, exigir información al Estado y controlarlo mediante la demanda o exigencia ciudadana de rendición de cuentas, promover la discusión de asuntos de interés público (el conflicto, la deliberación y el acuerdo), fomentar la construcción de ciudadanía, articular las luchas por derechos específicos y la democracia, procurar los derechos colectivos y generales; y, tener como base un modelo asociativo que impulse la deliberación, el análisis, la tolerancia, la solidaridad, los espacios públicos, la defensa de derechos y la vigilancia o monitoreo a las autoridades, lo que indica que hacer lo debido avala el decir que perseverar en ámbitos de ciudadanía y democracia bien vale la pena.