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Esta imagen que le dio la vuelta al mundo, cuando más de 4 mil toneladas de carbón fueron arrojadas al mar, no encontró méritos en la justicia para sancionar a los responsables.
El hecho ocurrió en el año 2013 y se trató del derramamiento de toneladas de carbón al mar en jurisdicción de Ciénaga, Magdalena.
La Fiscalía 11 Seccional para la Protección de los Recursos Naturales, apelara el fallo absolutorio emitido por el juez Primero Penal del Circuito de Ciénaga, Rafael Emilio Manjarrés Bustos, contra varios empleados de la Drummond investigados y llevados a juicio por el presunto delito de daño ambiental como consecuencia del derrame de más de 4 mil toneladas de carbón al mar.
La decisión del juez Manjarrés benefició a los funcionarios de la multinacional del carbón José Luis Vásquez Hernández, Javier Antonio Jácome Mendivil, Juan Carlos Flórez Céspedes, Paulo César Cárdenas, Juan Carlos Urieles Hernández y Raúl Olivella Castillo, dejándolos así absueltos de cargos por daños ambientales.
La Fiscalía elevará su escrito ante el Tribunal Superior de Santa Marta, la próxima semana. El organismo de control no está de acuerdo con que, en este proceso judicial el juez Manjarrés no encontró responsabilidad penal alguna frente al actuar de los empleados, luego de que fueran indiciados por la Fiscalía General de la Nación por “daño en los recursos naturales en concurso homogéneo con contaminación ambiental, por los hechos ocurridos cinco años atrás”.
El juez Manjarrés determinó en la sentencia absolutoria que “las actuaciones de los hoy juzgados no tenían como objetivo la afectación de los ecosistemas de los fondos blandos, ni provocar una destrucción de los sistemas fáunicos de las columnas de agua, lechos marinos, o de los organismos microbiológicos, sus actuaciones fueron encaminadas a preservar la vida de los operarios en eses día específico, evitar un daño mayor ambiental y generar un peligro latente como lo hubiese sido el hundimiento de la barcaza, pues era un objeto de mayor tamaño y se generaría un peligro para las demás embarcaciones que navegan por el Puerto de Drummond”.
Si bien, “los acusados llevaron a cabo una operación que implicó sopesar sin ningún deseo o voluntad de desconocer normas ambientales y desprendidas del ánimo de destruir, inutilizar, desaparecer o dañar el recurso natural marino de las costas del Magdalena y, mucho menos provocar contaminar las aguas marinas de la Ensenada del Alcatraz”. Entonces, según el Juez, “al llegar al estudio de los alegatos conclusivos, todo el material probatorio y testimonios de cada uno de los peritos de las dos partes, no se encontró responsabilidad penal alguna frente al actuar de los indiciados, declarando la absolución de los mismos”.
EL PROCESO
Es de recordar que este proceso inició en enero del año 2013, cuando se sindicaba a los empleados de Drummond Ltda de responsabilidad por la contaminación causada por el vertimiento de cerca de 2.000 toneladas de carbón al lecho marino en la jurisdicción de Ciénaga, aunque la empresa alcanzó a sacar un volumen importante pero tiró el resto al mar.
No obstante, en su momento la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla), decidió suspender la actividad de cargue de carbón de la multinacional. Drummond lamentó el infortunado incidente y acató las decisiones que tomó la autoridad ambiental y prometió hacer una revisión cuidadosa del plan de contingencia con el que se paliara la situación.
Aún así, la más alta sanción ambiental del país fue interpuesta por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, por valor de $6.965 millones, con la cual se buscó no sólo que no se repitieran este tipo de hechos, sino que se adoptaran medidas y correctivos necesarios.
Doctor
ULILO ACEVEDO SILVA
Director Hoy Diario del Magdalena
Santa Marta
Respetado señor Director:
La Universidad Jorge Tadeo Lozano Sede Santa Marta lamenta las imprecisiones publicadas el lunes 8 de octubre del 2018 en la nota titulada Derrame de carbón de Drummond en el mar, va camino a la impunidad (portada y página 3D).
Vale la pena aclarar, con base en la evaluación ambiental llevada a cabo por esta Universidad, que se pudo inferir que si bien los porcentajes de carbón estimados para las diferentes estaciones evaluadas reflejaban la presencia conspicua de dicho mineral, un mes después de haberse presentado el conato de hundimiento las condiciones fisicoquímicas en el área impactada, así como de las comunidades biológicas asociadas a la columna de agua (i.e. fitoplancton, zooplancton) y al fondo marino (i.e. Infauna), no fueron diferentes a las de las áreas adyacentes no impactadas. Los resultados obtenidos de estos componentes se encontraban en los rangos históricos reportados para la zona, en estudios previos y simultáneos adelantados por diferentes instancias, así como por los análisis de los monitoreos hidrobiológicos trimensuales llevados a cabo en el marco del plan de manejo aprobado para la empresa, por las autoridades competentes para su operación portuaria.
Por otra parte, cabe resaltar que el ecosistema predominante en el sector sur de la región de Santa Marta, donde fue dispuesta la actividad carbonífera, es el de fondos blandos, constituido por sedimentos lodosos que no permiten el desarrollo de sistemas coralinos. Respetuosamente recomendamos leer con cuidado el informe Evaluación ambiental del impacto causado por la barcaza TS115 en el área de anclaje de Puerto Drummond Ciénaga (Magdalena), Caribe colombiano, que es público y puede consultarse, y unificar y precisar con las instancias estatales pertinentes el total de toneladas vertidas al mar. Consideramos imprescindible que se hagan públicas estas aclaraciones, pues en el artículo se manejaron, de manera inexacta y ligera, las conclusiones del estudio hecho por la Universidad con respecto al daño ambiental causado; no entendemos cómo, si había dudas al respecto, no se nos consultó para aclararlas. La noticia, que se parece más a una nota de opinión y de hecho usa como insumo un blog, es presentada como un informe periodístico y recurre a términos que dejan, a los ojos de la ciudadanía, en entredicho el profesionalismo y rigor de Utadeo. Cabe señalar, finalmente, que la Universidad Jorge Tadeo Lozano es absolutamente respetuosa de los resultados que arroja el trabajo científico de sus investigadores, y no puede ajustarlos a los gustos, puntos de vista o intereses de nadie.
Sin otro particular,
ANDRÉS FRANCO HERRERA
Director Sede de Santa Marta